Blogoteca 20 Minutos

jueves, 11 de noviembre de 2010

TABLETA DE CHOCOLATE. V.O. (Sin subtítulos)

(Versión Original. Sin subtítulos)


NOTA DEL AUTOR:
Este es el texto original de la historia "Tableta de Chocolate", ya publicada en el presente Blog. Debo insistir en que gracias a una tremenda labor personal de esfuerzo y autosuperación ahora soy una persona socialmente aceptada (o casi).

Y dice así:

"una be quise darle una sorpesa guapa a una nobia que tube de ante de comprale el forfiesta al largo vale. por qe acia un mes qe estavamo juntos saliendo. la yoli estava mu guena y adema macia birgueria sesuale nen. hai que be que guarriya qera la yoli madremidemibida. guarriya pero mu linpia. solo acia el amo conmigo sabe. al meno eso e lo qe me decia la mu golfa. qe aluego mentere qe lunico qe no se lavia pasao por la piedra enel barrio estando con migo fue el ijo de la paca el francisquin qe era ma maricon qe un palomo cojo el probe. ese tenia qe comerse los garbanzo ataos con ilo pa qe no se le fueran cayendo pol bujero tumentiende. y por eso no se la tiro por qe era ma bujarra el chava qe los vilas pipol en las ducha de la carcel modelo tu sabe. y claro como llo no menterava de na por qe llo solo bibia pa los tangas de la yoli pue llo a mi bola. asin qe eya se merecia eso y ma. por eso escrivi al diario patricia pa ir los do a la tele y llo decile delante tol mundo qe estava namorao deya tumentiende la mobida vale. pero como la patricia esa despue desperar do o tre semana no mizo ni puto caso pue se mocurrio otra cosa. poner me un pokiyo metrosersua pa que la yoli flipara ma todabia con migo nen. mardita sea el momento y lora qe se mocurrio.
(punto aparte)

aprobechando qe la yoli se iva un mes a su puevlo coji y yame al pedrito nen.
pedrito el cascas es panadero y lo llamamos todo asin por qe tiene el recor asoluto del barrio de acerse pajiya en su jubentu. fue el qe me llebo al ginnasio y ayi mapunte. el pedrito tiene unas espalda como una mesa dun banquete boda pa 48 persona lo meno. un cueyo ande sagarran tos los chiquiyo en la piscina menicipal de santaco to lleno bena qe eso parece un tronco deso qe hai cortao en el bosque sabe ande tu te puedes senta a gusto a la sonbrica. el tio parece Julk nen por qe des de chico lan gustao toa estas cosa vale. te mete un galleto qe te pone las oreja como do sonvrilla de playa avierta de la cocacola nen. el pabo ya decia de chico de cuando bio la peli del conan qe el queria se como conan. pues bale. a cada uno lo suyo tu mentiende. no bea si lo flipa el pedrito. un tio mu sano qe no fuma na ni bebe ni na de na tu mentiende. se paga sus putiya de be en cuando y punto sabe. un tio guai. me dijo tu llebate tu bolsita de deporte con tu toaya qe llo le dije si podia llebarme la del barça de marca y el me dijo qe no avia ningun provlema sabe. tu ropa pace deporte y tu jel de vaño y tu chanpu y tus cosa y ayi nos bemo en la entrada el lune qe biene.
vale nen.

el ginnasio se llama dir y e un sitio vastante pijillo. esta en la caye castillejo de barcelona. el pedrito me presento a un pabo qe parecia el primo de zumoso vale. y entonce me dijo que ese notas iva a ser mi monitor. ola buenas tarde. ola qe tal esta uste. me pregunto qe era lo qe llo queria de mejorar de mi cuelpo. y llo le dije qe llo pasava tre puevlo de poner me como el pedrito nen. qe a mi lo qe me flipava mas era un royo brus li sabe. asin como sequillo pero to fibrao al mismo tienpo tu mentiende. royo brus li con sus nunchaku repartiendo galleta maria dorada paqui y palla y qe era pa que mi nobia la yoli se le cayeran las braga cuando me biera. vale. vale. mu vien. el pedrito se piro a lo suyo a dar clase por qe el tanvien es profesor ayi sabe. y el monitor este me dice qe lo siga a una sala de maquina. se puede fuma chabalote?. no. aqui no. lo siento. vale. vale. tranki. da igual. lo dejamo paluego nen. no perdona pero es qe no se pue fuma en tol resinto. bueno pue entonce ya mestoi rallando un poco pero bueno tu tranki qe no pasa na.

(punto aparte)

vale. aora enpieza el flipe de colore sabe. entro detra del pabo este a una sala desa con mis bermuda nai mis banbas nai y una camiseta blanca con la afoto de camaron con las manga recorta sabe pa suda meno y eso. y lo primero qe escucho na ma entrar e una especie de jemido deso como si alguien tubiera des conposicion sabe lo qe te digo? como cuando llo me comi el plato aquel dabichuela en jaen con los 48 grado a la sonbra. pue igual. y cojo y miro pa la derecha medio asustao y beo a kin kon lebantando cuatro mi dosciento cuarenta y ocho kilo lo meno de pesas. daba miedo berlo nen. eso era un mostruo. de grande y de feo tanvien el ijoputa sabe. un mostruo negro y carvo. y miro pa lizquierda y beo a otro lebantando lo mismo pero en blanco. unos brazo nen como los del pedrito pero mas todavia sabe. eran unos pabo como armarios ropero de 8 puerta. esos savian metio estiroide y nabolizante pa parti nuece apretando el ogete nen. y encima una peste a choto qe lo flipa. ostiaputa nen qe peste a zorrera que avia ayi sabe. y llo pense madremia qe cipotone deben tener estos pabo nen. son mostruos. llo me abro nen pero rapidito no baya
a se qe alguno pierda ceite y la liemo.

(punto aparte)

die minuto despue de aver entrao a la casa de los orrore con olor a chotuno ya avia salio pa fuera camino del lababo preparando el tabaco qe lo tenia escondio en la gomilla de las bermuda pa liarme un canuto en condicione. me salgo del lababo sabe. y me cruzo con dos pibone con el vodi ese pa la ginnasia metio por la raja del culo tu mentiende. me boi detra de eya con el nabo un poco morciyon a be si puedo pillar cacho vale y me meten las pibona en otra clase llena de vicicleta. me suvo a una de las vici. con tol colocon. y me ponen el chunba chunba a toa ostia. y venga bamo a darle caña a las vicis qe os beo mu bagos hoi. su putamadre. qe buenas qe estan las pabas nen pero estoy qe rebiento. y chunba chunba chunba chunba chunba mecagonlaputa dije ya. y se paro la clase. es qe no tenei algo mas decente pa escucha de musica coño. perdone uste como dice me dice la profesora jamona y tol mundo mirando me sabe. coño pon algo de camela o de rumba tre o de el barrio llo que se nen unas rumbita guapas no?. no tenemo na deso cavallero me dice la notas con tol potorro marcao qe a mi se me ivan los ojo. bueno. pues es igual ya me boi no suspreocupei. boi a tomar me una birra al restauran. adema las vici no se mueben cojone. y me sali de la clase dejando ayi a toas las jamona aqueya con sus teta sus culo y sus chumino y llo con tol nabo enpinao debajo de las bermuda qe eso se beia a tre kilometro lo meno. tol ciruelo puesto hai madremiademibida ande bas asin chumoski? sabe?. asin qe me meti las manos los bolsillo pa disimula un poco la trenpera y otra be camino del lababo nen. a acerme una pajiya pa soluciona el asunto. y lla puesto a fumarme otro canutiyo tu mentiende. pa celevrarlo.

me salgo del lababo fumao y pajeao y me boi pa la piscina pa baja la calentura. pero de seguida me acojono cuando beo a un monton de biejas metias dentro aciendo cosas con los brazo nen. y un mojon llo hai paso meterme sabe. qe ya se llo lo qe pasa con las biejas en el agua nen. qe no que no qe paso. qe llo se qe las aguelas tienen la bejiga suelta nen y llo qe no se nadar mu vien y boi tragando agua pue aluego pasa lo qe pasa sabe. nada nada. me avro de aki. mejo boi a tomarme unas birra y despue una duchita y pa casa. qe por hoi es suficiente y adema todabia tengo el nabo jugueton con tanto chumino y tantos pecho.

(punto aparte)

che. chabalote. azme el fabo y ponte una sanmigue. no tenemo sanmigue me dice el colega del restauran del ginnasio. bueno. pues entonce ponte una mao. tanpoco. ¿tiene estreya?. no. solo la cero cero esa dice el nota. ¿y una crujcanpo bien freskita?. benga ba ponte una crujcanpo con unos berverecho. qe no. qe no podia se. vale nen. me tenei contento. qe decia el nota qe ayi no serbian alcol. un pabo qe tenia por ceja dos linea pinta con retulado y una pinta de flojo qe te caga sabe. qe si qeria un zumo con bitamina o una vebida con sale y sodio deso. asin qe me lo mire al pabo asin de refilon tu mentiende y le dije si me beia a mi cara de sodio. se rio un pokiyo y me dijo qe mi camiseta camaron era mu guapa. mal asunto chumoski. otro jula qe pierde ceite. bamono a las ducha nen. bamono con la boca mas seca qe las bota de clin isbu en el desierto almeria. cojone.
(punto aparte)

las ducha eran un desfile deso de tos model de tios. tos por los pasiyo de las taquiya en pelota marcando pestorale. tos con unos aire asin como de bua nen mira qe bueno estoi sabe. tos royo conan pero nen conunas pichurrina qe parecian beyota desa qe comen los cochino enel canpo. ostianen qe flipe. tos depilao darriva avajo y con la beyotilla en plan vacilei con sus toaya en la mano sabe. avia uno qe parecia de cente. pero tos los dema con su beyotilla qe avia que fijarse vien pa berla tu mentiende. bueno. pues esta ba a ser la mia nen. aora beras tu. de primera me meti unos buenos trago de agua en el grifo sabe por qe estava muerto de se. y aluego me boi pa mi taquiya y menpiezo a quita la ropa pa ducharme con una risiya en la boca. en estas qe cojo y beo entra por mi pasiyo al kin kon. al pedazo negro nen. madremiademibida por fabo qe no se ponga a mi lao. una mierda te coma chumoski. el nota tenia su taquiya justo al lao de la mia nen. laputadoro. entonce cojo llo y boi di simulando pa ponerme en pelota mas despacio. por qe no queria qe el kin kon me biera como mi madre me trajo al mundo por si era bujarra. y de paso tanvien tenia curiosida por ber el cacho morciyon de burgo qe tenia que tene el negro sabe. lo meno tenia qe tene una butifarra desa negra de 5 kilo qe benden los pallese ayi por Jerona. a be si le podia saca una afoto con el mobi destranki pa enseñarla a mi becina la rosario cuando buelba de bacacione pa qe flipe en colore.

cojio el kin kon y se puso la toaya ata al cuelpo qe hai qe deci que la toaya casi no le dava la buelta de lo mostruo qe era el tio y se fue pa las ducha. y llo detra de el tanvien con mi toaya del barça sabe y con mi jel qe me avia comprao en el carreful y mis chancla cuilsiber y mis gayumbo calbin klin puesto por si las mosca. qe parecia llo el honbrelobo. por qe tol mundo estava sin pelo y llo tengo pelo enel pecho y en las pata como los honbre coño tu mentiende y en cima tanvien tenia unas uña en los piese qe no me avia cortao qe parecian platos sopero sabe. qe berguenza chumoski donde bas con esas uña del demonio nen. y cojo y me meto en la ducha de al lao del mostruo negro y carvo pa be si le podia saca la afoto del mienbro pa aluego des cojonarno con la rosario por qe mavia llebao el mobi enganchao en las gomiya de losgayumbo y tapao con la toaya del barça.

llo esperava be una lon ganiza desa qe llegan a las rodiya vale. pero ba a ser qe no. masome un pokiyo lebantando la cabeza disimulao sabe mientras me duchava y aqueyo no era un morciyon de burgo. aqueyo tanpoco era un butifarron negro. ni tanpoco era un sarchichon rebilla imperia ni sikiera nen. se estava labando el nabo y tu sabe qe a uno sienpre se le pone tontorron vale y nen aqueyo no llegava ni siquiera a trigueton. el pastelito ese de binvo. ostianen. no lo puedo cree. ¿ande ba con esa pichurrina el mostruo este?. aora bera tu se ban a entera tos los mierdas esto. al labarme mis parte el ciruelo se me puso algo picaron como sienpre me pasa vale. asin qe sali de la ducha al mismo tienpo qe el kin kon con la toaya del barça qe es un pedazo de toayon del quince sabe deso familiare colga de mi ciruelo y con las chanclas puesta. nada ma qe eso. el nota se quedo flipando. toda la peña se quedo flipando nen. toa la toaya colgando del ciruelo eya sola y llo camino de mi taquiya con las manos libre con mi jel en una y con los calbin klin en lotra tu mentienede sabe. asin con los brazo avierto. y les digo CHABALE ESTO E UN PERCHERO Y NO LA MIERDA ESA QUE BENDEN EN EL IKEA NEN. A BE. ¿QUIEN QUIERE QE LE CUELGUE LA TOAYA? QE TODABIA HAI SITIO. iva llo partiendo me la poya por los pasiyo tu mentiende. y coji y me pire por qe avia alguno qe ya sestava relamiendo el mu cabron y entre tos me cojen y me biolan bibo.

