Blogoteca 20 Minutos

martes, 20 de diciembre de 2011

Diario de... ¿Felices Fiestas?



Qué quieres que te diga. ¿Felicidad impostada? ¿Obligada? ¿Sincera? ¿Con regusto a ajo de ese que se repite hasta el día siguiente porque no le han quitado los "corazones" a la hora de preparar el all-i-oli?
Y es que....

..... si te están maltratando laboralmente como "becario", jugando además con tu paciencia y tu ilusión por conseguir un puesto de trabajo estable para poder llevar una vida autónoma e independiente, todo a cambio de unas monedas roídas, pues no sé.

- Tendrías que quedarte a acabar esa contabilidad. La necesito para mañana.
- Vale. ¿Y cuándo se la puedo chupar?.
- No tengas prisa, Alberto. Todo a su tiempo.

Si debes cuatro letras del piso y empiezas a acumular requerimientos, ni te cuento.

- Este lo tengo repe.
- Pues para la hoguera, que hace frío. Arranca el marco de la cocina, Sole, que se apaga.

Si estás viendo venir que no te van a renovar el contrato...

- Oye, Chumoski, ¿tú has visto "Los Lunes al Sol"?.
- Si. ¿Y usted "La Matanza de Texas"?.
- Mmm.... la del loco aquel con la motosierra, ¿no?.
- La misma.

Si tu mujer se ha quedado en el paro y con tu nómina no abarcas la hipoteca + los gastos habituales + los pañales...

- ¿Y si me meto a putilla, José Manuel...?
- Ni hablar del peluquín.
- Pues me lo depilo y ya está.
- Que no, he dicho.

Si de un día para otro has pasado de comprar grandes carros de suculentas y vistosas viandas en el Corte Inglés, a mirar los precios de la marca Hacendado...

- Pues estas pastas de crema están buenísimas.
- Ya, pero no son Panrico, cari.
- Bueno, tampoco tú eres Yorch Cluni y bien que estoy casada contigo.
- Ay, cómo eres. Dame un beso.

Si el chándal de tus hijos les queda por el tobillo e insistes en apurar unos meses más.

- Mira qué guapa mi niña!!!
- Me van cortos, mama.
- No tonta, que ahora se llevan así. Estilo mariscadora, como en la tele.
- No me gustan los bichos del mar.

Si estás currando, tu ajustada y humilde nómina está más congelada que Walt Disney, y te OBLIGAS a pensar que eres un tío con suerte.

- Vírgencita, virgencita...
- ¿Y si la metes en el microondas, Paquito?
- ¿Y si explota, qué, lista?.

Si apuestas todo al rojo. Al ojete rojo que se te queda cuando te gastas 400 euros en Lotería (¿de dónde sacais la pasta para esto, cabrones?) y no pillas ni pedrea.

- Lo importante es tener salud.
- Fijo.

Si vas a comprar los Reyes a tus hijos y ves que una mierda de caja de LEGO y una muñeca de plático que se tira pedos y dice "VIVASPAÑACOÑO!!" se te llevan todo el presupuesto. Y piensas: "todavía me quedan los regalos del otro".

- ¿Y no tiene por ahí una casita así como esta pero más apañaíta de precio?.
- Lo siento, caballero, pero va a ser que no.
- ¿Y de otra marca?
- Si, pero ya no sale el muñequito de Jarri Poter.

Si pactas con la família que este año no habrá intercambio de regalos.

- Pos si, mucho mejor, Manoli, porque tus hijos siempre piden unas cosas muy caras.
- Vaya, que los tuyos piden tazos y se quedan tan contentos.

Si los compras en el chino de la esquina.

- ¿Incluye las pilas?.
- No, señol. Pilas apalte. Dos eulos.
- Qué hijoputa, ¿no?. Que soy el vecino del 1º 2ª, nen.

Si se te queda cara de gilipollas viendo los anuncios de perfumes y colonias.

- ¿Qué ha dicho? ¿Era francés?.
- Pues no sé, pero ahora cuando se le tire encima al muchacho se le ven las bragas rosas.
- A mí me gusta el marinero de Goltier.
- No te va a gustar, si tienes que comerte los garbanzos atados con hilo.

Si este año en el curro te han dado una lata de mejillones Isabel y 200 grs. de chopped envasado Argal.

- Muchas gracias, Sr. Ramiro. Agradecido, de veras.
- No hay de qué, José Antonio. Y ya sabes: prudencia y sin prisas.

Si vas a comprar el desayuno, pides un bocata de chorizo, y te lo dan mordido.

- Oiga, y la ¿Persi?.
- Ahora te la traigo, en cuanto acabe ese hombre sentado al lado tuyo.

Si haces una perdida para que te llamen.

- ¿Me has llamado tú?.
- NOOO!! Debe haberse apretado solo en el bosillo.
- Y de toda la agenda se ha marcado mi teléfono.
- Eso parece.

Si te has pasado al tabaco de liar.

- ¿A qué huele?
- Ná, un desodorante que me ha comprado mi mujer.
- Hostie, pues huele como a tabaco, ¿no?.
- Se lleva ahora.

Si te has roto tibia y peroné en varios trozos. Rollo puzzle.

- Mire usted, ahora mismo no tenemos quién le opere porque están todos de huelga.
- ¿Entonces?
- Tenemos una señora de la limpieza que fue enfermera en la Guerra Civil.
- Tráigala, por el amor de Dios.

Si los cubalitros cada vez se comparten más.

- Sois unos hijos de puta. Me dejais las babas, cabrones.
- ¿Puedo echar un trago?
- Coge número, julai.
- Oye, me cago en tu whassup, habla bien, que no te he faltao el respeto.

Si Rajoy es presidente del Gobierno...

- A jubilarse tol mundo con 67 años, copónbenditoyá.
- Oiga, que usted se opuso a ello cuando estaba en la oposición....
- Las que salen por las que entran, muchacho.
- Viva Galiza!!!
- Calidade!!!

En fín... SALUD para todos. En serio.


jueves, 24 de noviembre de 2011

Diario de... HOTELES. (Comedor. 2ª Parte)

* (continúa de "Diario de... HOTELES. (Comedor. 1ª Parte).

Ocurre que NO es oro todo lo que reluce. Y tanto da que el Hotel tenga más o menos estrellas que el chándal de los Domingos de Belén Esteban, amigos, que los nubarrones siempre acechan a la vuelta de la esquina de diferentes maneras. Es la delgada linea roja del desencanto. Invisible, pero real. Sin ir más lejos, y a modo de entrante...

.... los huevos fritos de los hoteles, en líneas generalesno tienen puntillita. No, señor, no la tienen. De hecho es que por no tener, NO tienen ni vida. Todos dispuestos ahí de cualquier manera sobre la plancha parecen huevos fritos de artículos de coña. Parecen llaveros, joder. Así que, puestos a pedir un crédito personal para irte de vacaciones (la vida son dos días, ¿no?; luego viene la ansiedad y las lágrimas, pero bueno, esto es otro tema), no seas tonto y no te quedes corto. Entre un cocinero con legañas y otro fashion vestido de negro y olor a Paco Rabanne, ni te lo pienses.

- A usted le gustan recién hechos y con puntillita, ¿verdad, caballero?.
- Si, señor.
- Me he tomado la libertad de picarle y dorarle unos ajitos en aceite de oliva vírgen y así mismo también trocearle y pasarle un poquito unos filetitos de ibérico para acompañar, si le parece bien.
- Puedes llamarme Lorenzo, campeón.

Así si.

STRANGERS IN THE NIGHT ASSOCIATION.
A HOW OLD ARE YOU PRODUCTION.
Presents.


Paco Chumoski.
Diario de... HOTELES. (Comedor. 2ª Parte).

Por desgracia, aunque topes con un cocinero vocacional, aún y todo, no te puedes despistar un segundo.

Los Niños de San Ildefonso.

Estás bebiendo tu zumito natural de maracuyá para acabar de engullir con placer ese trocito exquisito de bacon ahumado con un bocadito de pan de amapola. El ambiente que te rodea es plácido. El murmullo de fondo que reina en el Comedor (siempre en función de la hora, recordemos), sereno, apacible, incluso ejerce un efecto sosegador. El servicio es atento y eficaz. Eres feliz. Muy feliz. Yo lo soy al menos. Entonces, sin previo aviso...

- QUÉ BONIIIIIIITO!!!. ANTONIO, MIRA CÓMO HAN PELADO LA SANDÍA!!

Viene alguien y te canta el gordo. Te sobresaltas, vale. Incluso derramas algo de zumo en el mantel. A ver, no le das importancia en ese momento, vale, no pasa nada, pero es que...

- ¿Y ESO QUÉ ES? ¿ANTONIO, ESO QUÉ ES?
- Pues no sé. ¿Jefe, eso qué es?
- Mousse de Chumbo Superfucker, caballero.
- OI POR DIOS, MÚS DE CHUMBO, ANTONIO!!! LE HABRÁ QUITAO LAS ESPINAS, ¿NO?.

Y tras la sandía y el mousse....

- MIRA, IKER, ESE SEÑOR TE HACE LA TORTILLA. ¿QUIERES UNA TORTILLITA, CARIÑO? ¿PORQUÉ NO APAGAS LA CÓNSOLA?
- Que te follen, vieja.

Y no se vayan todavía...

- VAMOS A PONERNOS AQUÍ AL LADO DE LAS PASTAS, ANTONIO.

Al lado de las "pastas" acaba siendo (vaya por Dios) al lado de mi mesa.

Los del ansia.

Estos son los que le quitan el hambre a mi hermano. Como se le siente cerca uno de esta cepa, te digo yo que ya no come a gusto. En serio. Yo al principio pensaba que exageraba, vale, que eran chuminadas de él, tontás, que se dice, pero amigos, con el paso de los años, y analizando bien la situación, he acabado por sentirme identificado. Y no solo te quitan el hambre, no, es que te sumergen en un estado depresivo.
O sea... tú entras en el Comedor un poquito más tarde de lo habitual, en plena ebullición, arreglaíto pero informal, bien afeitaíco, con presencia, magnetismo, integridad, con tu olor a "Guilty" de GUCCI o, aún mejor, "Bleu" de CHANEL. Imponente. Hoy la recepcionista se ha delatado con un comentario absolutamente irrelevante sobre las condiciones climatológicas típicas de la zona. No te equivocas, se ha sonrojado. Fíjate, además, que ya no te pide el número de habitación. Puedes oler sus feromonas desbocadas. Dios, me voy a meter un plato de judías con tomate y bacon y revuelto que ni Conan en ayunas.

Y entonces...

Me cruzo con un tipo que lleva cuatro platos en las manos, y en el antebrazo, haciendo malabarismos, dos vasos. En plan voy trincao en Nochevieja, mira lo que hago con el cubata y la barbilla. Uno de café y otro de zumo. Un plato rebosa repostería. Otro salchichas. Otro está lleno de bacon y otro lleva una selección masiva de embutido.

Y te preguntas, algo aturdido, y con razón... ¿Se va a comer todo eso sin pán?

No, padre, claro que no. Hace otro viaje y vuelve con dos platos más. Uno con 7 bolletes de pan y otro con 5 tostadas. El caso es que finalmente piensas "bueno, debe traer la manduca para que coma toda la família", ¿verdad?, PUES NO, en la mesa le espera la parienta y nadie más, y esta, por cierto, se está untando tímidamente una mini-tostada con una puntita de mantequilla a modo de resopón matinero.

A mí se me quita el hambre. Me da angustia. Me entra un bajón. Me deprimo. Pero es que luego viene la mala leche, porque el ANORMAL (no tiene otro nombre) se deja la mitad de la comida en  los platos. No hay estilo alguno, amigos. No hay clase. No hay un saber estar. Miro con tristeza a su mujer, incapaz de corregir al especímen, con un collar-abalorio de mercadillo demasiado histriónico para un desayuno, y pienso en cuando tengan descendencia, pienso en el futuro de España, amigos. Tras la marcha del gachón queda la mesa como una banquete vikingo. PATÉTICO.

Más. Estás esperando en la cola de la paella. Intuyes que cuando te toque quizá te quede "ALGO", suficiente para probarla y tal. Parece ser que está rica y que está teniendo éxito entre los comensales. ¿Me seguís?. Bien, pues no te preocupes, que la maruja de delante ya se encarga de "arrebañar" la paellera para dejarte sin un grano. ¿Por qué? No lo sé. Al volver a Barcelona lo consulté con un prestigioso kiosquero de barrio. No pudimos sacar nada en claro.

- Señora, anda que me ha dejado usted siquiera una cucharaíta pa probar el arroz, eh.