CON CLUSION
esa fue lunica be qe me meti nun ginnasio. lo ice por amo. por la yoli. pa qe me biera metrosersua sabe. el poblema fue qe llo a eya tanvien la bi. pero no la bi metrosersua nen. no. no la bi metrosersua pa dolor mio. la bi linpiadole el sable a paco el del kiosko el dia qe aviamo quedao pa berno por qe ya avia buelto de bacacione. paco dame un paquete malboro mientra biene la yoli. ¿paco qe te pasa nen?. na. no me pasa na. toma el malboro y ya me lo paga otro dia chumoski. joe qe raro paco. a ti te pasa algo nen llo to mosca. coji y masome dentro del kiosko y estava la mu golfa agacha con el nabo del paco en una mano y enla otra una bolsa pipa. ya te bale paco. nen. como te pasas tio. pero no menfade con el paco. por qe lo conozco des de chico tu mentiende. y llo en el fondo savia qe la yoli era una golfa por mu vien qe me la chupara.

FIN."

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Acé de bientre en un canpin. (V.O. Sin subtítulos)

(VERSIÓN ORIGINAL sin subtítulos)

chumoski rei mira lo qe te e preparao. me dijo la madre de un colega de los qe mavian inbitao al canpin este berano en andalucia. no tenia porke molestarse señora emilia. caya caya ladron qe llo se qe te gustan mucho. y era berda de la buena sabe. los bokerone en binagre me buelben loco perdio y mavia preparao un plato desos mu grandes pa los espagueti pero to yeno de bokerone. eso a las nuebe de la mañana. muchas gracia señora emilia es uste un sol. asin qe coji me fui a conpra el pan y una chibeca a la tiendeciya del canpin y me bolbi pa sentarme trankilamente a desayuna mientras la jente entoabia estava sobando tu mentiende. llo trankilico. con mi chibeca mi barra pan mi longaniza iberica mi nabaja pa corta la longaniza y mis bokerone.
(puntoaparte)

a eso de las once de la mañana me yama el josantonio. chumoski bamo al rio a be si pescamo unos pece o alguna cosiya aunke sea unos cangrejiyo de rio pal arro. vale nen. esperate qe recojo. meti los plato sucio en la tienda canpaña. de bokerone no kedo ni uno. asta remoje sopas de pan en el plato. medio kilo bokerone en binagre con su peregi y su ajito pal pecho de chumoski. y benga. aora pal rio a pesca pece sabe lo qe te digo no.
(puntoaparte)

joder josantonio qe retortijone me estan dando. caya coño y no te mueba mucho qe espanta los pece. anda a el fabo de pasarme algun gusaniyo ma pal anzuelo. josantonio nen no se si bolberme pal canpin a be si ago de cuelpo. trae el gusaniyo cojone chumoski. los gusaniyo san acavao. toma un trociyo de franfur qe tenia caduca en la neberica. son con keso. asin qe pican fijo nen. joder josantonio qe gana tengo de peerme. pero tu ere jilipoya o qe te pasa chumoski. mete el culo bajo el agua y peete no seas askeroso nen. qe no sescuche qe hai una familia hai arriva y te ban a sentir. vale nen.
(puntoaparte)

esplico la situacion. nos binimo pal rio a las once. 1 ora metios asta la cintura en un rio con el agua mas fria qe la poya de un eskima del polo norte tu mentiende. menos ma qe mis quisilber aguantan qe te cagas las in clemencia del tienpo chungo. pero eso no es el tema nen. el tema es qe llebabamo 1 ora asta las doce qe era lla sabe hai metios los dos con la mierda de los pece pal arro sin aver pescao un pijo. y entonce coji. y cuando el josantonio me dijo qe no perdiera los papele soltando mis gase porke avia jente cerca pue coji y me agache en el agua conjela sabe asin como disimulando como si uviera bisto algo interesante devajo el agua tu mentiende y me solte una manchega como un demonio.
(punto aparte)

al mi alrededo salieron de repente muchas burbuja. muchas burbuja. parecia un llacusi nen. de la manchega tan grande qe solte sabe. menos ma qe no sescucho na. pero el josantonio flipo en colore. parecia como si uvieran piraña a mi costao. chup chup chup chup. como si estubiera el agua irviendo nen. joder qe agusto me kede. tota qe le digo al josantonio. olle nen. qe llo me boi pal lababo del canpin. y cuando me jiro pa irme beo qe enpiezan a subir por encima del agua un monton de pece muerto. olle nen. aki tiene los pece. ¿bes tu?. una buena manchega bajo el agua y lla tiene pece pal arro. de muerte natura nen. por farta de aire bajo lagua tu mentiende. jajajajajajajajajaja. y me pire partiendome la caja sabe pal lababo porke los retortijone eran demasiao. eso no avia cristo qe lo aguantara. me pire cojiendome la tripa de los dolore.

avia en la puerta un cuvo y un mocho y tanvien sai o siete persona fuera. unos con su piriodiko y sus cosa pal aseo. ola buenos dia. ola qe tal. ola. ola. ¿el ultimo
pa ace de bientre por fabo?. jaja. jiji. juju. pue llo mismo. dijo un pabo con un vañado de mercadiyo. bale. mu bien. y llo aguantando el chaparron de los retortijone de los puto bokerone la longaniza iverica la chibeca y aluego los binito dulce de despue del desalluno. estavan linpiando los lababo sabe.
(punto aparte)

los lababo tenian a mano hizkierda los cagadero. tos con sus puerta de ierro pintas de berde. desas qe se ben los piese por avajo y se cierran con pestiyo tu mentiende. a mano derecha la ilera de los lababo y los espejo pafeitarse y makearse y al final de to avia tre o cuatro ducha. cojio y salio la señora de la linpieza y dijo lla podei pasar onbretone y nos metimo tos padentro. eran las doce y mitcha mas o meins. en catalan y to nen.
(punto aparte)

llo soi una persona mu bergonzosa pa mis cosa sabe a be si mentiende qe si llo tengo qe soltarme un peo en el canpo me lo suelto porke estoi en el canpo y tengo mi liberta pa peerme como un santo sabe pero claro a be como me lo monto aki con tanta jente cerca pa qe no se mescuche na de natu mentiende.
coji y me meti en un bater y cerre con el pestiyo. con el pestiyo y con gana de soltar la bonba atomica nuclea. la cosa estava chunga. unos se fueron pa las ducha. otros se kedaron afuera afeitandose y otro y aki esta lo ma jodio otro entro en el bater de al lao mia.
(punto aparte)

colgue mi cuilsilbe en el perchero la puerta. me sente en pelota pica. y me dije aguanta un pokiyo a be si se ba la jente sabe lo qe te digo. pa qe no te sienta naide. llo qe se nen. pero los retortijone eran mu criminale. asin qe hai estava llo sufriendo en silencio cuando de repente escucho justo a mi laico una especie de susurro de jemido sabe lo qe te digo como suplicando asin por lo bajini. era el pabo qe estava cagando al lao mia como los ruiseñore. despue de ese sonido desfuerzo inumano bino otro mas conocio. era un peo. alargao. agudo y aluego más grabe. mu largo. como un globo cuando le suelta elaire poco a poco sabe lo qe te digo.
y llo aciendo el jilipoya con los dolore por no pasa berguenza apretando el ogete nen. porke en la mili como todo eramo iguale no avia poblema sabe y adema
nos partiamo el culo y to. pero esto e diferente bale. llo aki no conozco a naide y me daba corte joder.
(punto aparte)

no pude ma. llo me dije lo siento en el alma sabe de berda de la buena qe lo siento pero no puedo ma. tengo qe saca el medio kilo de bokerone y tiene qe se por hai avajo. el tio de al lao no se cortaba un pelo. el a lo sullo. con su festibal de tronpeta y corneta y esas cosa sabe. y entonce coji y deje qe mi cuelpo fuera a su bola. akeyo fue in espicable. os lo juro por dio. primero sescucho un trueno. se callo una baldosa de la pare de la bibracion. igua estava mal pega sabe pero se callo y se ronpio. afuera alguien dijo ¿ostia qe a sio eso?. el tio de al lao mia de repente paro el concierto. aluego sescucho otro trueno pero asin como en la berbena sabe. un barreno deso qe rebientan los tocho. el agua me salpicava el culo de lo qe estava llo soltando hai. joder. sescucho fuera. y en unos minuto afuera del bater lla no sescuchaba na mas qe mis torpedo y mis bonba de fermentacion las granada y el vazoka. birgen santa qe peste y qe desaogo.
lo meno un cuarto ora cagando y echando beneno por el bujero. los bokerone mu rico balla qe si pero no bea aluego con qe mala leche salian.
(punto aparte)

no avia papel en el tigre. mecagonsusmuerto. pue llo no mancho los cuilsibe ni borracho nen. una poya. afuera no sescuchava na de na. qe raro nen. me espere un rato y seguia sin escucharse na. mire por vajo la puerta y no beia a naide. me lebante al final kite el pestiyo y asome la cabeza. el lababo estava desierto. como en las pelicula de zonvi sabe lo qe te digo no. qe estan las ciudade bacia y eso y no save por donde te ba a sali el muertopa comerte tu mentiende. las makiniya dafeita en los marmole. las espuma tanvien. las toaya colgas de cada uno. los grifo avierto soltando agua. las colonia los afte sei las makiniya electrica enchufas. ¿qe a pasao aki?. bueno. llo coji el piriodiko del nota ese qe tanvien se lo avia dejao y me meti a linpiarme el culo con la portada de chuster. me parece qe era el marca tu mentiende y aluego me fui pa fuera.
(punto aparte)

estavan tos en la puerta de los lababo. con cara de susto. ¿esta uste bien? me dijo uno. ¿llo?. llo estoi prefetamente señor mio. me e kedao como un markes. ¿qe a pasao hai dentro y esa olo tan mala qe es?. me dijo. na. esa olo es medio kilo de bokerone con pereji y ajito en desconposion. ostia puta ¿y nosotro como entramo hai aora conpadre?. me dijo. pue na. le pedi al usebio el qe linpia con la mangera qe izo la guerra en el ebro las maskariya antiga y pa dentro. benga onbre qe hai qe se baliente. uele qe alimenta eso lla lo se llo pero lo qe no mata engorda. buenos dia. y coji y me pire mas a gustico qe toas las cosa tu mentiende.
(punto aparte)

lla mavia alejao unos metro cuando escuche de dentro de los lababo. ostia. ¿qe ace el chuster pegao en el bater? y unas risas loca. fijo qe era un colega cule como llo. FIN de esta istoria qe es asoluta mente beridrika. la berda utentica de la bida.


NOTA DEL AUTOR:
Este dramático y angustioso relato fue colgado en la Red por primera vez el 26 de Octubre del año 2.007. En Foros As, para ser precisos. Por entonces, mi ortografía y, porqué no decirlo, mi educación en general, dejaba mucho que desear. Un gran desengaño amoroso fue el detonante que me hizo recapacitar sobre mis hechuras culturales y capacidades cognitivas varias. Sin más. Porque sí. Desde entonces procuro escribir algo mejor, lo que no quita que haya dejado de ser la misma persona humana que se saca la fulañilla de las uñas con la punta de una llave.
Paco Chumoski. 22-09-2010.

lunes, 2 de agosto de 2010

Corazón fatigado. Final Chapter. "SE ME ROMPIÓ EL AMOR..." (II)

- Hola, Bruce - le dije al chino-japonés- mira una cosa que te voy a decir, padre: esto no es el típico bar abierto a la salida del after, tú mentiendes lo que te digo, no, esto es un jodido quiruérfano donde mi hija va a ver la luz en breves instantes y, donde además, en el momento en el que se tercie ese bendito instante, es probable que todos los presentes deban arrodillarse, aturdidos y anudados ante tamaña exposición de belleza y magnificencia, ¿comprendes, muchacho?, como si se te presentara sin previo aviso Leo Messi a cenar un día, chato. Así que vamos a dejarnos de barra libre, trae los cafeses para acá, y vamos a poner ahí, en el coño de mi mujer, aunque suene mal la cosa, los seis sentidos, ¿estamos?.
- Disculpe - me contestó el chino-japonés, aturdido, mientras me bebía el primero de los cafeses que había traido -, pelo se dice "los cinco sentidos", no "los seis". Es que son cinco, sabe usted.
- Serán los que me salgan a mí de los cojones, Bruce.
- Me llamo Miko, señol, soy enfelmelo.
- Cojonudo.

Me bebí el "calajillo de lón" y el resto de cafeses. Cuatro en total. Carajillo de rón, carajillo de Baileys, trifásico de anís y carajillo de Veterano.

- Tranquilícese, caballero, todo va a salir bien - me dijo el que se había presentado como Doctor, poniéndome una mano en el hombro. La compadrona asentía, agachada delante del mojino de la Mariajo. Los becarios estaban apilados todos en una esquina. Se habían asustado un poco. Y los primos de Bruce Lee no paraban de sacar fotos, pero en plan gran angular, nunca primer plano (no lo hubiera permitido, ojo). "Empuja!!!", decía la compadrona, "Respira!!!", volvía a decir. "Ayude a su mujer, cójala de la mano".
- ¿Se puede de fumar?
- No, no se puede - me contestó amablemente.
- YA CORONA!!! - dijo la Popeye.

No va a coronar, pensé, si mi hija es princesa ya desde los preámbulos del kiki que eché para concebirla... Esta gente no se entera. Mariajo sudaba la gota gorda y me tenía cogida la mano. "APRIETA AHORA!!!!". Y yo apreté. "Me haces daño, cariño, la que tiene que apretar soy yo", me dijo mi cari. "Perdona, chocho". Los becarios se arremolinaban ante el bendito coño de la Mariajo. Parece mentira, pero en ese momento me sentí orgulloso pues contemplaban una obra arquitectónica sin parangón. Uno sacó un móvil y apuntó a al entrepierna de mi mujer. "Chaval, guarda eso que te corto los dedos". "Es para la tésis". "¿Cómo? Será depravado... Oye, mira, le dices a la Tésis esa que no hay fotos. Te curras un dibujito con un carboncillo y listos o te pego dos galletas aquí mismo, tú decides". Las dos enfermeras se afanaban en preparar una especie de cunita con rayos uva arriba. "YA ASOMA LA CABEZA!!!". Me asomé y vi una mata de pelo caracoleada, negra como el carbón, como si hubiera metido los deditos en un enchufe, la criaturita.