No contesta. Se revuelve en seguida, haciéndose la sueca, resabiada, yo diría que incluso con aire triunfalista, MOURINHISTA, hostie!!!!, con su plato-montaña de paella temperatura ambiente a punto de desmoronarse. Evidentemente, ipso-facto, viene el servicio a reponer y me doy el gustazo de ser el primero en DESVIRGAR el asunto. Calentito.

Este Verano, en la cola de los helados (sírvase usted mismo), tenía dos comensales por delante. Se estaba sirviendo en ese momento la niña maximum size, hermanita del Niño de la Cónsola, vale, y delante de mí había un tipo corriente y moliente. 5 minutos después, tras de mí, ya habían cuatro personas esperando. La niña se facturó DOS CUENCOS multicolores dignos de la mejor heladería de pueblo sin conocimiento alguno. DECENAS DE PELOTAS DE HELADO unas encima de otra desafiando la gravedad. Se cogió una cucharilla y marchó. Hija de puta (con perdón). Bien, el tipo de delante se sirvió como pudo del estropicio dejado por la criatura y yo me serví a continuación, adornando el asunto con unas virutillas de chocolate y un estudiadísimo y coqueto lingotazo de sirope de fresa. ¿Por qué? Porque puedo permitírmelo. Punto y pelota. Luego corto un plátano, lo troceo y me monto un festival de sabores que lo flipas. PERO, como digo, todo muy estudiado. El caso es que... cuando me giro... veo, de nuevo, a la niña maximum size haciendo cola. Con los cuencos vacios.

- Niña, mira una cosa que te iba a decir..., tú no te enfades, eh, pero es que creo yo que no te conviene mucho que abuses de los helados dado tu actual fondo físico y, sobre todo, tu edad. Digo yo, ojo, de buen rollo.
- Vete a la mierda, yo como lo que me sale del coño. Y me llamo Lorena. (esto, con sus dos cuencos entre las manos)

11 años o así, no más. Le hubiera dado un collejón ahí mismo, pero claro... sabes qué pasa, que el padre (fácil de identificar, el de la camiseta del Badalona) rondaba cerca, por lo visto también amante de los malabarismos con los platos en plan MARATÓN DE CAMAREROS, y como no soy persona de altercados lo dejé estar. Además, por otro lado, también me había dejado los nunchakus en la habitación.

To be Continued.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Diario de... HOTELES (Comedor. 1ª Parte)


- Buenos días, caballero. ¿Habitación?
- Buenos días, reina. Es la 217.
- ¿Me deja su tarjeta?
- Faltaría más.
- La de la habitación, caballero, si es tan amable.
- Ah, si, claro, disculpa. Te dejo de todos modos una de estas, ¿no?. Mira, este es el fijo y este el móvil.
- La 217 es la habitación donde se aparece la vieja podrida en la bañera cuando menos te lo esperas, ¿no?.
- Mismamente.
- Ya está. Tenga, gracias. ¿Horripilante, verdad?
- Hombre, he estado en habitaciones peores.
- Puede pasar, caballero. Buen provecho.
- El que tú tienes, guapa. Y llámame, no seas rancia, que te invito a un cubata.
- Gamberrete.
- Jamona.

FUCKING COLICS ASSOCIATED.
A BURMAR FLASH PRODUCTION.
Presents.

PACO CHUMOSKI.
DIARIO DE... HOTELES. (Comedor. 1ª Parte)

En el Comedor coinciden, de nuevo, dos tipos de normas: las escritas y las no escritas. Por ejemplo, escrito está (que yo lo he visto, precisamente a la entrada del Comedor) que hay que guardar un cierto órden en la apariencia física, en la indumentaria. Es decir, que entrar al Comedor en plan fiesta tetas mojadas, pues oye, a ver... que si, que vale, que es agradable a la vista, estamos de acuerdo, pero quieras o no, en un hotel-resort con cierto estilo, con un mínimo de clase y glamour, queda muy kíe. Muy kíe, pero llega un momento, pasados dos días de estancia, que ya estás esperando que entre a comer.

- Mira, cómo viene hoy, Joselu.
- Joder, Paco... parecen botones de ascensor. ¿Son operadas, no?
- Espérate, que voy a preguntarle.

Y no está escrito, por poner otro simple y sencillo ejemplo, que no es la mejor demostración de exquisitez por cuanto a comportamiento de un comensal se refiere, rascarse el culo de modo ostentoso en la mini-cola de la paella justo antes de coger la cuchara plana para servirse.

- Chumo, ¿no quieres arroz?. Lleva mejillones, nen.

Y es que, si la que se rasca es una de las suecas altas y esbeltas del 219 igual hasta te entra más hambre, tú mentiendes lo que te digo, no, pero por desgracia las suecas, que yo sepa (tras años de investigación exhaustiva), no suelen tener esta costumbre y se las ve, ya puestos, mu limpicas. No, padre, no, la del escozor es la señora del inabarcable pareo de leopardo que se come las pipas en la tumbona de la piscina mientras el cabrón de su niño va haciendo de las suyas aquí y allá, que se rasca con tanto ímpetu que se deja incrustado parte del pareo entre las no menos inabarcables y desaforadas nalgas. Que pase el siguiente.

Queridos amigos, queridas amigas, tanto da cuántas puntas tengan las pulgas estrellas del Hotel en cuestión (cuatro, cinco, o seis; teniente, alférez o capitán) que en todas partes cuecen habas. Comprobado.

Si madrugas...

... para desayunar BIMBO (fresco y jugoso) te encontrarás con un Comedor lleno de guiris. En principio nórdicos. Pero también ingleses. Alemanes, suecos, noruegos, daneses... Todos ellos pulcros y en fila de a cuatro, marcando el paso. Playeros, pero alicatados. Y digo playeros porque en cuanto acaban, unos van raudos a por las tumbonas predilectas de la piscina, las cuales previamente han reservado hábilmente colocando sus toallas a las 06:00h de la mañana, y otros a la parada del autocar que te lleva a la playa, a ver si, con un poco de suerte, antes de volver a los 30 Días de Noche acaban de despellejarse vivos y mudar la piel como las bichas (*bichas: serpientes, culebras). Porque amigos: viva el sol, viva la paella, viva los toros, viva la sangría, ¿verdad?, claro que si, pero nen..., sin aspavientos, sin carrerillas por los pasillos del hotel, puntuales, discretos y educados. Buenas maneras, buenos modales. Guapísimas ellas. Altas. Valkirias de carnes prietas y pechos de ensueño. Con esos ojos azules. Maravillosas. Y buenos mozos ellos también, sí, señor, bien alimentados y, en principio, sanotes (hasta que a alguno le da por armarse hasta los dientes y salir de cacería, claro). Por lo demás, ni un rumor, ni una legaña. Increíble. Fantástico. Allí solo debe haber escuelas de pago, por lo visto, no sé. Son arios, mira, gente que se bebe las Coca-Colas en jarras de litro como si nada. Dos tragos y ni una lagrimilla, oye. Ni un aire mal contenido. No entienden de crisis, en definitiva.

Luego tenemos los japos. También temprano. Con sus ojitos cubata de vinagreta de banderillas picantes del Carrefour, vale, y sus potentísimas cámaras de fotos. ¿Cómo diferenciarlos de los chinos? Fácil. Aparte de los rasgos físicos más evidentes (las chinas son muy cabezonas en líneas generales y tienen unas piernas horrorosas, completamente arqueadas), los chinos son bullangueros, más marranos comiendo y los que peor visten. A los japos se les distingue a kilómetros. Su discreción, su "elegancia" y sobriedad, su corrección y su occidentalización en general. Con sus sombreros y sus chalecos multibolsillo-pescador. Cuando veas eructar a un japo vienes y me avisas. Son tremendos. Los japos molan y siempre saben inglés. Los chinos fuman como carreteros, los cabrones, pero eso si, cuando se aburren te montan un iPad con cuatro piezas.

A los ingleses también les da por madrugar. Pero es tradición en ellos el tener unos horarios extraños. Se desayuna a las 07:00h., se come a las 12:30h. y se cena a las 17:00h. Y si luego el espectáculo de las 21:00h. no convence, a la cama. Así que, lo que sería la franja SENIOR inglesa te los encuentras tempranito. Blancos, lechosos y horteras (calcetín grís-marrón con chancla con hebilla, por ej.). Y ellas camillescas total (Camillesca: Adj. Camilla Parker Bowles). Feas. Esos pamelones. Esos vestidos. Esos zapatos.Y de fisonomía incómoda.

Ahora bien, si bajas a las 09:30h-10:00h. con la cara de sueño...

 ... ya no es lo mismo. En primer lugar porque el turno madrugador se ha liquidado las ofertas especiales del día, y luego porque eso es una olla de grillos; una torre de babel donde las más variopintas especies animales se dan cita para celebrar los llamados Fastos del Desayuno Vacacional.

Para empezar llegan los hijos de los ingleses SENIOR madrugadores, que se levantan con la papa y las gafas puestas; alguno lleva aún en la mano el cartón de sangría con una pajita asomando, llegan los pakis con turbante y camiseta manga corta, el autocar del INSERSO, de Baracaldo, con esos abueletes más chulos que un gitano con alpargatas nuevas, luciendo after-shave Floyd y guiñando el ojo a las señoras inglesas con pamela, llegan unos de portugal con cejas depiladas y patillas perfiladas, engominados, con las lupas de sol en la frente luciendo bañador de marca, los italianos armando follón, para variar, sin afeitar y con gafas de sol pantojiles Gigi d'Agostino, siempre en chanclas, por supuesto, luego una família de Badalona, él con la niña de la mano (lleva la camiseta de fútbol del Badalona), la niña, 10 años, debe rondar los 60 kilos, y ella envuelta en pareo floreado Green Coast, calzada con gran tacón en cuña de esparto, abalorios Sant Adrià del Besós, con el niño de la mano, el niño con la Nintendo XL en la derecha y el SuperMarioLand puesto, "apaga la cónsola, Iker", "no me sale los huevos", llegan también un matrimonio de jubilados, muy bien restaurados, hay que decirlo, muy señores, ¿verdad?, luego la pareja jóven con sus gemelas con coletas, él lleva una libretilla y un bolígrafo en la mano y lo observa todo como un mochuelo, ella es tímida y no sabe bien dónde sentarse, ¿aquí? ¿allí? ¿al lado del café?, hasta que viene una camarera y los orienta, las gemelas quieren Cola-Cao y churros y así lo hacen saber, entran sioux, cheyennes, arapahoes, el madurito repeinado Mario Conde con la chavalita 20 años más jóven, discretos ellos, bonitas piernas la chavalita, labios cobra style rollo botox, el grupo de amigotes de aquí, de Madrid, con las ojeras y los ojos encebollados de hachís y, por supuesto, no menos de dos docenas de recién casados. Estos últimos, en lìneas generales, tanto ellos como ellas, lucen sonrisa Profident a todas horas y se llaman uno a otro "cari", "bichito", "caramelito", "cosita", incluso cosas peores como "vida" o "corazón". Esto es lo que tiene el follar, amigos; el follar con alegría. A mí de todos modos, con alegría o por compromiso, siempre me han ido más los nombres propios (con el riesgo que conlleva, claro, porque si usas un genérico es imposible que te equivoques). Sin embargo alguna hay (de estas parejas), eh, que entran serios, amigos, demasiado serios para estar recién casados. No lo veo claro. Él algo así como compungido, casi asustado, y ella muy peripuesta para mi gusto, demasiado tiesa diría yo para medir no mas de 1,55cm. Luego reparas que SIEMPRE es ella la que solicita la bebida. La que dice que se come. La que dice que el pán de sémola es mejor. Que helado no, que te coge en las amigdalas. Tráeme esto, traéme lo otro. La misma que cuando entra en el Comedor nuestra amiga fiesta tetas mojadas en seguida busca la mirada de su jóven esposo.

- Menudo putón. ¿Si o no, Ricardo? Pero a tí te da igual, eso, eh. Ya lo veo yo por cómo la estás mirando. ¿Eso es lo que te gustaría? ¿Una furcia como esa?
- No, cari, no, por Dios. Yo te quiero a tí.
- Las tiene operadas. ¿O es que no lo ves?

Pobrecillo, nen. Con su Power Balance roja en la muñeca.

Por cuanto a las viandas, todo está perfectamente presentado. TODO. Sección embutidos, sección quesos, sección patés, sección tostadora, sección zumos naturales, sección zumos de tetra-brik, sección cafetera, sección leche-soja-batidos, sección bollería y repostería, sección huevos fritos + bacon + judías con tomate + salchichas (que es mi favorita), panes variados, yogures, sección rubia en tanga y pareo transparente a las tres y cuarto...

- ¿Dónde Paco?
- Joder, pareces tonto, Joseluís. Coño, la que está detrás de la abuela que ayer olía el consomé. Donde los croissants.
- Hostie, si... madrededios.... Esa es vikinga, fijo.
- Joseluís, nen...
- ¿Qué pasa?.
- Ponte la camiseta por fuera de los Quicksilver, haz el favor.
- Hosti, perdona.