- Ha sacado el pelo de mi abuela, que en paz descanse. Rizado como la faraona - dije sacando pecho.

"EMPUJA, EMPUJA!!!"

Cuando asomó la cabeza vi que era muy morena. Mucho. Y me asusté. También lo era mi abuela pero..., no sé..., lo de mi abuela era más "agitanao" por así decirlo; más oliváceo, sabes.

- Oiga, señora compadrona, dese prisa, por el amor de Dios, que la niña está muy morada y se conoce que le falta el aire - me apresuré a decirle a la mujer de los partos con brazos de Popeye. Estaba asustado. Tenía los calzoncillos, a raiz de un efecto succión, metidos por el ojete hasta una profundidad considerable. Se me estaban quitando las arrugas de los ojos y todo. Goterones manga caían por mis sienes.

Se asomaron los becarios. Se asomaron las dos enfermeras. Se asomó el médico de guardia. Se asomó Miko Bruce Lee. Los dos japos con las NIKON. El enfermero que me había traido al quiruérfano. Y en última instancia, y para mi pasmo personal, el Tirilla, asomando la cabeza por la puerta. Estaba tumbado en una camilla.

- PACO!!! Sabía que era tu voz!!!
- Coño, ¿Tirilla, qué cojones haces aquí?
- Una indigestión, tío. La puta rolling familiar de anoche. Me duele la tripa cosa mala.
- ¿Fumaste mucho?
- Un poco. ¿Es tu hija?. Joder, qué mata de pelo negro... - se giró y le habló a alquien que había tras la puerta, el celador, quizá - Espérate un segundo, muchacho, que esto no me lo pierdo.

Vino otro "EMPUJA" y un "YA LA TENGO". Acto seguido se hizo un silencio sepulcral por parte de los presentes allí donde precisamente se chilla a la vida. La mujer aguantaba a mi hija, la cual hay que decirlo cumplía con el cometido habitual (berrear en señal de protesta por haberle expropiado su acogedor piset), por los tobillos mientras una de las enfermeras se acercaba con una toalla desinfectada (digo yo, ojo). Tenía un vozarrón de tres pares (mi hija, digo). ¿Como si se le hubiera roto la PS3? Pues algo así.

- Por Dios, mire usted, con todo el respeto del mundo, vale, que yo no soy precisamente de estudios médicos de alto standing como esto que nos traemos entre manos, usted mentiende lo que le digo, verdad, pero que digo yo que a ver si con unas palmadas más se descongestiona del todo, no, es que yo, a mis cortas luces, diría que está muy morada y me estoy asustando mucho, oiga - rogué a la mujer ante su pasividad.
- ¿Cómo se llama usted, caballero? - me dijo entonces la compadrona, ya con la criaturita en brazos.
- Paco. Paco Chumoski. Para servirla a usted y a la Vírgen del Carmen. Culé hasta las trancas, currante, honesto, responsable, y, si me dejan, también muy cariñoso. No he tenido mucha suerte en el amor, sabe usted, pero ahora soy el hombre más feliz del mundo, o casi, al menos hasta que mi niña vaya cogiendo su colorcito. Ande, dele una palmadita más a ver si llora un poco más fuerte y se desahoga del todo la chiquilla.
- Paco - me contestó la mujer. Mis rodillas eran como gelatina Royal - A la niña no le pasa nada.
- ¿No? ¿Está usted segura?
- Segura. A la niña no le ocurre nada.

Todos guardaban silencio. Solo se escuchaba el llanto de mi princesita. Hasta el Tirilla, que es un bocazas de la hostia, mantenía la los labios firmemente apretados. Se dibujaba una línea firme en su boca y su cara reflejaba de todo menos alegría. Parecía a punto de llorar.

- Pero.... - acerté a decir.
- La niña, Paco..., la niña no está morada... - me contestó muy despacito, con mucha dulzura-. No le falta el aire ni sufre ninguna incidencia a simple vista. Tiene buenos pulmones además, por lo que veo. Lo que ocurre es que la niña es así. Es de color.
- ¿De color? ¿De qué color?.
- Tirando a negro, Paco. La niña es negra.

Miré a la Mariajo. Estaba llorando.

- Solo fue una vez, Paco. Un desliz. Con el Mateo. Una vez, te lo juro. Sin querer. No me di cuenta. Fue una tontuna, te lo prometo.

Luego miré al Tirilla, que aún asomaba la cabeza por la puerta, algo incorporado ahora sobre la camilla. Con lágrimas cebolleras en los ojos se llevó dos dedos a la boca e hizo el gesto de "chitón" imitando el cierre de una cremallera en sus labios.

- Paco, esto queda entre nosotros, no te preocupes, nen - se dobló del dolor de tripa durante un instante - hay un amigo en mí, tío, ya lo sabes - en este punto el celador se lo llevó.

A las 07:40h. mi vecina la Rosario despertó con un fuerte dolor de cuello y las bragas de color carne humedecidas. En la tele reponían "The Dukes of Hazzard" a esas horas. La Teletienda cachonda acabó sin poder captar una nueva clienta pero Antonio Banderas ganó una amante anónima más. Mi amigo José Luís le dio un piquito cariñoso a su nuevo amor de barra y se despidió entre grandes promesas de afecto y atenciones. Pedrito "El Cascas" se dirigía al gimnasio, fresco como una rosa. Paco, el kiosquero, abonaba religiosamente la cuota establecida por los dos servicios acordados con Pamela, la megamulatona, aunque en realidad no pudo pasar del primero, y a duras penas. Y el Tirilla..., bueno..., el Tirilla estaba siendo sodomizado analmente por una sonda. Le estaban limpiando el estómago. Podía escuchar sus lamentos perfectamente. Todo el Hospital podía hacerlo, de hecho. Es por ello que los míos quedaron solapados y pasaron más desapercibidos.


FÍN.

miércoles, 7 de julio de 2010

Corazón fatigado. Cap.9. SE ME ROMPIÓ EL AMOR... (I)

A las 06:17h. de la mañana de aquel Sábado, 7 meses exactos después de la búsqueda de los pistachos iraníes, mi vecina Rosario hacía grandes méritos para despertar con un severo acceso de tortícolis aguda, dormida en su sofá como estaba, en una postura cervical inverosímil mientras un señor en la tele predicaba las fabulosas ventajas de un tremendo dildo eléctrico respecto de uno manual. Mi amigo Jose Luís, con unas copas de más, había decidido, por fín, dar "ese pequeño paso para el hombre, pero grande para la humanidad" y rodeó con su brazo la cintura de la señora entrada en carnes que le acompañaba, 18 años mayor que él, divorciada y con tres hijos de 17, 25 y 29 años, en un antro anónimo de Barcelona, al son de una de esas canciones veraniegas que tanto repiten por la radiofórmula. Paco, el kioskero, regateaba con una tremenda mulata llamada Pamela por los emolumentos finales a abonar por dos servicios carnales, delantero y trasero. La mulata le dijo que una vez conoció a un hombre del cual se enamoró locamente que se llamaba igual que él y que, desde entonces, moja las sábanas blancas todas las noches recordando lo bien que la trató. Pedrito "El Cascas", el del gimnasio, veía una reposición de "Street Fighter", con Raúl Juliá y Van Damme, mientras realizaba unas tandas de abdominales. Madrugar siempre fue su fuerte. El Tirilla estaba en un Opencor. Buscaba ENO, bicarbonato o cualquier remedio de esos granulados a disolver que le pudieran provocar un gran eructo (el Gran Kahuna, me diría más tarde) con tal de aliviar el malestar digestivo que sufría tras haberse comido la noche anterior una Rolling Pizza familiar él solito. Todo por culpa del ansia gastronómica que siempre le entra cada vez que fuma hachís. Como no había sales, se decidió por una Casera de litro y medio. Y yo estaba en un sala de espera de paredes alicatadas en verde y suelo de terrazo antiguo encerado, sentado en una silla de plástico blanco, en el Hospital del Vall d'Hebrón de Barcelona. Con mi camiseta del Barça puesta, mis pantalones del Barça y mis pantuflas nórdicas del Barça. No hubo tiempo para más. Hacía ya 5 minutos y 23 segundos que se habían llevado a la Mariajo para dentro. No se podía fumar, pero yo lo estaba haciendo. Caladas hondas entre manos sudorosas con el estómago vacío.

Se abrió la puerta de la salita de espera. Un chaval vestido de verde, con un gorrito verde y con una mascarilla blanca me habló en un tono jocoso.

- Apresúrese, caballero, si quiere campeonar, que la línea de meta está tras la siguiente curva. Venga conmigo.
- ¿Perdone, cómo dice?
- Que si quiere ver nacer a su hijo, caballero.
- Es una hija.
- Ah, vale, una hija, está bien. ¿Pero quiere verlo o no?.
- ¿Es que lo van a dar por la tele? - le contesté de nuevo, esta vez con los ojos como platos. Él hizo un gesto raro con las cejas.
- Ah.., ya veo..., es usted aprensivo.
- Bueno - le dije-, procuro escuchar a la gente y tratar de entenderla siempre que puedo. Pero dígame, por favor, ¿cómo está mi novia?.

A las 06:20h. el de la Teletienda cachonda le mostraba a la Rosario tras la pantalla del televisor, resuelto y no falto de convicción, un precioso juego de bolas chinas, pero mi vecina, que en ese momento atendía embelesada a lo que Antonio Banderas le susurraba al oido ("tráeme unos cubitos de hielo, Rosarito, porque me voy a preparar un cubata con el sudor de tu sexo"), no estaba por la labor. Mi amigo José Luís, aprovechando la escasa iluminación del local adelantó camino, dejó atrás la cintura de la señora y decidió probar suerte, no exento de cierta dificultad, en los misterios insondables bajo su refajo. Paco, el del kiosko, sudaba a mares en una pequeña habitación sin aire acondicionado en el piso de arriba de un puticlub de mala muerte mientras la enorme mulatona le daba ánimos y aliento para acabar la faena. No había cenado lo suficiente para coronar semejante cima y bordeaba la lipotimia. Pedrito "El Cascas" acabó su última tanda de 100 abdominales. Realizó 2.000 en total. Acto seguido se masturbó cuatro veces seguidas con la portada de la revista Hola de su madre. El Tirilla, tras beberse en cuatro largos tragos la Casera de litro y medio, empezó a sentirse peor y ahora, arrodillado en la acera, con las manos sujetándose la boca del estómago, esperaba la llegada de una ambulancia. Un Guardia Urbano le preguntaba si había consumido drogas.

Una vez que le juré al enfermero que yo era un fan del gore, las tripas y los callos con garbanzos, me acompañó raudo por un pasillo hasta llegar a las puertas del quirófano donde estaba mi novia a punto de parir. Lo primero que vi cuando se abrieron, totalmente de cara, fue el coño de la Mariajo en todo su esplendor a menos de 2 metros de distancia.

- Hombre!!! Si es el padre!!! Pasa, artista, pasa, que esto va a empezar - dijo una señora regordeta vestida de blanco con los antebrazos como Popeye que no quitaba ojo al potorro de mi novia.

Había otro enfermero más. Y dos enfermeras. Y la mujer regordeta era la compadrona. Y un señor que dijo ser el médico de guardia. Y luego un grupo de chavalines con bata blanca que me dijeron "hola, buenos días" y que resultaron ser becarios. Y por último un grupúsculo de japoneses que no perdían detalle, todos ellos con carísimas cámaras de fotos en sus manos.

- Oiga - le dije a la compadrona-, ¿y los primos de Bruce Lee qué hacen aquí?. A ver si es que, no teniendo suficiente con enseñarle el coño de mi novia a media Barcelona, encima lo vamos a exportar al extranjero. Vamos, por favor.
- Hola, cari!!! - me dijo la Mariajo.
- Hola, chochi. Tápate un poco, anda reina, haz el favor - le respondí emocionado, volviendo la vista de nuevo a la mujer regordeta.
- No te preocupes, artista - me respondió la sobrina de Popeye-, son unos primos de Miko Mision. Acaban de llegar del Prat y les ha dicho que se vinieran aquí hasta que acabe la guardia.
- ¿Y quién coño es Miko Mision?

En ese momento se abrieron de nuevo las puertas del quirófano y entró otro japonés, pero este también vestido de verde, con sus zuecos blancos, aguantando en cada mano no menos de tres cafeses.

- A ver... ¿pa quién ela el calajillo de lón?.


TO BE CONTINUED.

miércoles, 30 de junio de 2010

Diario de... El Amor (III).

Compran el piso y lo decoran a su gusto. Importante poner énfasis en los detalles; esos que harán del hogar un lugar absolutamente EX-CLU-SI-VO.

- Pues sí, esto es una máscara tribal de unos negros que viven en Africa (no me preguntes ahora de qué pandilla son que no me acuerdo), y que parece ser que se la ponen solo los días 13 de Marzo de cada año impar para ir a acojonar a las hembras de la tribu de al lado y secar sus pechos para que no puedan amamantar a sus hijos. Una especie de rito ancestral, sabes, pero con mala leche, nunca mejor dicho.

La máscara hace pinta de réplica barata del Todo a 100 de los chinos de la esquina pero tú te callas (lógicamente). Luego, en un descuido si eso, vuelves y ya le buscarás el "Made in Taiwan" por dentro.
- Es..., es curiosa, la verdad. ¿Puedo ponérmela?
- No.

Orgullosos explican el porqué de sus motivos ornamentales, tal y como he señalado. Con toda la ilusión del mundo. No olvidemos tampoco los colores de las diferentes pinturas (o baldosas) de las diferentes estancias.

- ¿Te gusta el baño?. Hemos pensado en alicatarlo todo en negro y pintar el techo de rojo. Queda supercool. Nos ha costado muchísimo encontrar un váter de color negro, eh!!. Y los complementos y todo. Fantástico
- Emmm...., sí, ya veo. Un pasote.

El baño parece extraido de una pesadilla. Sentarse a cagar ahí debe ser lo más parecido a hacerlo en una habitación reservada de Hostel, pero sin instrumentos quirúrgico-agresivos de por medio. No es un cuarto de baño, es un zulo con un espejo al que seguro que si alargas la mano lo atraviesas y pasas a la realidad verdadera y auténtica dejando atrás Silent Hill. El techo rojo se pondrá a gotear sangre de un momento a otro, es evidente. Y el bidet (tienen bidet!!) rezumará pelo, mucho pelo, y acto seguido saldrá una mano-garra artrítica por el desagüe y...

- Y esta es la cocina. Hemos querido darle un toque cálido ya que aquí prepararemos nuestas comiditas con mucho, mucho amor. Ji-ji-ji-ji.
- ¿.......? - hostiaputa.

La cocina está alicatada hasta la altura del techo en baldosas amarillo-chaleco-reflector-guardia-civil o, lo que es lo mismo, tercera equipación F.C.Barcelona. Los muebles son de color calabaza con brillo. Las encimeras, de color azul guardamarina; también con brillo. La nevera, rosa. Al encender las halógenas (200 w. cada una por lo menos) la cocina se convierte en la pista principal del Cirque du Soleil. Se me irritan los ojos. Me cae una lágrima. Y aunque hago un esfuerzo considerable, no puedo evitar derramar otra.

- Estás bien..??
- Sí, sí. Se me ha metido algo en el ojo.
- ¿En los dos a la vez?
- Es que son mi zona más sensible.
- Ah. Ven, vamos al cuarto de baño y te miro allí con una pinza de las pestañas.
- No, no, no, no...., gracias mujer, gracias, seguro que se me pasa, gracias - ni loco vuelvo al cagadero de Tim Burton.

Me enseñan la habitación de matrimonio. No quiero hablar del edredón de tonos pastel con estampados de Hello Kitty. Con el cuadro tengo más que suficiente: reproducción del Gernika de Picasso encima de la cabecera de la cama. Hello Kitty. Hello Gerni. Dios mío de mi vida, tengo que salir de aquí como sea.
- Hemos querido darle un toque kitsch haciendo una mezcla de géneros y tal. ¿Qué te parece nuestro nidito de amor? ¿A que es original?
- Mogollón. Perdona..., ¿tienes un vaso de agua?.
- ¿Te encuentras bien?
- Sí, perfectamente, gracias. Es que se me ha secado un poco la boca - le respondo controlando mentalmente la arcada.
- Es bonita, ¿verdad?.
- Increible. Si ya te digo que se me ha secado la boca y todo.

En la cocina (Halógenas de 200w. "Señoras y señores, y en la pista número 1, con todos ustedes..."), bebiendo el vaso de agua:
- Huy!! Pero si estás llorando de nuevo.
- No, no, mujer, es la emoción. Estoy muy contento por vosotros.

En el Salón-Comedor de, a ojo, 12-14 m2. Plasma de 52". Paredes de color salmón espitoso acabadas en unas enormes cornisas con estética Alien. Techos blancos con puntos de luz repartidos aqui y allá sin un orden aparente. Muchos cuadros colgados de diferentes temáticas (Spiderman, un paisaje impresionista, una imitación Warhol del Carreful...) con marcos de colorines. Sofá chaise-longe de color malva. Lamparas venecianas en las paredes. Nos sentamos en el sofá. Sofá chaise-longe de 7 plazas (por lo menos). Distancia entre el plasma de 52" y el sofá: un metro escaso.

- ¿Echamos un Fifita o qué, Chumoski? Vas a flipar cómo se ve esto. Unos gráficos alucinantes, nen.
- Emmm..., bueno, no sé, yo será mejor que..., mmm, a ver qué hora es...
Pero cuando me doy cuenta ya ha enchufado la PS3 y el plasma.

52". A un metro de distancia. El Fifa 10 corriendo.
A los 15 segundos:
- Perdona, Ramiro..., ¿no tendrás un poco de colirio?
- ¿Colirio...? ¿Y no querrías mejor un whisky? ¿O un Nesspreso?
- No. Con el colirio ya voy bien.
- Joder, qué gustos más raros tienes, tío. ¿Quieres cubitos?.
Pausa el juego y se levanta.
- Pues no sé si tendremos colirio en casa. Yo es que no fumo porros.
Cualquier lo diría, so cabrón. ¿Porros? Crack os meteis, como poco.
- Si no, con unas gafas de sol también voy bien, eh - le digo.
- Jajajaja!!! Eres un cachondo, Chumi.

No tenían colirio. Tampoco cubitos de hielo en la nevera rosa. Me metió una paliza al Fifa. No pude sostener bien la taza de diseño del café y me quemé los dedos. Hervía. Iba perdiendo 0-5 (algo inusual en mí). Mis ojos no podían más. Pero es que quedaba aún toda la segunda parte del partido. 30 minutos de reloj, ahí es nada. Lloraba de nuevo.
- No llores, joder!!! Que seguro que en la próxima me ganas tú, coño!!!
Él también lloraba. Con los ojos encebollados.
- Oye, Ramiro, no crees que la pantalla es un poco grande??
- Qué va!! Me han dicho que es hasta que te acostumbras.

Diario de... El Amor (II).

- Te acuerdas cuando te pedí para salir, caramelito...??.
- Claro, cari. Cómo no me voy a acordar.
- Me dejé colmillos de vampiro por tí (véase "Diario de... El Amor (1)). Por la mierda película aquella. Menuda bulla mi padre cuando llegué a casa. Madre del amor hermoso. Me rapó el pelo y me dejó una cruz en la cabeza. Así que a mi madre tuvimos que ingresarla unos días. Del disgusto. Y míralos ahora, cómo bailan. Por cierto, tu padre está colorao, colorao, eh. Se ha puesto tibio con el cava.
- Esa muestra de amor no se olvida nunca, cari. Y estabas muy guapo. Te amo.
- Ya te digo, caramelito. Y yo a tí más y en casa, con tu permiso, te voy a poner mirando para Escandinavia. Ya sabes que me los dejé por tí, y ahora me he dejado 3.000 leuros de dentista para quitármelos. Les había cogido cariño, sabes.
- Ya, cari, pero era un poco arriesgado. Es posible que en la iglesia el cura no lo hubiera aceptado muy bien y en lugar de hacerte besar la cruz igual te la hubiera estampado en la frente.
- Eso también es verdad.

En las bodas hay varios tipos de novios.

Por un lado, están los empalagosos. Esos que van del palo superenamorado que te cagas. Somos los novios que más nos queremos del mundo mundial. Dan repelús, joder. Te sienta mal el puto aperitivo y todo nada más que de verlos, tan melosos, tan almibarados, con esas miradas perdidas en dios sabe dónde, tan (aparentemente) perfectos. Tanta dulzura no pega con unos aperitivos salados. PARA NADA. A no ser que estés en una boda china, ojo. Que ahí el rollo agridulce sí que es lo suyo.
- Me quieres?
- Sí. Pero yo más.
- Mentira. Yo más.
- No. Yo más.
No se besan con lengua. Se dan piquitos llenos de amor y ternura. Son Tarta de Fresa y su novio Winnie the Pooh.
¿Alguien tiene un Mauser español a mano, por favor?. Gracias, ya sabe usted qué hay que hacer. Sí, entre ceja y ceja, eso es.

Por otro, los novios superatentos.
Lo normal, en todas las bodas, es que los novios se vayan pasando por las mesas preguntando si te han gustado los langostinos congelados de hace 3 meses que te acabas de comer. Pero estos de los que hablo además de pasarse por las mesas es que se pasan tres pueblos. Los tienes encima cada dos minutos.
- ¿Os falta algo?. ¿Todo bien?. ¿Os ha gustado el solomillo?. ¿Quereis más vino?. ¿Qué tal el paté?. Cuidadín que este no es de La Piara, eh. Al loro que no nos embauquen, ja, ja!!! ¿Qué tal la merluza?? ¿Quereis más peladillas? ¿Un purito?? ¿Dos?? ¿Una copita de algo? ¿Un chupito? ¿Cigarrillos? ¿Pipas, kikos, chicles, piruletas...? ¿Un crédito? ¿Una tarjeta Box del Santander?
- Que te pires, tío soba. Y dile al camarero que no se pase de listo y deje aquí el Lagavulin.
- Coño, Chumoski, qué brusco eres.
- Que corra el aire, joder. (tío pesao, hostia)

Luego tenemos los perfectos.
Estos han montado la boda al milímetro. Tienen coreografiadas hasta las lágrimas. TODO SINCRONIZADO.
- Atención, realización!! Me recibes?? La novia va a soltar una primera lagrimita.
- Te copio, Johnny. Enfocamos.
- Vale, pero estate también al tanto con la música que el pastel está a punto de entrar.
- Ok.
Esa novia pendiente de la disposición de mesas, sillas, camareros, pajaritas de los camareros, traje del novio, del padre, de la madre, de los suegros, de las luces, del sonido... Todo tiene que salir perfecto.
Y te meten unas músicas que lo flipas. Pero claro, se suponen que significan algo para los novios así que hay que respetarlas. Unos Nino Bravo, otros Barry White, otros Frank Sinatra, Whitney Houston, el "Unchained Melody", en fín... El típico baladón o la típica sintonía de película son habituales también.
- Enfoca las lágrimas del suegro, Johhny.
- No está llorando, Jóse.
- ¿Entonces...?
- Está sufriendo un infarto. El hombre se ha pasado con la priva.
- Es igual, tú no dejes de grabar a la novia. Tú sigue grabando, Johhny!!. Por tu puta madre, sigue grabando!!!

No nos olvidemos de los "serios".
Hay novios que son "serios". Es decir, que estamos aquí para pasarlo bien y para celebrar nuestro enlace y tal, pero la barra libre se acaba en el primer cubata (con 5 hielos, ojo) y los chistes se quedan en simples chascarrillos que hay que reir de forma educada, sin aspavientos ni ningún tipo de exceso gestual. No hay ligas de la novia que valgan. No hay corbata del novia que subastar. Se come, se toma algo, y puerta. Que esto es una ceremonia seria y respetuosa y aquí no pintan nada los arrabalerismos, el griterío y las ordinarieces propias del vulgo. No-somos-Belén-Esteban. Vamos del palo estiradín y es probable, fíjate lo que te digo, que esta noche me folle a mi mujer tapada con una sábana con un agujero. Y ojo..: para procrear.
- Oye, Germán - le dice uno al novio.
- Dime.
- Que llevo ya tres horas con unas ganas locas de tirarme un pedo, joder, y ya me duele la barriga un poco. El caso es que tengo miedo de que después de tanta retención pueda escucharse.
- Ves a los lavabos, joder.
- Están siempre ocupados. La farlopa anda desbocada. Mejor me espero al guateque, ¿no?.
Es decir, todo muy correcto.

Los de la calculadora.
Ves ingresando el cheque, pidiendo una hipoteca para darnos algo o, directamente, si eres de los de toda la vida, vas dejando el sobrecito con los boniatos a mi hermano que es el contable de la boda. Vamos que nos vamos que hay que ver si tenemos para cubrir el banquete. Todo muy organizado, vale. Superbuenrrollo y tal pero poca broma que los anormales de turno han asaltado la barra libre, están acabando con todas las existencias de Chardonnay y Malta escocés (que lo tenían escondido), y el Maitre me está mirando con mala cara.
- Niña, ves contando los lereles que son las 18:00h, llevamos aquí 5 horas privando y los desalmados de mis colegas no hacen intención de tomarse un respiro.
- Me parece que va a faltar algo, cari.
- Bueno, pues subastamos mis gallumbos y listos. Una derrama extraordinaria. Eso sí, lo que pasa es que de los nervios en la iglesia igual tienen algún palomino.
- Hace media hora que los subastastes, amore.
- Y quién los tiene??
- Mi tía Puri.
- La solterona??
- Esa.

Las novias marchosas.
- Oye, Ríchal.
- Qué.
- Que tu esposa...., que vamos que..., que no veas como se arramba al Juan Carlos, nen...
- Es que le gustan muchos los ritmos caribeños. Además que son muy buenos amigos.
(no commment)

Los novios marchosos.
La novia tiene la cara un poco (bastante) larga. El novio, en el guateque, ha arrimado claramente la cebolleta a una de las amigas de la novia en unos pases de baile locos. Acción presenciada por los padres de la esposa (los suegros) y un 75% de los invitados. La amiga de la novia, enchispada y deshinibida por los efluvios del alcohol y la mezcla inconsciente y desordenada del mismo, encantadada de la vida. Acaba la canción. Ponen otra. El novio que se va para la novia. Si se aplicara un mechero al aliento de este podría pasar por fakir de todo a cien. Las pupilas delatan algunas caladas furtivas a algún psicotrópico de bolsillo.
- Nena, vamos a marcarnos un bailoteo para deslumbrar a los invitados.
- Cuando lleguemos a casa vamos a hablar tú y yo de deslumbramientos.
- Hosti, cari. No te habrás mosqueado, ¿no?.

Los que han ensayado el baile nupcial yendo a clases de baile de salón.
Estos son la repolla. Lo mismo se marcan un vals que un rock & roll. El vals, si son clásicos y respetan la tradición. El rock & roll, si van del palo "yo quiero ser superoriginal". Se ve a la legua que han dado clases en ambos casos. Y si no te coscas es igual, que para eso está la madre de la novia que orgullosa te lo remarcará.
- Tendrías que verla bailar la danza del vientre, Chumoski. Parece una mora de esas de verdad.
- Oh. No se preocupe Sra. Cecilia, si ya la he visto.
- ¿Eh? ¿Cuándo? Si empezó las clases ayer.
Eeeemm..., bueno, que la cuestión es que tiene que quedar de puta madre para la videograbación. Estoy pensando que estos también podrían encuadrarse en el grupo de los "perfectos".
- Vamos, nena. Ahora el ale-hoop mortal.
- Ves con cuidado, Ramiro, que no se me vean las bragas.
- Tranquila, cari.