En fín, que si paras en un hotel como dios manda, como mínimo te encuentras con todo esto exquisitamente presentado y dispuesto. Como mínimo, digo. Fantástico. Todo perfecto, vale, entonces, ¿qué pasa...?


To be continued....

miércoles, 26 de octubre de 2011

Diario de... HOTELES. (Piscina)

Los hoteles son pequeños universos, mundos en sí mismos donde, te guste o no, debes respetar unas normas concretas. La mayoría de ellas bien detalladas, por ejemplo en el tríptico que te encuentras en la habitación y que corriendo lees con suma atención (seas lector o no; los trípticos y folletos de los hoteles son auténticos best-sellers, TODO el mundo los lee con avidez), como por ejemplo los horarios del desayuno, almuerzo y cena, y luego hay otras que no están escritas, como por ejemplo dar los "buenos días" a primera hora por los pasillos. El caso es que buscas libertad y desahogo tras un año de trabajo ingrato y mal remunerado, buscas romper los eslabones de la rutina y el hastío, y resulta que vas y voluntariamente te sometes, de nuevo, a un régimen disciplinario.

- Y encima pagando un pastón, Chumoski. Mira, nen, yo me cojo la mochila, vale, y me voy de acampada a lo alto de un cerro. Y te digo yo que eso sí es libertad.
-  ¿Libertad? ¿A base de latas de conserva y de limpiarte el culo con matojos corrosivos?
- Hombre, las de caballa van muy bien para el colesterol bueno. Y también llevo almóndigas del Mercadona; buenísimas. Y el culo en el campo se limpia como se limpia, oye.
- Claro. Y luego a chuparse los dedos mojando el pan en la cacerola de las almóndigas.
- No, hombre, que me lavo las manos en el río.

Total, que....

No se puede reservar hamacas.
El horario de desayuno es de 07:30h. a 10:00h.
El horario de AQUA-GYM es de 11:00 a 12:00h..
El horario de comida es de 12:30h. a 14:00h.
El horario de cena es de 18:30h. a 21:30h. 
El tobogán de la piscina infantil es solo para uso de los niños chicos.
No te subas a la roca. Es artificial, de adorno, cartón-piedra, y está prohibido tirarse desde ella.
No comer dentro de la piscina. Literal. DENTRO de la piscina (dentro del agua, gilipollas).
Prohibido potar desde el balcón de la habitación.
Probihido fumar porros en la Zona Infantil.
Prohibido tirarse de cabeza desde el balcón a la piscina.
Prohibido masturbarse en el Solarium.
Prohibido meter mano a las animadoras.
Prohibido hacer de cuerpo en los Jacuzzis.
Prohibido meter los dedos en los enchufes. Sobre todo con las manos mojadas.
Prohibido hacer botellón en el Comedor.
Prohibido hacer hogueras en los jardines.
21:30h. Actuación de José Manuel y su Piano. Dance-Hall. All styles.
Insistimos: el tobogán de la piscina infantil es solo para uso de los niños chicos.
......

Y así un largo etcétera, amigos. Normas a seguir y tal. Todo muy bien pensado para intentar una convivencia lo más cívica y placentera posible. Pasa que luego, como suele ocurrir con las pelis estas que me gustan a mí, la realidad supera a la ficción. Porque resulta que...

STRUDEL BIOTRONICS ASSOCIATED
A MICHAEL RONDINAIRE PRODUCTIONS
Presents



PACO CHUMOSKI.
DIARIO DE... HOTELES (Piscina).

..., por ejemplo, EN LA PISCINA...

.... no puedes pasear por el borde de la swimming pool porque te puede pasar como a un amigo mío (el Pedrito, el del gimnasio), que resbaló y se dejó la tibia como un sidral de esos para los chiquillos. Un trozo de seso (de masa encefálica) tuvo la culpa. La noche anterior un inglés se tiró desde la cuarta planta al agua. Calculó mal el tirabuzón, sabes, con lo cual la garrafa de sangría (que por lo visto usaba de flotador estilo los canutos esos largos de colores de corchopán, verdad) cayó al agua pero él no. "Hostia, perdone, pensábamos que todo había quedado bien recogido y limpio...". Ya. Recógele la tibia al Pedrito ahora, nen. "Hostia, cuánto lo sentimos... Mire, le regalamos la pulserita del todo incluído".

Te estás bañando y cuando quieres salir del agua SIEMPRE te encuentras con la típica señora mayor agarrada a la escalerilla o el corrillo de siempre comiendo pipas. No se apartan. Parece que les cueste. A mí siempre me da palo. Parecen tontas, cojones. Bueno, pues nada, ocupadas las salidas habituales hay que salir del agua haciendo pulso agarrado al borde. Si el borde está a una distancia corta del agua, como suele ocurrir muchas veces, chupao, pero si está a medio metro como poco la cosa cambia. Porque tú haces ahí el esfuerzo tope varonil, vale, pero puede ser que, si te pilla a pie cambiado, te quedes a medio camino. "Hostie, nen, si que está alto esto...". Entonces no se sabe bien qué va a ocurrir, si vas a tirar p'arriba o si vuelves para abajo (humillación total), para el agua. Si tiras de nuevo para abajo (para el agua), rendido, quedas como un pil pil, un pichafloja, y si tiras definitivamente para arriba y sales, pues oye, mira, a ver, igual quedas regulín regulán. Por supuesto, si tú rebasas ese medio metro que hay entre la piscina y el borde a pulso del tirón, sin dubitaciones ni gesticulación alguna, y sobre todo sin dejarte parte de las rótulas en el intento, eres un warrior, un tío que procrea, un tipo que poliniza, un tipo que te fecunda mientras se zampa una Rolling Pizza doblada por la mitad y eructa como un cosaco. Pero si hay dudas en el camino y no lo consigues... Amigos, es la crueldad de los tiempos que vivimos. Son momentos que no deseo a nadie. Para qué contar cuando llevas unos Quicksilver de esos sin gomillas (sin gomillas y sin huevera de toda la vida, ojo; 70 leuros), nada más que con la lazada de serie, de los que no aprietan, vamos, y te asoma la hucha a mitad de camino. Si es una hucha digna de plasmación pictórica como la mía o la de Beyoncé, vale, pero si hablamos de un  canal de Panamá desbordado... Y PELOS RIZADOS!!!! (aaaaaarrrgghhh!!!!!)

Cuando estás en una piscina de profundidad progresiva, de esas que vas andando y poco a poco los pies ya no tocan el suelo, es primordial no alejarse mucho de dicho borde. Los motivos son variopintos y auténticos, basados en hechos reales. Tanto da que sepas nadar, aviso.
Está el que se tira en bomba encima tuyo. A veces rondan los cuarenta años. ¿Anormales? No lo sé. No lo tengo claro. Luego los veo relacionarse y eso y contar chistes en comandita y hacer posturitas a las animadoras. No sé. A mí me parecen gilipollas, pero no lo tengo claro.
El que ejecuta la hábil e intimidatoria (en función del peso de la chorri) acrobacia consistente en mantener a su cari sobre los hombros rollo casteller de Vilafranca, y coge y la tira hacia detrás sin mirar antes. Insisto, en función del peso de la chorri lo llevas claro. A la larga, las vértebras del campeón, también, pero claro, cuando uno está enamorado ya se sabe: no hay dolor solo ganas de joder (entiéndase en el sentido que se quiera, que se acierta igualmente)
El balonazo de saque de falta directo en toda la sién. Rollo tomahawk de Cristiano Rosaldo. Es muy peligroso por el grave riesgo de intoxicación severa. Tras el impacto te quedas un poco grogui y tragas agua de la piscina. Depende de la zona en la que te encuentras puede ser mortal. El Jose Luís una vez perdió 18 kilos en dos semanas. No lo conocía ni su madre que vino del pueblo, pobrecico.
El que va del palo Michael Phelps, ya en zona profunda, y te arrolla como un tren de cercanías a un Seat Panda de cuarta mano. Luego se para eso si, se quita las gafas de soldar, te mira con la gorra Speedo en la cabeza y, SUPONGO, que lo que te ofrece son disculpas. Digo yo, ojo, cuidao. Por la cara que pone y eso, más que nada. Suelen ser alemanes. Los alemanes son grandes nadadores. Ellas tienen todas unas espaldas que lo flipas. Bueno... si solo fueran espaldas (ay, omá!!). El caso es que tú en ese momento bastante tienes con intentar recuperar la compostura como si nada hubiera pasado. Que para eso eres español, joder. Toses un poco, sacas pecho fuera del agua, y ya está. "Nada, hombre, nada, no pasa nada", le dices moviendo rápidamente los pieses bajo el agua rollo baile de san vito, para el equilibrio y eso. Advertencia: si, por aquellas cosas de la vida, se te escapa un "mecagontusangrecabrón", esto ya que sea por lo bajini, vale, y siempre con una sonrisa, porque con esto de la crisis a la gente le ha dado por los idiomas. Tampoco te arriesgues con el catalán que hoy en día hasta en Sevilla se habla. Incluso Guti (si, el niñato ese que tenía el Madrid, icono de la moda y todo eso). Una pasada.
Luego tenemos las señoras despistadas. Que van a su bola, tan ricamente, y nadan y nadan y nadan, verdad, pero lo hacen con los ojos cerrados para que no les entre cloro y se les irriten. Yo siempre llevo gafas. Mis Ray-Ban. Me protegen, me permiten ver de lejos, y luego tampoco me pierdo nada debajo del agua, entiéndeme. Pero bueno, el caso es que el choque es menos espectacular que con el "Michael Phelps" amateur, vale, pero ojo... cuidado..., porque normalmente con el descontrol y la desorientación inicial casi siempre suele haber TOCAMIENTO. Subacuático o no, e involuntario, por supuesto. Un sobeteo por aquí, un pecho por allá, es inevitable. Entonces, si la mujer es decente te pedirá perdón y se ruborizará ligeramente, pero si es decente tirando a "hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo...", cosa la cual enseguida percibirás porque seguirá agarrada a la boya, entonces llegados a este punto que cada uno decida hasta dónde llegan sus escrúpulos. Mi opinión personal: vida no hay más que una y vete tú a saber si en la próxima eres un cáctus.

Las hamacas más molonas, las que están justo al borde la piscina y perfectamente orientadas al sol durante casi todo el día, SIEMPRE están ocupadas. Es decir, con las toallas de baño de alguien bien colocaditas. Da igual que sean las 08:30h. que las 10:00h. que las 17:00h. Ocupadas. ¿Cómo es posible? ¿La gente no desayuna o qué?. Una vez, tras varios días de estancia, decidí descubrir el secreto de las hamacas y me levanté a las 05:00h. de la madrugada.
- Oiga, ¿dónde va usted a estas horas? - el de recepción de guardia.
- Es que tengo ansiedad, no puedo dormir, y me estoy dando un paseo por las instalaciones.
- ¿Con la toalla al hombro y en chanclas, piratón?
- Es que me he dejado el trescuartos de piel y vellón en Barcelona, nen.
Y descubrí, ante mi pasmo, que las toallas ya estaban colocadas. Impresionante. ¿Cómo es posible si la noche anterior antes de retirarme a mis aposentos tras presenciar la actuación de los Gemelos de PuenteGenil las hamacas estaban retiradas? La respuesta la tuve al pasar delante de las puertas del Comedor. Eran rubios y rubias como los trigales, la família al completo, altos, con los ojos azules, brillantes, y todos coloraos como gambitas de Huelva, los niños con los flotadores en la cintura. Haciendo cola a las 05:00h. de la madrugada para entrar en el Comedor a desayunar. Esos son los que dejan las toallas!!!! Y digo yo... PERO CÓMO VAMOS A SER EUROPEOS CON UNOS VECINOS ASÍ, JODER!!!! Volví a Recepción. Expliqué el caso. "Pero oiga, cómo vamos a montar unos Estados Unidos Europeos con gente así...", le decía yo al tipo de antes, tú mentiendes. El recepcionista atendía mis explicaciones atentamente con ojos gatunos, hipnóticos (y qué cejas tan perfiladas, ¿no? ¿Se las habrá pintado con rotring? Juraría que antes me ha dicho "piratón"...) Total, queeee.... que será por tumbonas, tú.