Un par de cosas.
1.- De un modo u otro TODOS LOS EJEMPLOS SERÁN GRABADOS para la posteridad. (tal y como ya se ha apuntado)
2.- Tarde o temprano TENDRÁS QUE TRAGÁRTELOS tomando café....

Una tercera.
1.- Viva el amor.

Diario de... El Amor.

Qué buena está la Sandra Gómez y qué poco caso me hace. Bueno, sí que me hace caso, pero solo para reirse de mi última-ocurrencia-gilipollez-intento-futil-de-llamar-su-atención. Eh, y que conste que ella y yo congeniamos desde el primer momento y siempre nos hemos llevado de maravilla, cuidado. Que si ja-ja, que si ju-ju, en fín, ya sabeis. La cuestión es que hace dos días, y después de venirse oliendo el pescao de un tiempo acá (cosa normal cuando cada vez que me mira me pilla desnudándola con la mirada con cara de gato de Shrek), se sinceró conmigo, y oye, que sí, que resulta que además me quiere. Que me quiere, amiguitos, sí, pero..., ¿CÓMO ME QUIERE?? Yo lo sé, vosotros lo sabeis, y encima sin comodines del público. Efectivamente: me quiere como amigo.

Entonces viene mi confusión. Os lo explico. A mí me tiene cerquita todos los días. Sabe que por ella me echo de una moto en marcha. Y de un coche también. Y hasta sería capaz de dejar de tocarme lascivamente si ella me lo pidiera (que eso es sagrado, ojo). Sabe que que me haría la raya en medio y a un lado también; hasta encima de una cartera si hace falta. Que me cambiaría cada día de gallumbos (y de calcetines), que me ducharía todos los días en lugar de solo los Viernes antes de ver Banner y Flappy y que sería capaz de hacerme EMO y pintarme los ojos. Por ella me comería 12 latas seguidas de anchoas del Hacendado (aceite industrial refinado incluido) sin echar un trago de agua por el camino. Sabe que me comería 7 melones con cáscara y me bebería 8 litros de Cacaolat con 3 kilos de higos y que acto seguido sería capaz de estarme sin hacer de cuerpo hasta que ella me lo pidiera. Que me bebería el agua de un charco en San Fermín y me tunearía el coche con la pegatina del toro de Osborne. Lo que hiciera falta, joder. Pero no. Ella, con esos pechos y esos pezones como botones de ascensor, con esas medias negras y ese tanga marcado, me quiere como amigo. Como amigo. HI-JA-DE-P....

Porque luego, coge la gorriona, se junta con tres gorrionas más, y se me va a acampar fuera del palacio municipal para entrar la primera cuando abran las puertas. ¿Para qué? Pues mira, para ver de cerca a su ídolo, el vampiro piratón de la película esa de mierda que se llama Crepúsculo. Me cago en todos los muertos del vampiro marica y del hombre-lobo heterogay ese.

- Pero Sandra, hija... ¿qué le has visto al medio peo ese?
Y se ríe. Y también las amiguitas. Una (la más gordita) hasta se pone roja. Fijo que solo de pensar en él se ha "inquietado", la muy golfilla.
- Tú qué crees?. Pues que está buenísimo, chaval.
- Pero..., pero cómo que está buenísimo. Si el tío está más pálido que Iniesta, no me jodas, Sandrita.
- Eso da morbo - me dice. El corrillo de gorrionas ríe de nuevo.
- Ah, claro. Y seguro que a ese le quieres algo más que como amigo, eh - le dije tirándole la piedrecilla. Vuelven a reirse. Y la gordita (oye, pues ahora que me fijo tiene unas buenas berzas la chica esta...) vuelve a sonrojarse. Que da morbo, dice. Sí, hombre, sí. No ha catado varón aún y dice que le da morbo. ¿Pero qué morbo?. Sabrá esta lo que es el morbo en pelota picada y yo con la Fanta de dos litros removida y a punto de ebullición, sabes. Como un géiser. Que mucho tanga marcado y mucho muslamen pero esta no ha probado todavía un fresón de veinte duros. Joder, macho, como si no hubiera suficiente con los granos post-pajillas, tócate los huevos lo que hay que aguantar.

De todos modos... ¿habeis visto al tío este en la tele?. EL CARETO QUE GASTA SIN MAQUILLAR NI NADA. Hostiaputahostiaputa. ¿¿Pero qué tiene el anémico este que no tenga yo cuando me maqueo los findes para el botellón...??. Me cago en su estampa del vampiro gayer este de los cojones. Porque otra cosa te digo: fijo que cuando come cocido hay que atarle los garbanzos con hilo para que no se le vayan cayendo por detrás. Como todos los vampiros estos de moda que en lugar de destrozar gargantas (como siempre se ha hecho de toda la vida del señor; que un vampiro de verdad anda escaso de educación, coño. Es un animal hambriento, vale) solo hacen dos agujeritos gayers en la yugular. Mecagonlaputa, ¿pero por qué son así las tías, joder?. No, en serio: ¿¿QUÉ LES PASA??. Todas chillando como histéricas. Algunas sin sujetador. Dando botes. Llorando con su foto en la mano. Todas ya con su matojo depilado a la brasileña (para la playa). Esas mismas de las que siempre se ha dicho que maduran antes que los tíos (al loro). Sí, justo esas. Hostia, si tienen despertares sexuales... ¿no será más fácil y económico tirar de lo que tienes a mano que no tener ensoñaciones con un tío mierda que hace de vampiro mariquita en un mierdote de película? (Matemáticas de 1º de ESO, joder)

El Miércoles que viene tengo hora. Con el dentista, que además me ha dicho que no me preocupe que no hay problema y que se puede hacer. Y con los billetes en el bolsillo enrrollaos con una goma de pollo (porque esto no va a ser barato, sabes). Yo por la Sandri hago lo que haga falta. Luego ya veremos que me dice mi vieja en casa (y mi viejo, sobre todo mi viejo), pero bueno, paso ahora de planteármelo. El caso es que si hay que ponerse dos fundas de colmillo vampírico, se ponen y punto. Eso sí, me pongo los colmillos, vale, pero paso tres pueblos de empolvarme el jeto como Tom Cruise o el papafritas este, ni hablar. ¿Que luego la Sandrita sigue pasando de mí? Pues mira, a tomar por culo. Ahí tendré siempre a mano un abridor natural de puta madre para el botellón y para lo que haga falta. Sea como sea, hay que intentarlo.

Mierda de amor.

PD.: Ahora que lo pienso, me parece que..., que sí, que juraría que tengo por ahí el teléfono de la gordita. Si se sonroja tanto es que algo sabe, qué duda cabe.

PD2.: Y encima, a lo mejor con un poco de suerte no me pide que me tunee el buga con un torito de osborne.

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miércoles, 26 de mayo de 2010

Corazón fatigado. Cap. 8. EMBARAZADOS.

- Me apetecen pistachos iraníes, cari.

Domingo, Día del Señor, cuatro de la tarde. Resopón tras la comida. Multicines de A3 en su máximo esplendor. Película prometedora. Siestón del quince en ciernes. Ni un Cristo en la calle; bien por la hora que es, bien por la festividad del día en sí, bien porque están cayendo del cielo 94,2 litros de agua por metro cuadrado; también rayos y centellas.

- De esos que son alargados, Paco, y que cuando los abres son todo de color verde. Pero de los que venden a granel, eh, no de bolsa envasada al vacío, no, yo digo de los que venden al peso, ya sabes. Son un poco más caros pero están buenísimos. Ay, qué ganas tengo.
- ¿No te valen los que compramos ayer en el Mercadona? Te recuerdo que compramos 7 bolsas de esas de 500grs. cada una, osita.
- Es que he abierto una esta mañana y parecen cacahuetes salados. No son auténticos – me respondió haciendo un pucherito.

Cogí las llaves del coche y el tabaco, desestimé su preocupación ante el diluvio universal que amenizaba la tarde y, tras darle un besito de amor en los hociquillos, le dije que volvía enseguida, que por favor procurara no ansiarse que no tardaba nada, que lo primero es lo primero.

Así es el amor. Así es, y yo lo he tuteado. Por eso mismo pinté cinco veces la habitación de la criaturita. Primero amarillo Piolín, luego salmón Barça, azul magenta apastelado, un color así como de chupachups Kojak y, por último (y hasta nuevo aviso) lo hemos dejado en un rosa chicle (el que va dentro del chupachups, precisamente) con unas cenefas blancas. No le faltará de nada a mi niña. Le he instalado una pantalla LCD de 40” frente a la cuna. Una Sony Brava de esas. Para que mi princesa pueda ver sus Teletubis como dios manda. También le he atornillado en uno de los barrotes de la cuna un apéndice para poner el mando a distancia y que lo tenga a mano por si se agobia con tanta carantoña y tanto besito y quiere cambiar de canal. De todos modos, si no tiene ganas de ver la tele, como le he enchufado la PS3 también y le he dejado cerca el joystick, pues eso, que a su bola. Luego le he colgado también unos cuadros en las paredes: uno de Bruce Lee, otro de Spiderman y un tercero de la esponja esa con ojos que tanto les gusta a los chiquillos. Ha quedado fantástica.


- Disculpe, ¿tienen pistachos iranís a granel?.
Ni en el Opencor. Así que, tras unas vueltas a Barcelona, como todo lo demás estaba cerrado, cogí la Ronda de Dalt y tiré para las afueras.

Le he comprado ocho pijamitas del Barça, tres colchas, tres juegos de sábanas (con el escudo en el centro), patucos, baberos, cinco gorritos, tres bañadores, camisetas, calcetines, braguitas, chupetes..., todo con los colores de mi club. Todo menos los pañales, que son blancos (así, si quiere cagarse, que lo haga en otros colores, oye). Unas gorrillas Adidas para cuando haga sol, tres pares de bambas Nike y dos Converse (uno de ellos All Star) y cuatro chandals para que cuando baje al parque se sienta cómoda; también para que tenga variedad.

- Oiga, Jefe – le dije al del Peaje-, ¿pistachos iranís?.
- Perdone, ¿cómo dice?

Luego, para su tiempo libre, le he comprado también un parque de esos donde se meten los chiquillos con sus juguetes y lo he llenado de pelotas de colores de esas que hay en los Chiquiparks. Los chiquillos disfrutan muchísimo con eso. También unos pocos puzzles. De 500 piezas. El de la tienda decía que esto de los puzzles es una cosa progresiva y tal. Que poco a poco los chiquillos van pidiendo más piezas y más dificultad. Ni puto caso. Este tío es corki. Mi niña va a ser más lista que el copón.

Encontré pistachos en Calella, a 40 kms. de Barcelona. Se conoce que allí, ese día, habían celebrado un mercadillo de productos medievales típicos de la zona y bueno, refugiados de la lluvia y la ventisca andaban bajo las arcadas de piedra de la plaza del ayuntamiento los mercaderes, muertos de asco, empapados, y recogiendo ya los tenderetes. Me acerqué a uno, por probar:

- ¿Tiene usted pistachos?
- Sí.
- A granel?
- Sí.
- ¿Iraníes?
- No. De Albacete.
- Bueno, mientras sean verdes, no pasa nada. ¿Son verdes por entero, verdad?.
- ¿Ha tomado drogas, amigo?
- Dios mío, qué alegría (gracias, Vírgen del Carmen, tú que todo lo puedes). Pensaba que solo tendría butifarra blanca y negra, queso y esas cosas.
- La globalización es lo que tiene, caballero.
- Ah, ya, claro. Pues, si me dice que también tiene por ahí un paragüillas me meo toa.
- Son 30 leuros, caballero.
- ¿El paraguas?.
- No, los pistachos. El paraguas son 50.

Para las noches he adquirido un par de walkies último modelo por si la criaturita tiene alguna necesidad. Le he pegado en el suyo, con papel y celo, un pequeño compendio morse para las peticiones más básicas: pipi, caca, hambre, sed, me aburro, estoy agobiada, cógeme, paso de tu cara, este bibe está frío, vámonos de fiesta, etc. Tienen un radio de alcance de 500 metros. Todo controlado. Total, el piso es de 68 m2, pero por si le da por darse una vuelta a la calle un rato. Todo está milimétricamente estudiado.

Cuando volví a casa (6 horas después) hacía ya rato que la peli de Multicines de A3 había acabado. Parecía la niña esa que sale del pozo en la peli de miedo china-japonesa. No por lo fea, sino porque iba dejando rastro de agua en el parquet a cada paso que daba (además, que yo visto mucho mejor). Mariajo seguía tumbada en el sofá, rodeada ahora por envoltorios vacíos de frutos secos marca blanca que reconocí al instante.

- Cari, mientras venías le he echado mano a los que compramos ayer. Para ir quitando la gusa y eso. ¿Los has encontrado?.

Se había comido las 7 bolsas de pistachos salados que, según ella, no eran auténticos. 7 bolsas de 500 grs cada una. Millones de cáscaras rebosaban en una olla para potajes.

- Sí. Los he encontrado, osita. Para ti. Tuyos son, míos no, como mi corazón.
- Ay, Paco, que si acaso luego me los como también, ahora lo que tengo es mucha sed. Pero mucha, mucha, mucha sed. Qué seca tengo la boca, caramelito. Me apetece Schweppes de Sandía con hielo. Me bebería cuatro litros.
- ¿Y no puede ser de limón o de naranja? – le dije pensando en la tienda de los chinos.
- No. De sandía. Mmmmmh, qué rica.

Me sequé así por encima de la ropa con una toalla y cogí de nuevo las llaves del coche. Feliz, entusiasmado. Mi niña iba a ser preciosa. Ya lo dice el filosofero popular español: de padres feos, hijos bellos.

TO BE CONTINUED.

martes, 25 de mayo de 2010

Corazón fatigado. Cap. 7. ECOGRAFÍA.

Siempre me han dado mucho respeto los médicos. Las enfermeras no tanto, pero los médicos, mal asunto. Así que solicité refuerzos y se vinieron con nosotros el Jose Luís y un tal Mateo.

El Mateo era un compañero de trabajo de la Mariajo, del Carreful, uno de la cuadrilla que tenía a su cargo en el almacén, y, que al igual que sus compañeros en realidad no se llamaba así. Se conoce que se presentó un buen día junto con dos o tres más a pedir trabajo, vale, negros como el tizón, que venían del Mozandique y que ya estaban hartos de los cinturones y los bolsos Guchi.Como tenían unos nombres bastante chungos los rebautizaron para que no hubiera problemas, así que con Mateo se quedó.
El José Luís pidió expresamente el día libre en el trabajo para venirse. Me tiene mucho aprecio. Tres veces tuve que decirle que guardara la china que ahí no se podía fumar. Y una cuarta abriendo la puerta de la consulta. Si no fuera por tanto aprecio no sé lo que haría con él, la verdad. La cuestión es que cuando me enteré de que la ecografía esa se la hacían a ella pues oye, como que ya me quedé más tranquilo, así que les dije que se esperaran abajo y que se portaran bien como personas adultas.

Para los que no estén al tanto del asunto que nos atañe, voy a explicar con dos trazos de rotring lo que es una ecografía. Una ecografía es una especie de radiografía que le hacen a las mujeres (nadie nace enseñado; por si alguno va de listo) cuando se empreñan, vale, y, entonces, les ponen un poco de vaselina, la cual, por cierto, decía la Mariajo que estaba muy fría, por encima de la barriga. Una vez empastifado todo le pasan por encima un cacharrito muy, muy parecido a los que usan en el Carreful para hacerte la cuenta, y, entonces, en una pantalla del ordenador, en lugar de salir lo que vale cada producto y el que está en oferta y el que no y el que tiene 3x1 y todo eso, resulta que se ve la criaturita (por decir algo). Un pasote, vamos. Tecnología punta. Pero yo no veía nada.

- Oiga, señorita, no veo nada.
- Espérese un momento, caballero, que le estamos midiendo la cabeza.
- ¿La cabeza? ¿Qué cabeza?. Yo no veo ninguna cabeza, señorita.
- Sí, mire, ¿ve usted este contorno? Fíjese, mire que bien se ve ahora.

Por un momento incluso me pareció ver que estaba a pegada a un cuerpecito, vale, pero luego, cuando la enfermera movió otra vez el cacharrito sobre la barriga de la Mariajo, la criaturita en la pantalla se partió en varios pedazos y ahí me acojoné un poquito bastante.

- Oiga, señorita, perdone usted mi ijnorancia y mi esculpicia pero yo juraría que el niño viene roto - le dije con un desasosiego importante en mi cuerpo.
- No se preocupe, caballero, que no pasa nada. El bebé se mueve y yo, al mover esto también de un lado a otro hace ese efecto en la pantalla.
- Lo que usted diga. Pero es que además, a mis cortas luces, yo diría que ese niño tiene la cabeza más gorda de lo normal.
- Tranquilo, señor, que todo está bien.
- Cómo voy a estarme tranquilo, señorita, se reirán de él en el Colegio.

La Mariajo miraba embobada la pantalla, emocionada. Le caían las lagrimillas. Es lo que tienen las mamás que no se puede explicar. Un angelito en sus entrañas, su niño Dios, y ellas, antaño vírgenes marías (porque claro, una vez que ya se desfloran, de vírgenes nada, eh) que ya sufren por ellos desde la camilla de una habitación fría y aséptica.

- Mariajo... - le dije por lo bajini -, para el médico por lo menos, hombre, haberte puesto aunque sea un tanguilla.

Cruzó las piernas cuando se dio cuenta de que se me iban los ojos para su Big Mac. La cogí de la mano en señal de que todo iba bien, de que no me estaba descentrando. Ella me correspondió con un besito.

- Bueno - dijo la enfermera -. ¿Vamos a ver si se puede ver el sexo del bebé?
- No hace falta - le contesté mientras me guardaba el pañuelo con el que me había secado unas lagrimillas furtivas-, va a ser macho.
- Anda - me miró sorprendida -, ¿y eso por qué?.
- Pues por nada. Porque lo digo yo, básicamente. ¿Por qué va a ser? Estas cosas se perciben entre hombres, mujer.

Total, que coge, le pega cuarenta vueltas a la criaturita, ponte así, ponte asá, estate quieta un momentito, a ver, a ver....

- Mire, mire - le digo- ¿ve usted?, si es que ha salido a su padre, clavao. Si ya se lo estaba diciendo, mujer de poca fe. Ay, alma de cántaro. Mire, eso son los cojones y eso, está claro lo que es, el pichurrón.
- Disculpe, usted, señor, pero se equivoca. Eso son los piececitos y eso otro largo que usted dice, es la columna vertebral.
- Hostia, perdone. Es la emoción contenida, usted mentiende.
- Su mujer está de cuatro meses -me dijo-. Y puede darse el caso de que se vea el sexo o de que no. Vamos a intentarlo.
- Eso, eso. Que se me escapan ya los peos de los nervios.

Mi cari no apartaba los ojos del monitor. Yo no me enteraba un carajo de lo que estaba viendo. Entonces la enfermera dijo que ahí estaba el sexo de la criatura. Que se veía perfectamente. La Mariajo se puso a llorar como una magdalena. Se sonrieron cómplices. ¿Eso? ¿Y dónde está el pollón como su padre? ¿Y los cataplines?

- Disculpe, usted, señorita, pero..., ¿dónde está el pene?
- Caballero, el bebé es una niña.
- ¿Cómo dice? ¿PERO QUÉ ME ESTÁ CONTANDO?
- Sí, una niña. Ve usted esto es la vulva y esto es... ¿no está contento?.

Yo me quedé un poco así de aquella manera, vale. Como cuando estás bailando unas rumbitas guapas de Peret o del Gato Pérez y de golpe te ponen a Camela. Sin reaccionar. Pero fue un chok cuyo efecto se disipó enseguida.

- Hombre, pues claro, madre. No voy a estarlo. Pasa que yo ya me había hecho a la idea de enseñarle al niño unas lecciones con magisterio que se dice, usted mentiende lo que le digo, pues de por ejemplo pase-control con el pecho y dribling, también unas katas y movimientos especiales de Kung-fu, y a enseñarle a usar los nunchako como el maestro, que en paz descanse, eh, a mear de pie sin salpicar y bueno, esas cosas de hombres. Yo es que ya me había hecho a la idea, pero que estoy muy contento de tener un chuminet del Barça. Anda que no.

Entonces todos nos pusimos a reir de felicidad y la enfermera me preguntó que porqué tenía que ser la niña del Barça y yo le dije que porque me salía a mí de los cojones y que si no se tendría que ir a vivir a otro sitio y ahí se quedó un poco pillada, sabes. JAJAJAJAJAJA!!!! Si es que no se enteran de nada estas muchachas. Muchos estudios pero luego no se coscan de nada, nen. Y mira que tenía un pollazo la chavala, eh. Se la veía limpica.

- Muchas gracias por todo, señorita, Dios la bendiga. ¿Se le debe algo?
- ¿Disculpe?
- Que si se le debe algo por la consulta, digo.
- Ah, no, no. Esto es la Seguridad Social, caballero.
- Estupendo.

Nos fuimos para abajo, abrazados los dos. Los chicos se alegraron mucho por la noticia. El Mateo tenía una dentadura que parecía un piano, el tío. Y el Jose Luís, estaba tan contento, que dijo que se iba a currar un "cuatro papeles" para celebrarlo. Cuando llegamos al barrio solo quedaba la colilla. Nos juntamos con el Paco el del Kiosko, y el Pedrito el del gimnasio. Pedimos unos pollos a l'ast con tres kilos de all i oli (nos gusta mucho) y nos los comimos en casa. Nos los comimos con la risera cuando les conté que el niño venía roto, luego unos cafelitos y los eché a la puta calle. Me habían entrado unas ganas de follar muy grandes. Cosa de los nervios. Bueno, y también que con la preñamenta pues se podía hacer con libertad. Eso sí, con cuidadito no sea que se lastime la criatura. Yo siempre con mucho cuidadito.

TO BE CONTINUED.

Corazón fatigado. Cap. 6. ROSA O AZUL. (II)

Salí muy despacito con los brazos en alto. Me sudaban los dientes. Una docena de Prosegur, todos en posición académica preventiva de defensa, me esperaban apuntándome con el Fungusol en la mano. Solo había una Prosegur Woman. La distinguí entre el resto de las fuerzas del orden por las dos coletas que llevaba a los lados de la cabeza debajo de la gorra. Si ese día le da por hacerse un moño hubiera contado 12 tíos. Así pues, esa era la que nos había dicho que saliéramos del váter. Era Luci. Una Prosegur Woman capaz de pelarle las patillas al cero a Curro Jiménez de un soplamocos. "A ver, Curro, ¿dónde está la mosca, aquí o aquí?". ZAS!!! Patillas fuera. Poca broma con Luci, nen.

- Tranquilos, muchachos, tranquilos. Estoy desarmao. Soy inocente. Lo juro por la Niña Pastori.
- ¿QUÉ ESTABAS HACIENDO AHÍ DENTRO, CHAVAL? - me dijo muy seca. Como si no me conociera de nada.
- Nada malo. De verdad. Haciendo una prueba con mi novia.
- ¿Una prueba?. Follando, eso es lo que estábais haciendo. En un lavabo público, sinvergüenza. Probando a ver si le cabía por la puerta de atrás, seguro.
- Mire usted, Srta. Luci, que se equivoca. Y que no soy violento, pero que como vuelva a vacilarme y a faltarle el respeto a mi cari le meto una patá en el coño que le hago medio hombre sin pasar por quirófano, so chuachenague de mierda.

Para qué dije nada, sabes. Madremíademivida. Se me echaban encima con los Fungusol, nen, y a meterme más palos que al pobre de Rodnie King, pero justo cuando podía oler sus alientos a carajillo y copas alcohólicas a deshoras salió la Mariajo del váter con las manos en alto también, muy despacito. Ahí ya se frenaron todos en seco.

- QUIETOS. QUIETOS PARAOS TODO EL MUNDO - dijo uno que parecía más jefecillo-, mecagonlahostia, ¿QUÉ ES ESO?.
- Esto es que..., que estábamos mi novio y yo haciendo lo de...

Pero no la dejó acabar la frase. Se había puesto mazo nervioso.

- Dios mío... CUIDAO TODO EL MUNDO, ECHARSUS PARA ATRÁS, PUEDE SER UN DETONADOR. ¿Qué es eso que lleva en la mano, señora? Responda ahora mismo. ¿Qué cojones es eso?.

Yo miré de refilón a la Mariajo. Estaba muy nerviosa. Le dijo que era un Predator. El Jefecillo la miró con cara de no entender. Una cosa así como si la cajera del DIA, cuando te da la cuenta, te dice "que sepas que se conoce que una de las teorías más extendidas respecto de los agujeros negros es que todas las galaxias espirales y elípticas tienen un agujero negro supermasivo en su zona central, y este, a su vez, generaría una fuerza de gravedad suficiente como para mantener la unidad". Pues eso. Una cara de "voy a probar con la tapa de un Cola-Cao a ver si me sale una O en condiciones".

- ¿Un qué?
- Un Predator, señor.

Me la hubiera comido allí mismo. La gracia con que lo repitió. Asustaíca. Y lo guapa que estaba en ese momento con su raya en los ojos hasta las orejas y sus aros en las orejitas y su cola de caballo en la espalda. Hay que ver lo que es el amor. Si en ese momento me dicen que me coma 7 kilos de higos chumbos sin pelar, me los como. Por ella. No las mariconadas esas que canta Alejandro Sanz.

- ¿Puedo bajar las manos ya, Jefe? - le dije.
- MECAGONLAPUTA. DE RODILLAS LOS DOS AHORA MISMO. VENGA, COÑO. Y DEJA ESO EN EL SUELO MUY DESPACITO. MUY-DESPACITO, QUE SE ME VA EL DEDO, CHAVALA.
- Oiga, un poquito de respeto con mi cari, que le está diciendo que es un Predator para mirar la preñamenta, usted mentiende.
- DE RODILLAS HE DICHO, COJONES. DÉJALO EN EL SUELO, VAMOS. LOS DOS DE RODILLAS, HOSTIA YA. Y ACERCARME MU LENTAMENTE EL CACHARRO ESE. SIN SORPRESAS QUE TE FUNDO, NENA.

La estaba apuntando con el Fungusol. Los demás no nos quitaban ojo. Ahora podía entender mejor a Stallone cuando los paletos aquellos le querían hacer la vaca cuando volvió de Vietnam. Total, que nos arrodillamos y la Mariajo dejo el Predator en suelo y lo tiró hacia donde estaba la Prosegur Woman.

- Luci, comprueba el artefacto a ver si es seguro. Con cuidaito, eh. Siguiendo el protocolo de seguridad, Luci. Tranquilica, no sea un explosivo de esos nuevos en lugar del detonador. VOSOTROS, ECHAOS TODOS MÁS PARA ATRÁS, JODER. MIGUELÍN, ATRANCA LA PUERTA QUE NO ENTRE NADIE.
- Jefe, que hay una señora fuera que está poniendo el pie en la puerta y no me deja cerrarla, que dice que se está meando.
- CIERRA, COÑO, QUE SE VA EL EROSKI A TOMAR POR CULO CON NOSOTROS DENTRO. Y LLAMA A LOS JEOS CAGANDO HOSTIAS. CÓDIGO ROJO TIRANDO A OSCURO, COJONES.