Ocho días de estancia. Ocho preguntas. Ocho respuestas puntuales a las 11:00h. de la mañana.
La pregunta:
- Do you want Aqua-Gym?
La respuesta:
- No, reina, es que estoy leyendo el Sport mientras echo el cigarrito. Zankiu, guapa.
Ocho veces se repitió la escena.
La animadora era inglesa y tenía pecas. Pecas y dos tetas hermosas y seductoras acabadas en Marbú Dorada. Buen culo. Buenas piernas. Ojos azules. Grandes pestañas. Pelirroja. Minifalda. Pero, por un lado el Sport después de desayunar es sagrado, y por otro yo no me meto en la piscina a hacer Aqua-Gym con las abuelas. Que no. Ahí metido levantando las piernas al son de la Danza Kuduro compartiendo corchopán con la yaya o la maruja de línea física indefinida, y que con el esfuerzo, entre escapes de orina y cuescos de unas y otras, como para no hacer pie con la emoción esa que le entran a muchos, verdad, para que la peña vea que ÉSTÁN-HACIENDO-AQUA-GYM ("Mari!!! Mírame!! Mariiii, miraaa!!!!"), resbalar y tragar agua. No padre, no. Yo desde la tumbona veo estupendamente el bamboleo de esos pechos tras mis gafas de sol. HOP!! HOP!! HOP!!!. Venga. Ay, qué poco arte tiene el del bañador slip, madre mía. (el que se pone siempre en primera fila; una piscina sin Pablito ni es piscina ni es nada). Por mi parte, y desde las magníficas vistas panorámicas de mi tumbona, que si Messi esto, Iniesta lo otro, caladita al Lucky, mirada al frente. Guardiola dice, Moñigo con diarrea, mirada al frente. Calada. Otra mirada al frente. Tan ricamente, oye, con mi cigarrito, mi cenicero, mi sol y mi cervecita. Me supo mal ocho veces porque la chica era muy agradable y francamente se la veía limpia como la patena, pero yo tenía la mirada sucia, amigos; la mirada sucia y, además, ya puestos, compañía.

Y los niños.
"Mamá, mira cómo me tiro!!! Mamá, mira cómo me tiro!!! Mamá, mira cómo me tiro!!! Mamá, mira cómo me tiro!!!! Mamá, mira cómo me tiro!!! MAMAAAAAAAAAAA!!!!!!!"
Queridos amigos, los niños, por norma general, tienen una piscina o zona acuática especialmente ornamentada y ambientada para ellos. Aún y todo, como he dicho antes, y a pesar de los carteles de aviso, siempre te encontrarás al corki de turno tirándose por sus toboganes (esto también es norma general). Tirándose y pegándose el costalazo en los 20 centímetros de agua de la piscinita donde cae. Pero bueno... que esto son anomalías habituales a las que dedicas una sonrisilla, vale, por aquello del "ay, si es que mi José Antonio es como un crío..." que no merecen más atención. El sol sale por el Este, se pone por el Oeste, la vida sigue. A lo que íbamos: ¿Por qué, teniendo como tienen su propia piscinita, los niños ocupan la piscina grande, los jacuzzis, las duchas...? ¿Es que no tienen progenitores?. Ah, si... si que los tienen, una es esa chochona que se va paseando con el pareo-leopardo de 15 metros (calculo que habrán matado 8 o 9 leopardos para el pareo) y las gafas de sol Pantojiles.  Y el padre, míralo, con el vaso de plástico en la mano, la cerveza caliente que lleva el tío 1 hora y 35 minutos para beberse 20 cl. de mierda, y la marca del sol en la frente que le deja la gorra de color azul marino con letras blancas "Talleres Palomo" que lleva. Y el niño, pues nada... con su pistolita y sus chorritos de agua. Esos que te sobresaltan cuando llevas ya un rato tostao, tú mentiendes. Ese contraste frío-calor súbito e inesperado, eh.
- Niño, estate quieto haz el favor - le dices.
- Niño, estate quieto haz el favor - le vuelves a decir.
- Niño, estate quietecito, hombre - insistes.
¿Y qué haces? Si le dices algo al de la gorra, el tío igual hasta se pone flamenco. Si le dices algo a la reinona de los pareos igual hasta se ofende.
- Niño, vete a tomar por culo un rato por ahí.
Y cuando no es la pistolita, es la pelotita, y cuando no, te han tirado el flotador mojado a tu tumbona, y si no, te han pisado la toalla, y así podríamos seguir un buen rato.
Por supuesto, ni se te ocurra darle una colleja. Porque luego tienes que dársela al padre también. Y a la madre. Y al Tío, y a la Tía de la criaturita, que está embarazada y se pasea por el borde de la piscina tocándose la barriga contínuamente para que todos la veamos como si fuera ella la única afortunada del mundo y el culpable de su estado Marc Anthony, y por último partirle las piernas a la abuela. Total, para luego finalmente acabar en los calabozos del Hotel, señalado por todo el mundo como una persona sin alma ni corazón, y con el recepcionista Broken Mountain llevándote la bandeja con la comida...

ÚLTIMAS APRECIACIONES PARA LA PISCINA.
- Si has de tragar agua, cosa de la cual ya he hablado, que sea siempre en lo más profundo de la piscina. NUNCA en la zona donde se hace pié. Jamás. Esa parte pertenece a las yayas, marujas y niños. Si te fijas bien la tonalidad del agua cambia respecto del resto de la swimming pool.
- Si llevas bañador con cuerda (sin gomillas ni huevera), porque eres MODERNO, usa calzoncillo debajo.
- Procura que tu pareja no tome el sol espatarrada de par en par. Queda muy vulgar, muy poco estiloso. Y si no anda bien depilada...
- Las cervezas de los vasos de plástico se beben en dos tragos. No la alargues. Quedas como un pobrecico.
- Si acabas de desayunar... hace apenas 15 minutos (que yo te he visto), ¿qué haces pidiendo ya una ración de bravas? ¿Es para que todos que tienes la pulserita azul? Yo también la tengo, joder, no seas ridículo.
- Las animadoras sonríen A TODO EL MUNDO. Es su trabajo. No las agobies, tontolaba.
- Si no sabes tirarte del trampolín... no te tires. Sobre todo si no hay agua en la piscina.

To be Continued.
Próximo capítulo: Diario de... HOTELES (Comedor).






jueves, 15 de septiembre de 2011

Diario de... PEP GUARDIOLA.

A mí de Guardiola me chiflan sus combinaciones casuals. Es una referencia a seguir. Desde que entrena al Barça siempre vengo a trabajar con un botellín de agua de 50 cl. en la mano. Sea invierno o verano, da igual. Aunque tenga que ponerme guantes de piel forrados de conejito por dentro. De esos guantes gordos que no puedes pasar las páginas de un libro ni coger bien el cigarro y pareces tonto. Aunque no tenga sed. Yo, con mi botellín de agua de 50 cl. Por supuesto, voy rapado como él y procuro andar con las piernas arqueadas. En el primer cajón de mi mesa de trabajo tengo un librito de Martí i Pol que se llama "EL POBLE". Ya me sé casi todos los poemas. Procuro hablar en catalán siempre que puedo. Si quiero pijear en catalán procuro pronunciar bien las "esses" y adoptar cierta afectación en la dicción. Y madrugo todos los días también. "¿Dónde vas tan temprano Chumoski? ¿Qué te traes entre manos?" "Voy a trabajar" "Pero si son las 03:00h. de la madrugada y tú no curras en Mercabarna" "Ya, pero asi llego dando un paseo y hago ejercicio y eso". Me gustaría tener tres hijos con la novia de toda la vida. Pasa que creo que ya se casó (con otro) y ya los tuvo (pero con otro); además que si me ve igual me manda a la mierda. No sé porqué la gente es tan rencorosa. El otro día entré en una tienda. Vino una dependienta con un escote con los pechos como flanes DHUL. ¿Qué desea caballero?. Hola, reina. Pues mira, quiero unos tejanos como los de Pep. ¿Perdone? Como los de Guardiola, chata. Ah, vale. Me los trae. No acabo de llenarlos del culo, así que tengo que hacerle un agujero más al cinturón dentro del probador. ¿Con qué se lo hago? (el agujero), pues con la punta de una llave (la del buzón). Tras unos minutos de nerviosismo porque el cinturón es de cuero gordo, consigo hacerle el agujero de más. Vuelvo a probarme los tejanos delante del espejo. Ahora si, ahora me van de puta madre. Guardiola total. Salgo para fuera. ¿A cuánto el kilo de tejano de Pep, reina?. ¿Disculpe? Que cuánto cuestan. 289 euros. Hostia, me pillas desprevenido porque es que vengo de comer del Chino y ahí me he dejado una pasta; espérate que voy al cajero y ahora vengo. Todavía me está esperando. Lástima de pechos. Me pareció que la muchacha correspondía a la mirada sucia que le dirigí varias veces. Que correspondía con cara de "chaval, no tienes sopas suficientes para catar estas tetas". Zorrona de los cojones (con perdón). Si fuera Guardiola lo atenderías con mirada de corderito sexual degollado y a poco que pudieras serías capaz de hacerle una felación (con perdón) con tanta devoción que le absorberías los calzoncillos todos para dentro por el ojete. Me he dejado barba, por supuesto. Como no me sale canosa me la he tintado a trozos con un poco de polvo de yeso y agua. Da el pego. Y me he comprado unas pocas camisas blancas de esas que van ceñiditas. Del H&M. Son clavadas, nen. Me dio el soplo Pedrito el del Gimnasio, que siempre se compra allí toda la ropa y va hecho un pincel los fines de semana con sus cejas finas y eso. Que no sé para qué, para acabar siempre abrazado a una cincuentona resabiada con más tiros pegaos que Richard Widmark. Total, que una vez puestas (las camisas estas), metidas por dentro del pantalón, por supuesto, se me ve un poco de barriga, vale, pero siempre digo que son gases de cuando como sopas de sobre y listos. Ya el otro día vino uno y me dice: Chumoski.., ¿tú siempre tienes gases, no?. Otro hijoputa. En la punta la polla, le dije. Clavo puntas de carpintero sin Black & Decker, nen, solo a base de aire comprimido de la puntalnabo, cabrón. Tampoco te pongas así. Bueno, vale. ¿Me dejas 289 euros? Joder, Chumoski..., que acabo de quedarme en el paro. Es para comprarme unos tejanos como los de Guardiola. Ah, ya, dice. ¿Y no te vale un chándal como el de Tito Vilanova? Para eso igual me llega. No, no es lo mismo. Con un chándal parezco un poligonero de mierda, joder. Me fui el otro día al Corte Inglés. Recordando lo que le pasó al Jose Luís con unos de Seguridad de cuando los altercados con los hippies aquellos. Enseguida me fijo en los zapatos que busco. Así acabados un poquito en punta cuadrada. Negros. Con brillo. Con una hebilla a un costado del empeine. Buenos días. Buenos días. Oiga, usted, ¿a cuánto estos zapatos?. 325 euros. Un poco más caros que las camisas del H&M, tú mentiendes lo que te digo. 325 euros. Aham..., ya veo. IVA incluido, supongo. IVA incluido, caballero. Los cordones también, ¿no?. Efectivamente. Son bonitos. ¿Qué número? Pues mire..., en principio un 42, pero tengo unas Adidas blancas con tres rayas negras, que son un 43. Un 9 ½ UK. Le traigo un 43, caballero. Muchas gracias. Me quito las New Balance. Huelen un poco. Pero no es por dejadez mía, que yo me ducho todos los días, no me jodas. Es que ya están gastadillas. Me los pruebo. Van como un guante. Son zapatos de marqués. Y oiga, qué le iba a decir yo….¿no tendría usted un modelo parecido pero que queden un poquito más…, más apañaditos de precio…? Por supuesto, caballero, mire usted, estos cuestan 125 euros. Ah, ya… ¿y estos de aquí? Estos se le quedan por 65 euros, están de oferta. Me los pruebo. Parece que haya metido los pies en una trampa mecánica hecha de hierro forjado de la película SAW, esa donde te dan un tiempo para que hagas una prueba y si no eres capaz de superarla te destrozan la vida. O sea, que si doy dos pasos más me quedo con los tobillos al aire y los lagrimones en la cara. Qué puta mierda. Mira, deja que me lo piense, le dije. Perfecto, caballero. Luego también me gusta mucho (el Guardiola) porque es un señor, oye. Así que procuro tomar nota de su buen hacer. Esta mañana, por ejemplo, en el Metro, ha entrado (como cada día) la de los mecheros. Unos mecheros estampados con dibujos de marihuana. Feos. “Buinas tardes siñoras y siñores… Vamos a ver isos chicos guapos y isas chicas guapas que yo les voy a vender unos micheros muy bonitos… Hoy hago una oferta, siñores… Tres micheros por un euro…”. Total, que le he hecho una seña con la mano y le he comprado 10 euros de mecheros. 30 mecheros en total, nen. Pa qué te cuento la que ha liado la rumana dentro del vagón lleno gente… Se ha puesto de rodillas y todo delante de mí. “Ay, siñor, usted es una buina pirsona, muy guapa con un corazón bello. Es usted un príncipe…” Madre mía. Le faltaban dos piños de abajo y uno de arriba. Luego en casa he pensado que a ver qué coño hago con tantos mecheros, vale; pues nada, se regalan para Navidad y listos. Lo dicho, que hay que predicar con el ejemplo. Guardiola es un tío sereno que tiene una pacencia que te cagas. Pues yo igual. ¿Que en la cola de la panadería se me cuela la típica marujona que va de lista? Esas que se hacen las locas y poco a poco, así disimulando haciendo como que miran los cruasanes de las vitrinas y las pastas y eso, vale, y se te van poniendo por delante como quién no quiere la cosa, ¿si o no?, seguro que os ha pasado. Pues nada, tranquilo Chumo, nada de “oiga, señora, vamos a ver si no nos hacemos la loca y nos ponemos en la cola, que me estoy coscando del percal”. No, no, no, asi no. “Oiga, señora, buenos días, antes de nada, eh, la educación lo primero. Mire usted qué le iba a decir yo…, que es que resulta que por el bien común siempre pensando en una comunicación sana y cordial entre personas, verdad, pues que aquí, en la panadería, mientras colocan el pán que acaba de salir del horno, pues mire usted, que hemos decidido de motu propio los aquí presentes organizar un poco el órden de llegada de los consumidores de cara a la posterior asistencia comercial por parte de las señoras panaderas…. Entonces, pues bueno, que tenemos hecha aquí una pequeña fila con todo respeto, vale, y ….” Así, si. Pasa que la señora me ha girado la cara y ha seguido haciéndose la loca. Porque era muy resabiada. Con lo cual, aquí también he tomado nota de Guardiola de cuando entró en la rueda de prensa en Villabebas, no, perdón, en el Bernabéu, para responder a Moñigo cuando le digo que era el puto amo y eso (fuera del campo, claro). Así que yo igual: “Señora, me voy a cagar en tós sus muertos, ¿vale?”. Ahí ya me ha hecho caso y ha respetado el órden de llegada. Yo creo que todos deberíamos ser un poco Guardiola. Lástima de zapatos, eso si. Un poco caros. Y los tejanos y eso. Pero bueno, que vamos poco a poco. Fíjate si no, que él mismo entrenaba antes en Tercera División, que se dice pronto. Pues eso. Otra cosa más, por ejemplo, a nivel de la vida cotidiana y tal, Guardiola no permitiría que hubiera mileuristas. Pero tampoco vagos y maleantes, ojo, de esos que no hacen país y se chupan los recursos sociales que luego uno puede necesitar en caso de emergencia. Esos que han abusado y abusan y por su culpa, ahora, cuando menos me lo espere, tendré que pagar 40 euros para que el médico me meta el palito de un Frigodedo en la boca para mirarme la garganta o, en el peor de los casos, el dedo en el culo para ver si saca premio. Aunque aquí la factura espero que sea más barata, no me jodas. A ver si encima de ultrajado, además apaleado, vamos hombre. Digo yo que esto último será más baratito. Total, que el Pep pondría a más de uno recto como una estaca. Y el que se rebotara.... JA!!! Al que se rebotara ahí tienes el ejemplo de Eto'o, pobrecico mío, a la puta calle. Claro que el negro ahora cobra como un blanco y correr, lo que se dice correr, se corre lo justo y lo que le apetece. Este Eto'o es la leche, si, pero fíjate que NUNCA una mala palabra de Guardiola. ¿Por qué? Pues porque el Pep, en el fondo, se hace de querer mucho. Así es la vida.