Se les veía bastante acojonados, la verdad, todos arrejuntados contra la entrada del lavabo, con sus trajes marrones y sus gorras, mirando a la Luci que se estaba agachando lentamente y estiraba el brazo, con los sudores en la frente, para alcanzar el Predator. Uno hablaba por el walkie.

- Aquí Charlie, Manolín, aquí Charlie, Manolín, ¿me recibes?.Sí, presuntos terroristas. Sí. Lo que yo te diga. Te lo juro, pavo, un pasote. ¿Cómo?. Ah, sí, aquí metidos echando un kiki dentro de un lavabo. ¿Cómo?. Ah, vale, guay, unas birritas, sí, luego. Sí. A las nueve acabo. Vale, vale. Que siiiiii..., luego hablamos. Ay, qué golosón eres, canalla.
- CARLITOS, ¿TE QUIERES CALLAR DE UNA PUTA VEZ O ES QUE ERES GILIPOLLAS?.

Yo tenía, de los nervios, una descomposición en el cuerpo que para qué te cuento. Unos sudores muy grandes. La ropa pegada a la piel. Mi cari me miraba de reojo. Me suplicaba con la mirada.

- Jefe, es un Predictor de toda la vida. De los de las Farmacias. Un genérico en este caso. No hay problema, están diciendo la verdad.

Abracé a la Mariajo y, echando el pendiente julajop a un lado, le dije a la oreja que "todo va a salir bien, cari, todo va a salir bien". Ella me abrazó a su vez. Me giré y le dije a la Luci que por favor, que me dijera el colorín que había salido. Se juntaron todos los Prosegur a su vera, mirando el Predator. La Luci le dio unas pocas vueltas hasta lo que mantuvo fijo en una posición durante unos segundos. Luego me miró, y me dijo con una sonrisilla:

- Maestro, felicidades. Ha salido rosa. Va usted a ser papá.

Los Prosegur se pusieron a aplaudir. El tal Carlitos volvió a conectar el walkie para darle la buena nueva a Manolín. Mariajo y yo nos miramos, con lágrimas en los ojos y nos comimos los hocicos. La Luci, hay que ver lo que son las cosas, con esas coletas y esas trazas de profesora de gimnasia de Porky's se puso a llorar también. Todos me dieron la enhorabuena. Nos hicieron un pasillo y salimos para fuera. Menudo pollo tenían montado los JEOS. Toda la gente agolpada detrás de las cintas de seguridad, expectantes.

- Déjeme el altavoz un momento, por favor - le dije al JEO que tenía más cerca -. Señoras y señores aquí reunidos, JEOS, Guardia Urbana, Mossos d'Esquadra, compradores, niños, curiosos, marujas de todo a cién, cajeras del Eroski y muchachas en patines, que lo sepan todos ustedes: VOY A SER PADRE!!!!!. Y ahora, todos al Mac Donald's. Invito yo.

TO BE CONTINUED.

Corazón fatigado. Cap. 5. ROSA O AZUL.

Me entraron cuatro retortijones traperos que me hicieron doblarme sobre mí mismo pero pude sobreponerme por unos instantes. Así que logré hacer la cola de la farmacia del Eroski y compré finalmente, después de solicitar en voz alta que "por favor, a ver un poquito más de nervio esos farmacéuticos que es para hoy, gracias", un Predator, uno genérico que era más barato. La cogí de la mano y me la llevé a los lavabos a hacernos la prueba. No podía esperar a llegar a casa. Nos metimos en el de las mujeres y le dije que "un momentito, cari, por favor, porque se me ha descompuesto el cuerpo vivo". "Oiga, caballero, que usted no puede estar aquí!!. Que esto es el lavabo de mujeres!!", me dijo una voz de esas que se quedan con la copla de todo lo que se comenta en el autobús sin perder detalle."Es una emergencia, señora, lo siento". "Será sinvergüenza!!! Así va España con esta juventud descarada!!!". Salí 3 minutos y 34 segundos después con el ojete escocido, abrochándome el cinturón, y nos metimos en el último lavabo de la fila de la derecha. La señora había desaparecido. Echamos el pestillo y la Mariajo se bajo la falda.

- Pero cosita mía, ¿otra vez sin bragas?.
- Es que me dan calor.

Se agacha con el pelusillo al aire. Ese día no iba mohicano. Se estilaba últimamente el rollo afrofunky de los 70, tu mentiendes. De un modo un otro, dos cosas te digo:

1.- Se pueden comer sopas de ajo porque mi cari es limpia hasta decir basta.
2.- Se peine como se peine, raya en medio, estilo Boney M o pelón como Kojak, me pongo tierno en 0,12 milésimas. Me tiene robao el corazón.

Se agacha.

- No tengo ganas, Chumi.
- Hay que hacer un esfuercito, cosita. Espérate que abro un grifo.

Cuando entré de nuevo, y pasados unos segundos de tensa espera, se le aflojó la vejiga a la Mariajo, pero el chorrillo, bien de los nervios, bien de la inexperiencia, no acertaba en el blanco. Volví a echar el pestillo y me coloqué a su lado.

- Más a la izquierda, Mariajo. Bien. Así. Espera, espera..., ahora. Un poquito a la derecha. Un poquito. Más. Cuidao con la rasante. Vale. Bien, bien. Muy bien. Ahora curva cerrada. Eso es, bien, ahora a ras. Perfecto.

Tenía la boca como si me hubiera comido cuatro kilos de anchoas de l'Escala sin pan ni ná, a palo seco, y de postre cuatro polvorones de hace 7 años, de esos que nunca se tiran y se ponen con el café para los invitados. Por si cuelan, ya sabes lo que te digo.

POM-POM-POM!!!!!

Aporrearon violentamente la puerta. Mi cari resbaló un poco hacia atrás y con el vaivén me meó una pernera entera.

- Joder, qué susto!!!. Se me ha cortado el chorro. ¿Quién es? - dijo la Mariajo.
- ¿QUÉ ESTÁN HACIENDO AHÍ DENTRO?. - era una voz enérgica de mujer.
- Estoy cagando - le contestó mi cari haciendo gala de unos reflejos mentales que lo flipas.
- ¿Y para cagar tienen que estar los dos ahí metíos?.
- Pues sí, porque no hay papel y mi novio tiene los kleenex. ¿Qué pasa?.
- SALGAN AHORA MISMO!!.

Alguien había llamado a las fuerzas de seguridad y el orden. Fijo. No había otra.

- No puedo, estoy apretando.
- PUES QUE SALGA EL OTRO.
- Ay, cari - me dijo agachada con el peluso al aire y el Predator en una mano - ¿es que no vamos a poder tener nuestra intimidad? ¿Qué hacemos?

Se escuchó un poco de follón fuera. La agente del orden diciendo a las mujeres que desalojaran los lavabos. "Salgan, por favor, salgan deprisa". Y a las que querían entrar pues que "no, ahora no se puede, señora, espere un momentito". Todo acompañado de contínuas comunicaciones walkie-talkie. "Aquí Luci. "Gorrión del Espacio", ¿me recibes, "Gorrión"?. Aquí Luci. Tengo a dos sospechosos encerrados en un lavabo de mujeres. El que hay al lado del McDonald's, sí. Solicito refuerzos." Todo muy rollo Hombres de Harrelson, vale. Yo estaba alucinando en Technicolor y Panavision.

Más voces de agentes del orden del Eroski (de esos que visten de marrón y tienen el escudo amarillo) irrumpieron en los lavabos de mujeres. También reconocí la voz que hace poco me había llamado sinvergüenza. "Señora, le he dicho que espere fuera, por favor". "Es que me estoy meando". "Pues váyase usted a los lavabos que hay junto al Zara". "Es que están muy lejos". "Pues váyase a tomar por culo ya de una puta vez, señora, haga el favor". Los había avisado ella y ahora quería ver el espectáculo en primera línea; muy propio. Estábamos acorralados.

- Vamos a ver qué está pasando aquí. ¿Cual es el problema, Luci?. ¿Qué pasa, que se están endrogando ahí dentro o qué?.

Miré por debajo de la puerta y vi por lo menos diez o doce pares de zapatos de esos bastos con puncherón que usan estos agentes.

- Cari, tenemos que salir y decir la verdad - le dije a la Mariajo, que continuaba con la falda bajada y el Predator en la mano.
- Chumi, estoy muy nerviosa.
- SALGAN PARA FUERA AHORA MISMITO - dijo un tío con un vozarrón de esos vacilones como en las películas, sabes.
- Tú tranquila, chocho. ¿Ha salido rosa o azul? Dímelo, por tu viejo el legionario, dímelo que me da algo.

Pero ella estaba muy nerviosa y solo tenía ojos para mí. Estaba asustadica viendo la que se estaba montando, igual que los conejillos en medio de la Nacional cuando los pillas con las largas del coche. No esperaba que se liara tanto la cosa. Me cago en los muertos reconsagraos montaos a caballo de la maruja esa de mierda. Como la pille se entera. A saber qué les ha dicho.

- Bueno, cari, no pasa ná. No te preocupes, luego me lo dices - le dije acariciándole el cabello y ayudándola a subirse la falda. Luego me dirigí a los de fuera.
- VOY A SALIR!!. NO DISPAREIS. SOY INOCENTE Y MI CARI MÁS TODAVÍA. VOY A SALIR YO PRIMERO. NO DISPAREIS, CABRONES.

Eché una ojeada más al cacharrito de los orines. Pero Mariajo lo tenía apretado del revés y no se veía el resultado. El tiempo establecido para ello había pasado de sobras. Bastaba un minuto para que saliera el colorín, lo ponía en el proscrito de la caja.

- YA SALGO. YA SALGO. SOMOS INOCENTES. POR FAVOR, GUARDEN SUS ARMAS AUTOMÁTICAS, QUE LAS CARGA EL DIABLO. NO HAGAN TONTERÍAS - grité hacia fuera-. Mariajo, salgo yo primer y enseguidita tú detrás mío, eh.

El ruido del cerrojo al descorrerse inundó la quietud que en ese momento reinaba en el lavabo de mujeres del Eroski. Tras ello, silencio sepulcral inmediato. La puerta de conglomerado verde que se abre lenta, muy lentamente chirriando en los goznes por falta de mantenimiento. Levanté los brazos en alto y, despacito, salí de lado.

TO BE CONTINUED.

lunes, 10 de mayo de 2010

Corazón fatigado. Cap. 4. VINO Y ROSAS.

Los vecinos, inicialmente, pensaban que me había tocado una Primitiva o que me habrían seleccionado para ir de público al "Sálvame de Luxe". La Rosario sabía en realidad cual era el motivo. Se alegró mucho por mí.

- Chumoski, no sabes cuánto me alegro por tí. De verdad.
- Gracias Rosario. Y tú sabes que siempre me tienes ahí para lo que quieras, eh.
- ¿Para todo? – me dijo con una mueca de pesambre.
- Mujer, para todo para todo, ahora va a ser que no, porque tú sabes que soy hombre fiel que se viste por los pieses.

Eran los días más felices de mi vida. Mariajo trabajaba en el Carreful y tenía a cargo en el almacén a un grupo de negros del Mozandique. Todos la querían mucho porque era muy buena trabajadora y muy cariñosa. Aceptó venirse a vivir conmigo y convirtió mi vida en un paraiso permanente. Me hacía huevos con beicon los Sábados por la mañana y callos con garbanzos los Domingos, ensaladilla rusa sin judías verdes y, encima, como yo, era una apasionada del gazpacho (100% natural y con tropezones y picatostes) y de la crema catalana; también de las papas fritas con all i oli. Vírgen del Cármen, ¿acaso merezco tanta suerte?. Yo por mi parte jamás dejé unos gallumbos o unos calcetines usados abandonados en algún rincón de la casa, y es que les enseñé el camino hacia la lavadora (fui muy estricto en este punto y no acepté “caritas”). Si ya de por sí siempre me he apañado muy bien solito, ahora, entre los dos todo era mucho más fácil. Más fácil y más placentero, pues nunca faltaban los tocamientos. Nos amábamos a todas horas. Allá dónde nos encontráramos, como nos diera el apretón, ya se liaba el asunto; en los probadores del Corte Inglés, en los lavabos de un Bar, en la última fila del cine, en los asientos de atrás del autobús, en el rellano de la escalera, en la sección de frutería del Condis, en fín, cosas de enamorados. Qué maravilla de hembra. Recuerdo en una ocasión que la chiquilla puso tanto empeño que al día siguiente me dolian las rodillas; rechinaban como cuando los cojinetes se quedan sin aceite. Me dijo el especialista de los huesos que comiera mucha pasta y muchos hidratos de carbono. Y es que la Mariajo era tremenda. Además, como siempre iba sin bragas (que esa es otra) y yo siempre estaba dispuesto pues nos entendíamos muy bien. Nunca se las ponía porque decía que le molestaban y que le gustaba ir con el negocio suelto. Al final le copié la idea, pero por pocos días porque cuando me rozaba con los tejanos en seguida se me ponía morcillona y se notaba mucho. Estábamos hechos el uno para el otro menos en lo de la ropa interior, por lo visto, pero a mí me daba igual. Mi amor hacia ella era puro y sincero y cada vez que veía ese potorrín mohicano el mundo como tal desaparecía a mi alrededor. Era como una escena de esas de película en las que los efectos especiales te cambian el decorado en tiempo real, vale. La cubría a todas horas. Siempre que teníamos ocasión. Mañana, tarde, noche, bodas, bautizos y comuniones. Mi voluntad estaba a su merced. Mi vida entera. De sus ojos, de sus caderas, de sus migas con torreznos, de su raja de canela.