Guardiola (Dios te bendiga con muchos años de sabiduría) déjame 289 euros, nen. Te los devuelvo, te lo juro. Puedo pasar con los zapatos-trampa de SAW, vale, pero los tejanos como los tuyos... hostie, con esos mojo fijo.

jueves, 7 de julio de 2011

Vidas Cruzadas. FÍN.

LA HISTORIA DE JOSE LUÍS.

- Por las bragas de Paris Hilton, José Luís.... Dios mío, siéntate. ¿Cómo estás? ¿Qué ha pasado?

La muchacha de grandes pechos que lo sujetaba lo dejó suavemente en el suelo, sentado sobre una caja vacía de fruta, justo al lado de la Princesa Hippie, que seguía a lo suyo. Introspección y espiritualidad. El Jose Luís era un desecho de persona humana; un amasijo de carne y sangre; una víctima de Jigsaw. No, peor, de Leatherface.

- Todo está un poco borroso, Paco. Pero lo conseguí - me dijo, alzando temblorosamente un paquete de Lucky Strike.

"Yo estaba en la tienda, tan tranquilico, vale, con mi té y mis pastitas, porque antes de venirme me llegué a la panadería del barrio y compré medio kilo de cruasanes de esos pequeñitos que tu sabes que me gustan mucho, y entonces, como ya estaba harto de cachimba de esa infernal, yo quería fumar tabaco de toda la vida, entiéndeme lo que te quiero decir, pero se había acabado porque la Flora esta, además de hippie, resulta que se fuma hasta el laurel que se le echa al arroz hervido, vale. Así que cogí y le dije a la Antoñita que ahora venía, que iba a por tabaco. Voy contigo, dijo la chiquilla. Vale, pues venga, vamos. Cogí la bolsa de los cruasanes para el camino y hala, a por tabaco."

Abrió el paquete y se encendió un Lucky. Me ofreció uno y acepté. La tal Antoñita lo miraba y le acariciaba el cabello ensangrentado. Luego dijo que iba a buscar ayuda sanitaria y marchó gracilmente haciendo botar sus fantásticos senos. Mira tú qué maja y apañada, oye.

"Total, que me voy para el Corte Inglés que yo sé que hay un estanco dentro. Me meto. Qué bien se está con el aire acondicionado, Paco. No quiero pensar lo que deben pagar de factura de la luz esta gente. Y coge la Antoñita y dice que se va a mirar no sé qué de un perfume nuevo que lo anuncia la Natali Corman o algo así. Ves con Dios, le dije. Y me puse a buscar el estanco. Al pasar por la sección de carteras vi que había muchas en unos cajones. Montones de carteras. Cienes y cienes de carteras. Todas de piel de becerra por lo menos. Incluso de bicha. Se veían de marqués, Paco, tú mentiendes lo que te digo. Coño, me dije, todas estas carteras aquí apiladas como si vinieran de los contenedores esos de los chinos de la Zona Franca.... ¿Y dónde está el precio?"

- ¿Te compraste una cartera?
- No. La mangué.
- Pero hombre, José Luís, por favor....
- Espérate que te lo explico.

"Media hora esperando que acabara de atender una señorita con una blusa verde a una viejuna restaurada, Paco. Yo ya estaba agobiado. Y cuando acaba, coge y me dice: "Ahora te atiende mi compañera que yo me voy a desayunar". Que aproveche, le dije. Gracias, me dijo ella. Pues nada, me gustó mucho una cartera muy guapa de Tomi Jilbringuer ese, vale. Saqué la mía. La vacié. Puse todas las cosas en la cartera nueva de Tomi Jilbringuer. Me la guardé. Me quedé con la cartera vieja en la mano. Y ensayé cara de indignado. Media hora más hasta que vino la sustituta. Buenos días, qué desea. Buenos días, reina. Mira, ¿ves esta cartera?. Si, señor. Pues la compré aquí la semana pasada. Ayer la metí en la lavadora con los Lois, vale, sin darme cuenta, y mira cómo se ha quedado. Ni esto es piel de becerra ni esto es mierda en vinagre. Un pastón. Vengo a devolverla y que me hagas unos Corticoles de esos para yo comprarme lo que me de la gana. Espérate que llamo al encargado de planta. Me espero, reina".

Llegó la Antoñita con un señor con una cruz roja en el pecho. Cuando vio el estado del José Luís cogió el walkie y pidió una ambulancia.

- Que no, rey, que no, que yo te lo agradezco. Si esto con unos gelocatiles ya está. Bueno a lo que iba.

"Llegó el encargado de planta. Vio mi cartera vieja. Me miró con cara de extrañado. Yo mantenía firmemente la mia de indignado. Ganó la de indignado, Paco. Me dieron unos Corticoles y me subí a la planta de sonido y me compré este Mp3 tan chulo - lo sacó del bolsillo y lo volvió a guardar-. Luego me fui para el estanco. Compré el Lucky este que nos estamos fumando. Y me fui para la salida. Y cuando voy a salir comienzo a pitar como un grillo. Y se me echan encima dos gorilones de esos que cuando ven la película esa de "ORÍGEN" se quedan con la boca abierta y les cae un hilillo de saliva, entiéndeme lo que te digo. ¿Qué lleva ahí?. ¿Yo? Nada. Desnúdese. Si, hombre. Venga con nosotros. Me llevaron a una habitación. Saqué mi cartera nueva de Tomi Jilbringuer, miraron mi documentación. Sin problema. Saqué el Mp3, miraron la factura de los Corticoles. Sin problema. ¿Qué coño es lo que ha pitado entonces? Me saqué las bambas, los tejanos, la camiseta, el peluco, los calcetines, las cadenas, la de Caravaca también, que sabes que nunca me la quito. Miren ustedes, yo ya estoy en gallumbos. Esto es cosa de los cruasanes, les dije. Desnúdese. Paco, tú sabes cómo soy yo para estas cosas. Que sabes que en el gimnasio siempre voy con mi toallita bien enrrollada porque soy pudoroso. Encima uno de ellos me pareció que me miraba con lascibia de esa. Miren ustedes que esto es lo que hay. Que no hay más, insistí yo, vale. Desnúdese. Paco, me asusté mucho. No había más donde buscar y decian que la bolsa de cruasanes no podía ser. Esos hijos de puta querían meterme el dedo en el culo. El dedo, por lo menos, entiéndeme. Me negué. Si hubieran sido gorilonas, pues mira, todavía igual hasta me pongo cachondo, pero dos anormales así no, Paco, que tú me conoces."

- ¿Y entonces?
- Entonces llegó la violencia. Yo estaba mu acojonao. Así que quise zafarme y salir por la puerta pero uno de ellos, el de la lascibia, estuvo ágil y me tapó la salida. "¿Dónde vas, pichoncito?", me dijo. Ahí ya, para qué te cuento. Eso me sonó muy a bujarrón, Paco. Me asusté más todavía y me violenté. Luché con todas mis fuerzas. Pero eran dos armarios con puertas correderas. Encajé como pude.
- Casi te matan, José Luís.
- Si, pero por lo menos no me han petado el culo, Paco.

EPÍLOGO.

Le dimos unas caladas al Lucky. Y decidí sincerarme con él. La tal Antoñita charlaba preocupada con el auxiliar ese de la cruz roja. El auxiliar de la cruz roja se había hipnotizado con el balanceo de sus pechos. Ella parecía francamente entristecida. Flora, por su parte, había comenzado de nuevo con la "Balada del OOOooommm". Yo tenía un nudo en la garganta.

- Jose Luís..., siento mucho lo que te ha pasado, pero tengo que decirte algo.
- Dime, Chumo.
- En tu ausencia le he tocado los pechos a tu novia. Y no solo eso. También le he metido mano en el matorral. Pero te juro que fue ella la que me sedujo. Me pille un huevo con la cremallera si miento, José Luís. Se le veían las braguillas. Y luego me dijo que pusiera mi mano en su seno. Y....
- Paco...., ¿qué novia?
- Esta -le dije señalando a la Princesa Hippie del OOOooomm.
- Paco... esa no es mi novia. Esa es la Floreta. Una amiga de la Antoñita. La Antoñita es mi novia. Y si, es un poco sueltecilla. Lo mismo le da una unidad especial de la Guardia Civil, que los monitores de un Casal de Verano que un regimiento de cosacos borrachos. Le gusta mucho el follar, Paco, pero también colgarse. Para ella, el reloj siempre marca la Happy Hour.
- Hostiaputa.

Llegó la ambulancia y a pesar de las reticencias del José Luís logramos que subiera dentro para que lo atendieran bien en el Hospital a condición de que lo dejaran fumar. A mi alrededor, y ante mi sorpresa, el mercadillo hippie volvía a instalarse.

- José Luís... - le dije antes de que cerraran la puerta-. Entonces... ¿no me la recomiendas para establecer unos lazos emocionales sólidos y eso?.
- No, Paco. Mejor no. Antoñita, tápate esos pechos y vámonos ya que quiero estar para el fútbol en casa - le dijo a la chica alta y delgada que aún tenía cara de entristecida- Ahora bien, Chumo, dicen que es capaz de hacer sexo durante 7 horas seguidas. Sexo cuántico o algo así. Cosa de indios. Ya me contarás.
- Cuídate, José Luís.
- Dios te bendiga, Paco. Gracias por cuidar de Floreta - me dijo Antoñita. Y cerró la puerta de la ambulancia.

Tantos nervios acumulados. Tenía unas ganas horribles de hacer de cuerpo. Cuando ya me inclinaba para preguntarle a la Princesa Hippie si le apetecía una Coca-cola en el Hard Rock Café, el hippie malabarista se me acercó. Estaba vivo. Bajo el sobaco traía su canuto y su cuerda. Otro muñon de carne y huesos viviente.

- ¿Cómo van esas amigdalas, amigo?
- De futa mad-re. ¿Tie-nes un sig-arrito, her-mano?

Le di la cajetilla.

- Pa-z y am-mor.
- Paz y amor.


FÍN.

miércoles, 6 de julio de 2011

Vidas Cruzadas. Episodio 5.

Cuatro Mossos bien entrenados contra dos personas humanas. Una de ellas, una hippie que creía en el amor libre. Y que yo también, ojo, pero con condiciones. Amor libre a todas horas. Libertad para echar un casquete dónde, cómo y cuándo se tercie. Alegría para el cuelpo. Pero eso de compartir el horno donde caliento la baguette..., eso va a ser que no, tú mentiendes lo que te digo. No jodamos. En esto soy un poco conservador. Además, que cuando necesite de los servicios de una señorita alegre, pues cojo, me gasto los cuartos, y con educación y saber estar (esto siempre) echamos un rato tan contentos. Si voy bien de boniatos, con champagne francés, y si voy flojeras, pues con sidra El Gaitero que también está muy rica. Pienso que quizá no estuviéramos hechos el uno para el otro. La Princesa Hippie y yo, digo. Además..., qué coño..., SI ES LA NOVIA DEL JOSE LUÍS!!!! (hostie, Paco, pero qué haces!!!!)

El Mazas y los otros dos ya habían desenfundado su porras. Se acercaban. Nunca pensé que mis días en esta perra vida acabarían así, y con tantas cosas por hacer. Sin el autográfo de Messi, sin conocer el pueblo donde se rodó Verano Azul, sin cobrar los 1.000 duros que me debe Paco El Kioskero, sin echarle los trastos a la panadera nueva de la esquina, sin poder ver la 2ª temporada de la serie esa de los zombies que tanto me gusta... dios mío, sin tantas cosas por hacer. El Mosso con nombre de pollo, en última instancia, también desenfundó.

- Pío Pío - le dije-. ¿Tú también, hijo mío?
- ¿Se han ido ya, amigo de Jose Luís?.
- Están recogiendo, Floreta, están recogiendo.

Me levanté para plantarles cara. Moriría con las New Balance puestas. Oh, si. Vendería cara mi piel. Hijos de puta. Entonces ocurrió algo inesperado. El Pío Pío, con su raya en medio y su cara de Cola-Cao con galletas mañanero, se giró hacia sus compañeros.

- No le vais a poner un dedo encima.

Las tres fieras detuvieron sus pasos. Una de ellas volvió a echar mano del Marlboro. Yo me coloqué detrás del que ya para mí era un héroe anónimo (aunque le llamaran Pío Pío).

- Pío Pío, qué dices. Venga, va, quítate de en medio.
- No me sale los huevos.
- Oye, Mazas, pos es verdad que está verde este, eh -dijo el del tabaco, abriendo el Zippo.
- Ya te lo he dicho yo. Si ni siquiera sabe pegarle los subtítulos a una peli descargada.
- Sois la deshonra del cuerpo. No servís al ciudadano. Sois escoria. Unos fills de pute. El Vin Diesel ese es un calvo maricón de mierda. Un papafritas. Y el Transportter, otro que tal. Un figurín con su A8. Yo me cago en vuestros batidos proteínicos y vuestras series de levantamientos. Sois unos mierdas con unos pichurrines como bellotas.

Se levantaron la visera. Estaban anonadados. Pálidos como Iniesta disfrazado de El Cuervo. Yo comencé a rezar a la Vírgen del Cármen. Flora estaba de nuevo con las piernas cruzadas, sentada en el suelo, a mi lado, los ojos cerrados. Meditando y eso.

- ¿Qué has dicho, Pío Pío? - le preguntó, incrédulo, el llamado Mazas.
- He dicho que Vin Diesel es un mierda. Que Jason Statham es otro mierda. Que vosotros sois una cagada fresca de vaca Pascual. Y te digo además que el auténtico maestro se llama Bruce. Bruce Lee. Y que la Vane no te cogió el teléfono anoche porque estaba ocupada. Ocupada con un hombre de verdad, so anormal. O sea, conmigo.
- Pero..., pero si me has dicho antes que estabas viendo SUPERVIVIENTES!!!!
- Y era verdad. Me pone cachondo ver tías en tanga. Y no te lo pierdas, a ella también. Precalentamiento, ya sabes. Luego cabalgamos toda la noche. Vengo sin dormir. Me dijo que tu pichurrín no sería capaz de polinizar un tulipán.
- Mentiroso de mierda. ¿Y tu madre?.
- En Benidorm. Ella decía que por la mañana hacía fresquito en Benidorm. Y a las madres siempre hay que hacerles caso, Mazas.


La cara del Mazas, purpúrea, se congestionaba como un efecto especial de la Nintendo XL. El Mosso del Zippo abierto parecía una estatua de cera con un cigarrillo colgando de la comisura de los labios. El tercer Mosso dijo "uála, qué movida, paso de vosotros" y se fue a ayudar a la Mossa y a su compañero que ya antes había marchado, con el hippie malabarista del canuto y la cuerda. Parece ser que el muchacho, aún con un par de botas en el cuello (debían ser grandes sus amigdalas) tenía agallas para resistir. "PAZ Y AMOR!!!!", gritaba todavia por encima del tremendo alboroto que nos rodeaba. Después del Emidio Tucci, ahora, con la llegada de un tercer Mosso, le estaban facturando uno de Hugo Boss. En tiempo real.

- Te voy a reventar la cabeza, Pío Pío cabrón.
- Tú no vas a reventar nada, mariquita de playa. Como respires empiezo a rajar sobre la farlopa decomisada que has ido pillando de estranquis en la comisaría. Te gustan demasido las anchoas, Tony, así que no me vaciles, no sea que encima recibas alguna galleta extra.

Dicho esto, el Pío Pío enfundó su porra y sacó unos nunchakus que tenía camuflados donde las esposas. Adoptó una kata de ataque, la típica posición del Dragón Perjudicado, levantó una mano en dirección al Mazas y al otro Mosso, y les hizo el gesto de que vinieran. Bruce Lee en estado puro. Gracias, Vírgen del Cármen, tú que todo lo puedes. Prometo no comprar nunca más (pero nunca más) pizza Tarradellas. El Mazas reculó. El balazo fue justo entre ceja y ceja. Se lo pensó.

- Eres un chivato de mierda, Pío Pío. No tienes pruebas. Te voy a reventar la cabeza.

Entonces se escuchó una vocecilla detrás nuestro. Todos nos giramos al unísono. Era el cámara del trípode. Era Carlitos.

- Sr. Mazas, hola, buenos días, discúlpeme que intervenga en esta conversación tan dicharachera, eh, pero tengo que decirle algo.
- ¿Quieres cobrar, periolisto?.
- No, por Dios. Mire, ¿ve usted aquel zagal que está justo ahora saliendo de la plaza con una camiseta de Bon Jovi?.
- Qué pasa.
- Es el que tiene la cinta donde he grabado esto que decían ustedes de la farlopa decomisada que van sustrayendo de tanto en tanto de gratis. Si no tiene noticias mías en 60 segundos es que me ha pasado algo. Si me ha pasado algo, esa cinta sale mañana en el Telediario de Antena 3 con Matías Prats. Le recomiendo que coja sus bártulos y se vaya a tomar por culo.

Segundo balazo. El que se le pega a un zombie inerte para asegurarse de que está realmente fiambre. Con uno te quedas corto a no ser que seas El Rubio, con dos mucho mejor. El Mazas miró al chaval, completamente indignado. Y sin soltar una palabra se giró y comenzó a andar con paso despreocupado.

- Me he quedao con tu cara, Pío Pío, que lo sepas. Hijoputa.
- Pues devuélvemela, que no quiero que te pajees por las noches con ella, Pablito de mierda.

Se fueron. Se giraban de vez en cuando, pero se fueron. Ambos. Se cruzaron con el Jose Luís. Una chica lo sujetaba.

- Carlitos, Dios te lo pague -le dije al cámara.
- No es nada. No has visto nada. No soy nadie. Trabajo en pos del bien y la justicia y no quiero reconocimiento alguno. No quiero poner en peligro a mi família.
- ¿Y el de la camiseta de Bon Jovi?
- No tengo ni puta idea de quién es. Cuidaos, amigos. La guerra es como una zorra con la regla. Cuando decides tomarla en serio te pones hasta el ojete de sangre.

Dicho esto recogió el trípode, la cámara y la bolsa y haciéndonos el famoso gesto trekkie, se marchó también.

- Un gran hombre -dijo Pío Pío.
- No menos que usted- le contesté. Barruntaba ya qué iba a decirle a Jose Luís sobre lo ocurrido con su novia hippie-. A mí también me gusta mucho Bruce Lee, sabe. Tengo todas sus pelis edición limitada de lujo con cajita metálica y camiseta de regalo. En VHS, DVD y descargadas del Cinetube. Pasa que me quedé en 1,66cm y no pude desarrollar bien la técnica del Mono Borracho.
- Me limito a cumplir con mi trabajo, amigo. Salgan de aquí cuanto antes, por favor. Y dele a esta muchacha un baño de agua fría y siete cafés bien cargados. Está buena, por cierto.
- Si que lo está, si.
- Ah, y la técnica del Mono Borracho es de Jackie Chan.

Guardó sus nunchakus de madera noble y se alejó.

- Hola, Paco - dijo Jose Luís. Estaba hecho un Cristo. Una muchacha alta, delgada, y con dos pechos como dos misiles, a duras penas lo sujetaba. A nuestro alrededor la batalla campal parecía amainar.

To be Continued.

viernes, 1 de julio de 2011

Vidas Cruzadas. Episodio 4.

CÁMARA 3.

En el costillar. Me dio en todo el costillar. De entrada no me dolió, por el shock, supongo, pero un segundo y unas centésimas después sentí una quemazón intensa. Por principios no solté ni una lágrima. Quería salir, la cabrona (la lágrima), pero aguanté el tirón como un jabato. Flora, debajo de mí, acurrucada, sollozaba y repetía una letanía de maldiciones sobre la estupidez humana y la destrucción del planeta. Pobrecica.

- Mazas, te has pasao, nen.
- Bué!!! Esto es precalentamiento, chaval. Tanteando el terreno. Aviso preventivo, que se dice. Tú no bajes la guardia. Donde menos te lo esperas hay un psicópata de esos ocultos. ¿Has visto El Silencio de las Ovejas?
- Es "de los Corderos" , Mazas.
- Joder, "corderos", "ovejas", lo mismo da. Se lo montan entre ellos, ¿no?.

Los tres Mossos que fumaban Marlboro discutían ahora que era más conveniente, si el Domingo hacer brasas o mejor una paella. El que propuso la paella advertía del buen hacer de su mujer para estos menesteres. Los otros se lo miraban dubitativos. Quizá hubiera sido un momento propicio para ejecutar un rápido movimiento sobre los dos más agresivos que nos rodeaban y plantear una defensa Furia Oriental. Se me pasó por la cabeza. Pero ese día, precisamente, me dejé los nunchakus en casa. Elegí la vía del diálogo y la serenidad.

- Mire usted, Sr. Mosso, yo creo que podemos llegar a un acuerdo.

El tal Mazas miró a su compañero.

- ¿Ves lo que te digo? Resistencia a la autoridad.

PAM!!!!

Esta vez me dio en el brazo, pues estuve rápido de reflejos para protegerme la cabeza. A esto se le llama bloqueo intempestivo en grado supersucker. Lo vi venir gracias a una severa serie de entrenamientos exhaustivos para grupos de élite de cuando la mili, tú mentiendes lo que te digo. El brazo se me quedó muerto. Gracias a Dios soy ambidiestro para cuando la ocasión lo requiere. Años de duro entrenamiento también, ojo.

- Mazas, tío, ¿qué haces, macho?.
- Se ha rebotao.
- ¿.......?
- Ay, alma de cántaro, cuánto tienes que aprender. Tras esa actitud se esconde claramente una intención agresiva. Si te lo he dicho antes. Este va de cordero. Y encima feo.