Le regalé flores por Primavera. Le compré el DVD original de "Pasión de Gavilanes" por su cumpleaños. La llevé a la playa de Badalona. A comernos un arrocito a Castellón (que tuvimos que parar en el camino, en el párking de un área de servicio, porque las necesidades sexuales del cuerpo humano son así; además que mejor eso que no estrellarnos y que con el golpe me pegue un mordisco mal dado y me quede con una salchichita de esas de canapé). Fuimos al Tibidabo. Qué gracioso el hotel ese del terror. Nos apartamos del pasillo y de la gente (que estaba toda acojonada) y, aprovechando la coyuntura, quisimos arrejuntar los aparatos. La niña del exorcista que se queda con la copla y que dice que se apunta. Pero vamos a ver, dónde vas con esa cara y esas trazas. Que no, que es maquillaje. Anda, va, tira a asustar a la gente que me vas a quitar el calentón, haz el favor. Que no, que no, que tengo 10 minutos, que me apunto. Que tires, coño, que haces cara de gastroenteritis. Menuda risera, sabes. Y la cosa es que tampoco vi que la Mariajo hiciera ascos, eh. Si es que ya te digo yo que era una fenómena. No podía considerarme más dichoso. Era imposible. Era como el gol de Koeman en Wembley pero multiplicado por el tipo de interés fijo del Banco Santander.

Un día fuimos a comprar al Eroski.
Estaba yo barruntando qué envasado de chorizo echar a la cesta, si el imperial de Revilla o uno picante de pueblo, sin marca. Estaba a punto de decidirme por este último, porque el de Revilla tenía demasiados pegotes de grasa y el otro más carne, cuando me dijo, sin más:

- Cari, hace dos semanas que tendría que haberme bajado el tomate.

Me giré con los dos envasados al vacío de chorizo, uno en cada mano, y le contesté, absorto en mis pensamientos gastronómicos:

- ¿Tomate? Cual tomate, ¿Orlando o Apis?

TO BE CONTINUED.

Corazón fatigado. Cap. 3. REENCUENTRO.

Era ella. Lo supe incluso antes de meterme el cubito de hielo en la boca (una costumbre que tengo). Le vi la raya de los ojos a la altura de sus preciosas orejas antes que el resto de su bendito rostro. Reconocí esa raya. La reconocería entre miles y miles de maquillajes Margaret Astor. Y luego esos aros julajops a modo de pendientes. Y sus labios (los de la boca, digo). Sus ojos azules, hipnóticos, con esas pestañas como abanicos. SU COLA DE CABALLO. Miré al cielo, reconvertido en aquel momento en un techo masivamente decorado con focos de luz y paneles luminosos, y di las gracias, en silencio, a la Vírgen del Carmen. Acto seguido, volví a dedicarle toda mi atención; mi vida entera. Llevaba unas mallas negras muy ajustadas y una camiseta escotada hasta límites más allá de la dimensión desconocida. Sonreía. Me sonreía, a mí. Solo a mí. Y yo, con la mirada perdida en las profundidades de su canalillo, temblaba como un corderito. Temblaba de amor. Pasaban los segundos y no era capaz de articular palabra. Eso no era un canalillo, era el Canal de Suez, el Estrecho de Gibraltar separando dos continentes. Cuando quise hacerlo olvidé que tenía el cubito de hielo en la boca y le escupí un poco en la pechera. Ella dio un respingo y yo le pedí disculpas. De nuevo gotas frías volvieron a caer en sus pechos, con su correspondiente respingo por el cambio brusco de temperatura. Maldiciendo mi estupidez giré la cabeza y finalmente escupí el cubito sin pensar.

- Digo que..., que..., que disculpa - con el ademán tiré el vaso de tubo en la barra. Gracias a Dios ya estaba vacío. Los cubitos restantes se desparramaron sin ton ni son a lo largo de la misma.
- Eres el de la Isla Fantasía, ¿verdad?.

Ay, que se acuerda, ay, ay, ay, ay...

- Soy quién tu quieres que sea, reina mora, divina entre las divinas, corazón mío. Soy tu siervo, tu vasallo, tu mueble del Ikea más preciado, tu sartén favorita para las tortillas, esa que nunca se pega. Soy el sol por tu ventana, tu día de playa perfecto, tu mejor bikini, el cuscurro de la barra de pan, soy tu rebanada de Nocilla, tu trago frío de Coca-cola después de media bolsa de pipas saladas...

Soltó una carcajada que me hizo sentir indeciso y voluble. Se estaba riendo de mí. Eres un torpe, Chumoski. Eres tonto.

- ¿Todo eso eres? - me dijo con una dulzura que casi me provoca diabetes.

Una gran mano, fuerte y poderosa me sacó del aturdimiento. Me giré. Un monstruo calvo y enorme me mostraba en la otra mano un cubito de hielo.

- Perdone, caballero. ¿Esto es suyo?

En mi desconcierto acudí a ella para excusarme por la interrupción del gran Pablito pero ya no estaba. Solo quedaba su fragancia en el aire. Oh, no. Por favor, no.

- Le digo si esto es suyo.
- Eeeeemmm...., sí, bueno, no... - le dije reculando.
- Me has escupido el cubito de hielo en la cabeza.
- Y yo que lo siento mucho. Me parta un rayo si miento.
- ¿Quieres tragártelo? - el tío insistía. Una quinqui detrás suyo asistía a la escena con cara de orgullo, pero no le di tiempo para ver los créditos finales.

Con una rapidez inusual y una agilidad de movimientos producto de largos entrenamientos en Jeet Kune Do, me zafé de su manaza y, aprovechando que los focos se apagaron para dar paso a los minutos de música lenta, me escabullí hacia la pista de baile y me perdí entre las parejas que se daban un descanso rítmico y aprovechaban la ocasión para frotarse un poco y besarse y eso entre pausadas y romántica melodías.

En la otra punta de la pista, Merche, el ser primigenio, asomaba el cuello. Me buscaba. Estaba atrapado. El calvo también entró en la pista. Finalmente me vio detrás de dos tortolitos que se estaban metiendo mano y, justo cuando iba a darme alcance unas manos suaves me rodearon, me giraron y se enlazaron en mi cuello con ternura.

- Hola, campeón. ¿Bailas?.

El calvo al final, gracias a Dios, al verme en brazos de esa diosa, decidió por el motivo que sea olvidar el agravio. Por lo visto, en el fondo tenía buen corazón. La cogí por la cintura sin apartar la vista de sus ojos. Junco cantaba "hola, mi amor".

- ¿Por qué te fuiste?
- Me estaba haciendo pipi.

Su forma de pronunciar "pipi" fue la espoleta necesaria. La besé y se dejó besar. Primero tímidamente. Al minuto nuestros hocicos eran una vorágine carnal incontrolable y mi erección un grito al amor. Nuestras lenguas, un lazo doble como el que se hace cuando los cordones de las bambas son demasiado largos. Sus pechos, de punta. Mis manos, en su culo.

Aquella noche volvió a caerme una lágrima furtiva. Pero esta vez, de felicidad. Gracias a la penumbra de la pista de baile, en esos momentos, de nuevo nadie reparó en ello. Nadie salvo ella.

- ¿Por qué lloras?
- Me aprietan mucho los tejanos.

Me echó mano al paquete y me susurró al oido:

- Eso tiene solución.

Se llamaba María José. Pero según ella todo el mundo le decía Mariajo.
Cuando Merche me localizó y se vino directa a por "su hombre", le paró los pies con un "dónde crees que vas, zorra". El ser primigenio, sorprendida por la brusquedad inesperada, frenó, congestionó su cara, dio media vuelta y nunca más la volví a ver.

Además era una hembra de carácter. No podía pedir más.

TO BE CONTINUED.

Corazón fatigado. Cap. 2. DISCOTHEQUE.

La busqué con la mirada en cada cola de caballo que veía por las aceras de la ciudad. Una vez incluso me metí en una Iglesia tras de la que creía que era mi Cleopetra. Estaba a rebosar (la Iglesia). Pensé que igual se trataba de algún concierto del Padre Jony porque eso no era normal la gente que había allí metida, así que me acoplé en la última fila y esperé con expectación. Resultó tratarse de un bodorrio de alto copete y tuve que soportar un sermón de una hora y media y a una anciana que se echó una buena cabezada sobre mi hombro derecho, pero hice acopio de fuerzas solo para volverla a ver. Mi decepción fue mayúscula cuando, a la salida del enlace, y entre millones de kilos de granos de arroz comprobé, desolado por completo, que no era ella. Por si fuera poco, uno de los granitos me entró en el ojo y tuve que acudir al especialista.

- No llore usted, Paco. Piense que ha tenido usted muchísima suerte - me dijo el doctor -. Si llega a ser un grano de arroz bomba quizá hubiera perdido el ojo.

Era una herida superficial (la del ojo, claro), así que por prestidigitación médica tuve que andar con un parche hasta bien entrado el Otoño.

- Mira, mira, ahí va el piratón del Paco.
- ¿Te pego una patá en los huevos, Jose Luís?
- Coño, Chumi, que era una broma.

Le pedí disculpas y prometió animarme el Sábado noche. Se había echado un rollete y, según él, dicho rollete tenía una prima con unas tetas muy agresivas (palabras suyas, cuidao). Acepté finalmente a regañadientes porque la situación se había vuelto insostenible y estaba perdiendo la cabeza, de día y de noche, pensando en la hembra del bikini atigrado. Total, que llegado el momento, me alicaté de arriba a abajo y me dirigí a la puerta de la discoteca en cuestión. Camiseta negra Imperio Armani, Levi's desgastaos, Panama Jack de color beige, patillas perfectamente afiladas y mosca, pelo engominado, y olor a macho, a Is San Lorán pur hom; en fín, niquelado, dentro de lo que hasta donde uno puede llegar, eh.

En la puerta estaban el Joselu y las dos chicas y, mientras me acercaba a ellos, iba procesando de modo exhaustivo la información que estaba recibiendo visualmente.

INFORME DE SITUACIÓN:

- Chica buenorra de estupendas tetas (como las de mi amor). Se la ve fajada en lides amatorias, pero quizá noble en el juego del amor. Bonita sonrisa si no fuera por la mella del incisivo superior derecho. = rollete de Jose Luís.

- Chica achaparrada con exceso de peso, descomunal saturación de pectorales y más fea que un Seat Panda visto desde abajo. Busca a Jacq's. Y deduzco, por su excesiva salivación y lo insolente de su mirada, que con desesperación. = ¿rollete de Paco?. (NO-ME-JODAS)

- Solución = sal corriendo en dirección contraria.

- Alternativas = te han visto. Pasa de hacer el ganso y no salgas corriendo.

- Conclusión = me cago en la vida del Joselu y me cago en la mierda esta de las citas a ciegas.

FÍN DEL INFORME.


“Chumoski, esta es Silvia. Hola, Silvia, encantado, a tus pies. Hola, Joselu, cómo estás (recuérdame luego que te parta las piernas, porfa). Y esta es Merche. Hola, Merche.” Miré de reojo al Jose Luís y bueno..., que sí, que vale, que la muchacha tenía dos ubres como dos catedrales, cierto, impepinable, pero oye, de verdad, que yo ya sé que soy de belleza desinteresada (por decirlo finamente, eh) y que está muy mal juzgar a las personas humanas por su aspecto, pero es que, por el amor de dios, era más fea que el primo del Tirilla, que cuando nació lo echaron al aire para ver si volaba como un murciégalo, joder. Por si fuera poco encima era una tía sobas y demasiado atrevida para mi gusto. De esas que a los 30 segundos se comportan como si te conocieran de toda la vida y..., y te tocan, invaden tu intimidad, sabes. Verás tú cómo esto no me lo hace Jelen Lindes, no, ya veras como no; pero una criatura primigenia como esta sí, hostie. Pues eso, que a los 30 segundos la tenía colgada de mi brazo, mirándome de modo muy lascivo.

- Vamos para dentro, Conan, que estás muy bueno.

Lo que yo te diga. Entremos pues, antes de que alguien del barrio me vea con esto, piense que estoy en peligro, y venga con unas estacas o una escopeta de cartuchos rellenos de cojinetes de plata. Joselu, te parto las piernas y se las doy de comer a los perros. Me muera si miento.

Tras dejar algunas pertenencias en el guardarropía hice ademán de soltarme de ella, pero me tenía bien agarrado y no dejaba de frotarse.

- Eh, eh, eh.... ¿a dónde vas, Tarzán? ¿No querrás dejarme solita con tanto lobo suelto, verdad?
- Al servicio. A poner un estanque para los peces, chata. Ahora vengo.
- No tardes mucho. Yo te espero en la puerta. Aunque si quieres me cuelo contigo dentro – me dijo haciéndome un habilidoso juego de lengua, con sonido y todo.
- Eeeeemmm...., no, no hace falta, gracias, de verdad....
- No te gustaría que... - insistió de nuevo en enseñarme la lengua y moverla como si fuera una bicha*.
- No, no, muchas gracias, en serio. Tranquila, si ahora voy yo. Tú ve tirando si eso que no tardo nada. Anda ve, va, no seas tonta que esto es un plis.

Me fui para la barra más lejana, con los sudores, mirando por encima del hombro y me pedí un Absolut con limón. “Gracias, guapa, quédate el cambio que eres muy simpática”, le dije a la camarera. A mi vera una chica sonrió. No sé si por el comentario o porque de un trago dejé el vaso de tubo con cuatro rocas y un culillo de cubata. Yo es que soy así cuando me pongo nervioso. Me giré para encararla en condiciones.

TO BE CONTINUED.


*Bicha: culebra, serpiente, ofidio. (genericus)