Esta vez si me cayó una lagrimilla. No pude evitarlo. Más que porque me dijera feo (que yo también tengo mi corazoncito, vale), porque no sentía del antecodo a los dedos de la mano izquierda. Por otro lado, la riñonada me hacía bum-bum-bum-bum. Me fijé en el cámara, que ahora concentraba toda su atención en nosotros. Tenía una tarjeta identificativa. Ponía Carlitos. Es curioso cómo una persona humana, en situaciones límite, se fija en los detalles más inesperados. La Princesa Hippie seguía en su mundo. Qué guapa era.

- Mire usted, Jefe, con todos los respetos posibles dada la situación actual, entiéndame lo que le digo, yo quisiera solicitarle, si tiene a bien escuchar estas humildes palabras, que si us plau guarde usted la porra. Ojo, no por nada en especial, eh, cuidao, que no quiero yo que malinterprete mis palabras, dios me libre a mí de soltar alguna inconveniencia y meterme donde no me llaman. Faltaría. Yo más que nada para que usted no se me fuera a hacer daño con la susodicha, eh. Básicamente. Que ya sabe que estos artilugios los carga el diablo. Es decir, yo siempre mirando por el bienestar de los cuerpos de seguridad del estado, dios me los cuide durante muchos años.
- Amigo de Jose Luís... - me dijo debajo mío Flora -. ¿Se han ido ya?.
- Tranquila, caramelito, yo te progeré.

El Pío Pío ese se quitó el casco. Su madre le había hecho la raya en medio antes de salir de casa. Probablemente también el Cola-Cao. Hacía cara de buena persona.

- Hay que ver lo bien que se expresa este hombre, darte cuenta.
- Ponte el casco, inútil, que te van a abrir la cabeza.

El cámara con su trípode (Carlitos ponía en la etiqueta) no daba abasto. Izquierda, derecha, arriba, abajo. Todo sin perdernos de vista a nosotros, además. Volaban por encima nuestro litronas, maderas, vallas, cristales, metralla de todo tipo, dos perros, tres gatos, cuatro neumáticos (uno incendiado), dos japoneses que llevaban colgando del cuello dos NIKON carísimas, una chica con las tetas operadas y la raya de los ojos hasta el cogote, estaba buena, un urbano, una abuela, cuatro Cd's de Operación Triundo, dos cassetes de Antonio Alemania y uno de Porrina de Badajoz. La Matanza de Texas.

- Es que entre el pasamontañas, la braga y el casco..., no veas qué calda, Mazas.
- ¿Pero qué haces con la braga y el pasamontañas?
- Es que mi madre se ha empeñado. Decía que hacía fresquito esta mañana y eso.

Los tres que fumaban apuraban sus cigarrillos. Uno de ellos dijo de repente "me aburro". Delante mía la Mossa por fín alcanzó al hippie al que perseguía desde hacía rato. 5 vueltas enteras le dieron a la Plaza por lo menos. El Mosso que se aburría tiró el cigarrillo al suelo, se bajó la visera y se fue donde estaba su compañera. Le hicieron un traje nuevo al hippie. Emidio Tucci. A medida. Como el hippie se quejaba cogió el Mosso y le pisó el cuello. Supuse en un primer momento que para solucionar algún tema de amigdalas inflamadas.

- Ponte el casco, joder, que pareces corki de verdad, Pío Pío, y recuérdale a este señor para qué estamos aquí.

Pío Pío se agachó delante nuestro.

- Buenos días, caballero.
- Buenos días.
- Mire, le voy a ser franco.
- No, eso no, por Dios.
- Sincero, quería decir.
- Adelante - le supliqué. El dolor en la riñonada aumentaba. Probablemente tenía alguna costilla rota por ahí abajo. El brazo caía inerte.
- Está usted inmerso en un dispositivo de desalojo de hippies perfectamente camuflado bajo lo que vendría a ser, inicialmente, un mero operativo de limpieza e higiene de la Plaza.
- Hostie, nen, podíais haber avisao.
- Ahí está el quid de la question, amigo. Estas cosas son como los huevos Kinder. Todo mu bonito pero nunca sabes qué sorpresa te vas a llevar.
- Ya, pero con los huevos Kinder las sorpresas siempre son agradables, nen.
- Eso también es verdad.

Los dos Mossos que estaban fumando también apuraron sus cigarrillos y se acercaron al Mazas.

- Tony, me estoy agobiando, tío. ¿Le metemos o no?.
- Pos va a ser que si, porque veo mu verde al Pío Pío.

Avanzaron hacia nosotros.

- Amigo de Jose Luís, ¿se han ido ya?.
- Están a punto, princesa. Están a punto.

To be continued.

martes, 28 de junio de 2011

Vidas Cruzadas. Episodio 3.

CÁMARA 1.


- ¿Mazas, me recibes?. Aquí Pío Pío. En Furgoneta 2.
- Te recibo Pío Pío.
- Perdona, Mazas, qué te iba a decir...
- Dime.
- ¿Tú de qué vas a tirar más..., de porra o de Fungusol?
- Se dice aerosol, corki.
- Perdona, tío. Es que estoy nervioso.
- El picaojos, como la colonia BRUMMEL, Pío Pío, solo para las distancias cortas. Yo creo que de entrada vamos a tirar directamente de porra. Mira, ya entran las brigadas de limpieza. Tate al tanto, eh!!!
- Me están dando retortijones.


CÁMARA 2.

- Disculpe, señorita...
- OOOoooommmmmmmmm.......

Se le veían claramente las braguillas blancas; con transparencias. No se depilaba. El parterre asomaba. Oh, señor, tú que todo lo puedes... Era una belleza. Era la princesa de los hippies. No se veía al Jose Luís por ningún sitio. En una esquina de la plaza, por lo visto, empezaba a tocar una banda. Se escuchaba mucho revuelo. La verbena de San Agustín. Entré a la tienda.

- Ooooommmmmmmmmmmm.....
- Disculpe, usted, señorita, con su permiso...

Abrió los ojos. Eran del color del agua en las calas recónditas y poco transitadas de la Costa Brava. Me quedé obnubilado. Sin palabras. Una diosa con una margarita estampada en una gastada camiseta. Tuve una erección instantánea que miré de disimular metiéndo las manos en los bolsillos pero, desgraciadamente, ese día opté por vestir unos Levi's pitillo extra large de aquellos ajustaditos de cuando mi época de Barón Rojo, así que, con manos embolsilladas o sin ellas, no había nada que hacer. Di dos pasos. Dolía un poco.

- Pasa, amigo. Estás en tu casa. Pasa y deja algo de la felicidad que traes contigo.
- No, si... si yo es que había quedado aquí con Jose Luís, sabe usted....
- Ha ido a por tabaco. Pasa, siéntate a mi lado y bebe conmigo. El té está a punto. Fumemos también.

Tras un par de intentos a la hora de cruzar las piernas para no troncharme el nabo (con perdón), conseguí sentarme a su vera. Justo delante de una cachimba de considerables dimensiones que se elevaba ante nosotros sobre una pila de revistas. Un Cuore, un Woman, un Cosmopolitan...

- Tú eres la novia de Jose Luís, ¿no?
- Soy Flora, y creo en el amor libre. Olvida tus ataduras físicas. Deja que tu ka se pronuncie. Derriba los muros que rodean tu mente y deja que fluya tu espíritu. Toca mi pecho y escucha mi respiración. Sé yo.

Fuera se escuchaba bastante alboroto. Alguien hablaba por un altavoz. Mejor dicho: alguien berreaba por un altavoz. Por la abertura de la tienda pude ver a una chica con rastas que recogía presurosa un puestecillo de esos de echar las cartas y a su lado un señor con un cartel pintado a mano colgado al cuello que ponía "ME CAGO EN BUESTRO MUERTO" se afanaba por recoger sus pertenencias algo alterado con un bocadillo de fiambre en una mano envuelto en papel de plata. Jose Luís, vuelve pronto, por el amor de dios. Mi mano derecha sintonizaba los 40 Principales en el delicioso seno izquierdo de la Princesa Hippie (".... y en el número cuatro de los 40 Principales...), luego la Máxima FM ("....esto es lo último de Afrojack con Rosa de España, un pelotazo que..."), luego la FLAIX..., y luego pasé al seno derecho y busqué la COPE a ver si decían algo del fichaje de Cesc...

CÁMARA 1.

- Aquí Mazas. Furgoneta 1. ¿Me recibes, Pío Pío?. No dejan pasar a la brigada de limpieza. Nos ponemos en marcha.
- Recibido, Mazas. ¿Tiro de porra entonces, no?.
- Efectivamente.
- Ok. Justo anoche le saqué brillo con la grasa para las botas.
- Bien hecho, Pío Pío.
- Gracias, Mazas. Qué nervios, nen.
- Tranquilo, fenómeno. Nos vemos fuera y yo te voy indicando. Cambio y corto.

CÁMARA 2.


Mis fuerzas flaquearon. Perdí el oremus. La mezcla de té de bergamota y esas extrañas hierbas de Asia que fumé sublevaron mis sentidos. La besé. La metí mano. Era un caramelito hippie. Delicioso. Y me eché encima de ella. Y le levanté la minifaldilla. Y entonces el toldo rosa de la tienda de campaña voló por los aires y quedamos a la intemperie. Cinco Mossos de Cuadra de color azul marino, preparados para un Barça-Madrid con su casco con visera, arneses, pipas, escudos, botas del Decathlon, y porras en mano, nos rodeaban. A nuestro alrededor, el apocalipsis. El fín del mundo. Reparto de panes, tortas y galletas artesanas a mansalva. Cuétara, Gullón Tropical, Marbú Dorada, tortas de aceite de Puertollano... Se acabó el hambre. Un cámara con trípode lo grababa todo cerca nuestro.

- ¿Tú has desayunado, caramelito? - le dije bajándole la minifaldilla y tapándole los pechos - Lo digo porque me parece que ha llegado la hora de la cartilla de racionamiento.
- Siempre ayuno, amigo de Jose Luís. Limpio las impurezas de mi cuerpo físico. Limpio mi espíritu. Puedes llamarme Flora.
- Vale.

Dos de ellos hablaron debajo de los pasamontañas, bajo el casco con visera. El cámara del trípode no perdía detalle.

CÁMARA 3.

- Bueno, bueno, bueno, bueno.... vamos a ver, Pío Pío, ¿qué tenemos aquí?. Piensa la respuesta, eh. No te precipites ni te azores.

Los otros tres Mossos hicieron al unísono un malabarismo con las manos al más puro estilo del Salvaje Oeste y enfundaron sus porras en sus cartucheras. Uno sacó un paquete de Marlboro e invitó a fumar a los otros dos mientras asistían a la escena que se desarrollaba.

- Eeemmm...., bueno..., pues...., parece una pareja que estaba a punto de echar un casquete, Mazas. ¿No?. - dijo Pío Pío.
- Error. Casi, pero error.
- ¿Error?.
- Una pareja de hippies, Pío Pío. DE HIPPIES. Y dime ahora... ¿para qué estamos aquí?.
- ¿Para pedirles por favor que se piren de la plaza?.
- Más o menos.

Seguía agachado sobre la Princesa Hippie, protegiéndola con mi cuerpo. Ella parecía ausente, y por encima del apocalipsis me susurraba al oído "Paz y Amor, Paco. Paz y Amor". Sobre nuestras cabezas volaban objetos de toda índole. El puesto de garrapiñadas había quedado destrozado. El hippie malabarista del canuto y la cuerda corría que se las pelaba, perseguido por una mujer Mossa sin casco, con una coleta. "No corras que será peor", le decía. El hippie malabarista se giró justo cuando pasaba delante nuestro y le hizo la higa con la mano derecha. Los tres Mossos que fumaban Marlboro, brazos en jarra, hablaban de una barbacoa el Domingo en Montornés. Los otros dos parecían tener una especie de reválida o exámen allí mismo. Con nosotros como cobayas de laboratorio.

- Vale. Entonces primero les pido la documentación, ¿no?.
- Mmmm... si y no. Piensa que el precalentamiento en estos casos es fundamental. No puedes saltártelo a la torera.
- ¿Qué precalentamiento, Mazas?.
- Este.

Y cogió el Mazas y me arreó un porrazo en el costillar. PAM!!!!!


To be continued.

lunes, 27 de junio de 2011

Vidas Cruzadas. Episodio 2.

CÁMARA 1.

- Aquí Mazas. 100% operativo. Furgoneta 1. ¿Me recibes Pío Pío?.
- Te recibo Mazas. 100% operativo también. Esperando instrucciones con los compañeros.
- Oye...
- ¿Qué?
- ¿Es necesario esto de los apodos?.
- Joder, macho... ¿en cuantas intervenciones has estado, tío?.
- Esta es la primera. Estoy un poco excitado.
- Pudieran tener pinchadas las líneas, capullo.
- Ah, ya....
- Fíate. ¿Viste ayer la de DIABLO, tío? La del Vin Diesel.
- No. Estuve con SUPERVIVIENTES.
- Dile al Richal que se ponga, anda.
- Aquí, Richal. Furgoneta 2. ¿Qué pasa, maricón?.
- Ríchal, ¿viste ayer la del DIABLO o no, tío?
- Buá, pasote que te cagas.

CÁMARA 2.

- Oye, Jose Luís..., aquí hay una de gente que no veas. Parece ser que han montado una fiesta en Pza. Catalunya. ¿Hoy qué santo es?
- No te escucho mu bien, Chumoski. Me estoy quedando sin batería.
- Que digo que qué santo es hoy.
- ¿Hoy? San Agustín de no sé cuantos.
- Ah, vale. ¿Dónde estás?
- En el centro de la plaza.
- ¿Ahí metido?. Hay mucha gente. Y desde aquí parecen hippies, nen. Es un mercadillo, ¿no?.
- No sé. Yo es que he recibido un mensaje esta mañana diciendo que me esperaba justo ahí, en el centro. En una tienda de campaña.
- Hostie, a ver si tienen butifarra y longaniza de esa de pagés.

CÁMARA 1.

- Aquí, Pío Pío. En furgoneta 2. Mazas, ¿me recibes?.
- Aquí, Mazas. Furgoneta 1. Dime, Pío Pío.
- Qué te iba a decir... Cuando te bajas una peli en japonés (por poner un ejemplo, vale), luego te bajas también el otro enlace de los subtítulos, ¿no?. Entonces, luego..., ¿cómo pegas los subtítulos a la peli?.
- ¿Einnn?. ¿Qué peli es?.
- Una un poco guarrilla de un tío que la tiene como un caballo.
- Pero..., vamos a ver... ¿pa qué quieres los subtítulos, Pío Pío?
- Coño, pues por los comentarios y eso.

CÁMARA 2.

- Oye, José Luís!!! Que soy Paco otra vez!!! ¿Ande coño estás?
- Tú tira p'alante.
Un hippie me interrumpió la conversación.
- Tú, madero, lárgate de aquí. No queremos violencia policial.
- Mire, usted, Sr. hippie, que es que creo que se equivoca, sabe.
El hippie se giró y gritó:
- UN MADERO!!!!
Para qué te cuento más. Tuve que sacar mi D.N.I., la VISA SUPERCURRELA y enseñarles el Sport y todo. Luego todo fueron "hostia, perdona", "lo siento" y tal, pero el mal rato ya me lo hicieron pasar. Para compensar, no tenían butifarra de huevo ni longaniza de pagés, pero me invitaron a unas caladas.

- Chumoski!!! ¿Qué está pasando ahí?
- Tranquilo, José Luís. Todo controlado. Buena gente los hippies estos.
- Estoy en la tienda rosa que hay al lado de la fuente. Entre un puesto de garrapiñadas y un muchacho haciendo malabarismos con el canuto ese y una cuerda.

CÁMARA 1.

- Pío Pío. Aquí, Mazas. Furgoneta 1. ¿Qué está pasando? No veo nada. ¿Empieza la fiesta o qué?
- Aquí Pío Pío. Furgoneta 2. Todo en órden, Mazas. Los indignados han confundido a un tío bajito y feo con un secreta.
- Igual es el Angelito.
- No. El Angelito tiene las orejas desabrochadas y no va rapado. Además, hoy libraba.
- Qué hijoputa. Pues se lo va a perder, y luego fijo que pilla un rebote que no veas. Algo pondrá en el Facebook, ya verás.
- Oye, Mazas.
- Qué.
- ¿Por qué no puedes llamarme Rodri, tío?. Pío Pío me raya.
- ¿Otra vez te lo tengo que explicar? Cambio y corto, joder.


CÁMARA 2.

Sorteé a un hippie malabarista.
- Nen, cuidao con el canuto y la cuerda que como me des cobras.
- Paz y amor.
- Paz y amor.
Me compré una bolsita de garrapiñadas. La típica gusilla que te queda después de desayunar, tú mentiendes. Cuatro leuros, sabes.
- Cuando abras sucursales en Paris y Nueva York avisas, joputa - le dije al de las garrapiñadas.
- ¿Perdone, cómo dice, amigo?.
- Nada, nada. Que están deliciosas.
Y encontré la tienda de campaña rosa dentro de un laberinto de tiendas de campaña.
Me asomé dentro. Una muchacha estaba sentada en su interior. Con las piernas cruzadas. Buenas piernas, por cierto, y qué mini tan corta. Se le ven las braguillas. Una camisetilla con una margarita dibujada que le marcaba bien los pezones. No llevaba sostenes. Tenía los ojos cerrados, y con la boca hacía todo el rato: "mmmmmmmmmmmmmmm......". Parecido al Profesor Xavier cuando usa sus poderes, vale, solo que esta no era calva.

To be continued.

lunes, 20 de junio de 2011

Vidas Cruzadas. Episodio 1.

PRELUDIO A.

ME LLAMO Paco Chumoski. Anoche casi mojo. Casi. Ella se durmió sujetándome la erección con la mano antes de llegar a consumar nuestro amor de barra. Se durmió. Mientras agitaba la gaseosa, se durmió. Vírgen del Cármen, ¿qué te he hecho yo a tí?. Mira que yo ya le iba diciendo unas horas antes que cuidaíto con el Ron Brugal; que cuidaíto que es muy traicionero cuando no se acompaña de unas pastitas y eso. Como era Tauro no me hizo ni puto caso. Con lo cual, así me vi tres horas más tarde; en plenos prolegómenos, excitado como el borrico ese que se va detrás del tío que va a cagar en el campo (perdón por la expresión; ¿no habeis visto el vídeo?; animalico), completamente frustrado, con toda la sangre reconcentrada ahí abajo mientras los ronquidos asemejaban un T-Rex en celo con el THX a toda leche. Con una papa encima de tres pares. Y el mohicano al aire. EL MOHICANO!!!. Solo para mis ojos. Reconozco que se me pasó por la cabeza aprovechar el momento y hacerle el helicóptero, vale, soy sincero, pero también demasiado noble para abusar de este tipo de situaciones. Integridad es mi apellido de soltero. Así que...., me limité a hacerme una pajilla (con su mano, eso si), echarle una manta de cuadros del IKEA y dejarla sobando en el sofá. Cuando me he levantado esta mañana había desaparecido. También una figurita muy mona imitación Esbaroski que te daban juntando no sé cuántos cupones de las magdalenas. Siempre la he tenido encima de la tele. Siempre. Me daba buena suerte cuando jugaba el Barça y tuve que pegarla con celo cuando compré el Samsung LED Serie D. En fín, tanto da, últimamente tampoco han necesitado de influjos alentadores externos y, por otro lado, yo también estaba harto de pegarla constantemente con la cinta adhesiva. Voy a ponerme en marcha. He quedado con el Jose Luís (el que se disfrazó de Rey Baltasar en una cabalgata de Reyes y lo detuvieron por agresión física; no tiraba los caramelos, los lanzaba como shurikens) en plaza Catalunya, en el centro. Que dice que me va a presentar a su nueva novia. Desayunaré primero. Para ello, antes que nada, hay que comprar el Sport. Hace un día estupendo.



PRELUDIO B.


ME LLAMO Antonio Subirana, pero todos me conocen como Tony Mazas. También el Mazas, a secas, o el Tony Croquet. Anoche vi DIABLO de Vin Diesel en la tele mientras cenaba unas barritas energéticas acompañadas de unas crudités de creatina. Es un tío duro el Vin Diesel, aunque creo que The Rock está más mazacote. Me puse tontorrón viendo la peli así que intenté localizar a la Vane, pero solo me aparecía el contestador personalizado: "Hola, chulazo, soy la Vane, ahora mismo no puedo atenderte como a tí te gustaría. Llama un poquito más tard...". Menuda zorrona. Ante esta situación opté por mi droga particular: las series de levantamiento. 20 series seguidas. Hora y media del tirón. Escuchando lo último de David Guetta + Pitbull + Afrojack + Supercool + Hipermember + Guat De Fak On The W.C. (que este último es un Diyei nuevo que lo flipas con el sonidaco que mete en el buga a toda hostia). Luego me casqué dos pajillas seguidas con un catalógo VENCA que había recogido del suelo de la escalera. Lo justo y necesario: 5 minutos con el ruido de fondo de la cisterna rota perdiendo agua. Y a dormir que mañana hay curro. Así que, nada más levantarme, y tras colgar la foto de rigor en el Facebook desnudo de cintura para arriba con las gafas de sol puestas (hoy tenía ojeras), marcar cuatro "Me gusta" por quedar bien y darle un "Toque" a algunos chichis apetecibles, he desayunado rápido unas barritas, me he bebido el batido, he llamado al Rodri para preguntarle si estaba preparado, me he surfeado dos anchoas y he salido de casa camino del curro. Hoy antes de lo habitual pues por fín tenemos operativo en marcha.

To be continued.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Historias Berídrikas. Vol. 1. Los Pubs.

Dos amigos. El Tirilla y el Ninonino. Acera arriba, acera abajo. Cazando moscas. Ni un puto duro para un cubata. Viendo cómo la peña entra y sale de los Pubs entre risotadas y buenrrollismo.

- Mecagondios, qué asco vida. Ni para una puta cerveza. ¿No tienes nada suelto, nen?.

El otro que se mira en los bolsillos y araña ahí unas pocas monedas de 20 céntimos.

- Esto es lo que hay, Tirilla.
- Pues ya ves, yo tengo una de 50 céntimos.

Se queda pensativo el tío con la moneda de 50 céntimos en la mano y coge y le dice al Ninonino:

- Dame esas monedillas, anda.
- ¿A dónde vas?
- Espérate aquí, que ahora vengo.
- Joder, ya te vale.
- Tú dámelas, Nino.
- ¿Por qué no llamamos al Chumi que nos deje 50 leuros?.
- Dámelas, coño, joder.

Se mete en la carnicería del Isidro y dos minutos después sale con un paquete enrrollado en papel de carnicería de ese forrado por dentro con plástico.

- ¿Qué has comprado?
- Una salchicha de frankfurt de esas largas.
- Pero neeeeeeeeen......
- Tú tranquilo, que está todo controlado. Ahora vente conmigo.

Se meten en el primer Pub que pillan. Se van para la barra. Y coge el Tirilla y le pide al camarero dos jarras de medio litro de San Miguel Selecta de barril y dos Cardhus dobles en vaso ancho.

- ¿Pero qué haces, retrasado? - le dice el Ninonino.
- ¿Tú tienes sed o no?
- Pues claro, corki.
- Pues venga. Confía en mí.
- Nos van a partir la cara, Tirilla.
- Tranqui.

Se beben las dos jarras de medio litro y se hincan los dos Cardhus dobles. Relamiéndose. El Ninonino que se mira al Tirilla con cara de "verás tú ahora qué risera". El camarero que no les quita ojo. Gorilón de dos metros en la puerta del Pub. Descartado el "hacemos un sinpa". Coge el Tirilla y saca el paquete de la salchicha. El Ninonino que se lo mira con cara de flipe.

- Mira, yo ahora me voy a meter la salchicha por dentro. Me voy a abrir la bragueta, la voy a sacar y tú te arrodillas y haces como que..., bueno, ya sabes...
- Tirilla, no me jodas, nen.
- Tú hazme caso.

Total, que así lo hacen y en cuanto el camarero se queda con la copla llama a seguridad, los increpan (que si maricones de mierda, que si hijos de puta, cerdos, que esto no se hace aquí, etc., etc.) y los echan a la calle.

Se meten en el Pub de al lado. Dos jarras bien frías de cerveza y dos whiskis dobles. La misma historia cuando acaban de trincárselos: salchicha de frankfurt asomando por la bragueta, el Ninonino que se agacha, y a la puta calle los dos.

Se meten en otro más. Mismo resultado. Los dos partiéndose la caja. Dos jarras más. Dos whiskis más.

Y en otro Pub después. Y en otro. Y así hasta que llevan ya al menos 9 o 10 Pubs. 9 o 10 jarras de cerveza de medio litro. 9 whiskis dobles cada uno. Unas veces Cardhu, otras Lagavulin, otras un Oban. Hasta el ojete, vamos.

Total..., que salen del último con la risera encima. Y caminando por la acera, de medio lado con la peste a vinagre, muy perjudicados, el Ninonino le dice al Tirilla...:

- Tirilla, nen..., tengo una peana encima que lo flipas, tío... Y tengo ya las rodillas pelás, nen, de tanto agacharme...

Y coge el Tirilla y le responde...

- Ya te digo, nen.... PUES IMAGÍNATE CÓMO ESTOY YO.... QUE PERDÍ LA SALCHICHA HACE YA CUATRO O CINCO RONDAS...