Blogoteca 20 Minutos

lunes, 17 de septiembre de 2012

Bailando. ( 4º y FÍN)


(viene de "Bailando". 3ª Parte)

- Buenas tardes.
- Buenas tardes, caballeros.
- Mire usted, yo acabo de cobrar la Paga de Verano, usted mentiende, este chavalote que está manoseando la PS3 es mi amigo José Luís, y vengo aquí, de buena voluntad y por mi propio pie, a equiparme profesionalmente como es debido.
- ¿A equiparse para qué, caballero?
- Soy diyei.

Me pareció ver que el dependiente hacía un gesto de hastío, pero no quise echarle cuentas y supuse que era debido al "festivo" ambiente reinante. El Media Marc celebraba sus días esos especiales de "a precio de coste", sin IVA, sin aranceles portuarios, y sin vergüenza alguna cómpramelo reina que están dulces como la miel. Quicir con esto que aquella tarde de Sábado parecía un comercio tomado por una horda muy numerosa de zombis. Pasillos infestados de zombis. Con olores y ropajes variopintos. De todas las edades. A mí, que soy una persona sensible, estas situaciones no me van nada bien, porque luego me dan cólicos nefertíticos de los nervios que acumulo. Lo paso muy mal. Mucho.

- Esto es una controladora para Traktor último modelo, de Pioneer.
- Ah.
- ¿O prefiere usted Cdj's?
- ¿Cómo?
- Esto de aquí. Los cdj's vienen a ser emuladores del vinilo. Y con esto, con la controladora, vendría usted a emular a los cdj's. Básicamente.
- Ah. Está muy bien. De verdad que sí. Y qué buena pinta hacen, ojo. Y dígame... ¿A cuánto el kilo?
- Estos Cdj's en cuestión son muy buenos. De pioneer. El modelo 900. Salen a 1.270.- euros, caballero.
- ¿Los dos?
- No. Cada uno de ellos.
- Ah, claro, uno para cada canción. Entiendo, entiendo. ¿Y la controladora esa?
- 900.- euros.
- 900.- euros, dice... ya... 900.- euros. Para coger luego y poner el Tacatá.
- Perdone, ¿cómo dice?
- Nada, cosas mías. A ver, espere un momento, por favor, que voy a consultarlo con el José Luís, que lo he dejado echándose una partida a la cónsola ahí atrás, y vengo en seguida.
- Por supuesto.

Salí a la puerta y me encendí un cigarro. Le di una larga calada al Lucky. Profunda. Meditativa. Es mucho dinero, Paco, me dije, pero luego piensa que con un par de buenos banquetes de comunión o bautizo, entre la pasta del bolo y las propinillas igual lo recuperas. Eso si no te escucha algún director de alguna cadena autonómica y te ficha para una emisora dance de esas que repiten muchos las promos con voz de machote con eco y efectos de repetición. PA-PA-PAPAPACOOO CHU-MOSSS-KI... LOVES YOU, BABY.

- Oiga, qué le iba a decir... ¿No tendrá algo más sencillico? Mire, entre nosotros, tampoco es que sea diyei diyei profesional como el David Jeta, entiéndame lo que le digo. Que es que yo soy más de Mallorca que no de Ibiza, usted mentiende.
- Tenemos esta otra controladora. Más pequeñita.
- ¿Cual es su delito?
- 140.- euros. Es una Hércules.

Coño... 140.- euros... y llamándose Hércules no puede ser mala. Esta es la mía, pensé. Un vocerío por encima de la multitud me sobresaltó hasta el punto de estremecerme ligeramente.

- PACOOO!!! PACO, VEN!!! QUE HE PASAO DE NIVEL, NEN!!! MIRA ESTO!!!

Este tío es anormal. Le hice gestos al José Luís indicándole que un momentito, que ahora iba, y me dirigí de nuevo al dependiente.

- Me llevo dos.
- ¿Perdone?
- Dos Hércules de estas. Una para cada canción, claro.

Tras unos momentos de indecisión el dependiente me aclaró un poco el funcionamiento de la controladora Hércules. Resultó que con una había bastante, en principio. Me puse muy contento.

- ¿Tiene usted ordenador, caballero?
- No. Quiero decir, en casa ahora mismo no. Pero abajo tengo un consultorio de esos de llamadas internacionales que lo lleva el Edwin, un chaval muy majo, sabe usted, de Ecuador. Tendría que ver qué cabeza tiene. Yo siempre le hago broma. Que si llovieran gorras. Que si hubiera que hacerle un sombrero-paja. Que si no veas el peluquero. Es muy buena gente, y aparte de cabeza para traer a Spiderman por el camino de la amargura, tiene también dos docenas de ordenadores.

En resumidas cuentas..., fui a equiparme para diyei, y salí equipado con una controladora Hércules, si, pero también con un HP Pavillion muy ajustadico de precio. Desde entonces pinchar, lo que se dice pinchar, algo se ha hecho. Una boda en L'Hospitalet, donde la novia me hizo una churrupaílla en los lavabos de mujeres (así me sonaba su cara...; resultó ser una antigua vecina del barrio con la que tonteaba de chico). Su cuñada nos pilló y se montó una buena. El novio sabía Muay Thai. Y luego en una comunión (dejé las bodas). Todo muy inocente en principio. Yo preparado con mi Hércules y mis cd's de Miliki y de Teresa Rabal, y en pleno Baile de los Gorilas al Tiet de la criatura, con dos botellas de Rioja encima y previamente seis tubos de cerveza (que yo soy de Soria, joder!!!), le da por subirse a horcajadas encima de la abuela nonagenaria de la chiquilla. La abuela que, tras un sonoro crujido, como de rasgar ropa vieja, se parte en dos en medio de la pista. Los intestinos desparramaos. La mitad de la abuela manoseando el suelo babeando palabras ininteligibles para un ser humano que haya estudiado E.G.B. El hombre gritando de un lado para otro: Ha sido sin querer, ha sido sin querer, joder que yo también me he asustao...!!!!! En fín, para qué te cuento. Otro bolo sin cobrar. Total Fail.

Lo dejé estar. La gente, que no está preparada. Pero no todo van a ser fatalidades. Gracias a esta afición bendita que me ha hecho invertir en un portátil he descubierto otros mundos. Concretamente Twitter y Facebook. Aunque a mí lo que más me gusta son los chats esos del Darling y el Conecting People ese.

Vuelvo a creer en el amor.

Gracias a los diyeis.

Eh... y sin pagar.

Bendiciones.


FÍN CREPUSCULAR.


NOTA: Esta barrabasada compuesta por varias partes toma el título de la mítica canción de Alaska y Los Pegamoides llamada "Bailando", y está dedicada a todos los Dj's del mundo que ya eran (y siguen siendo) auténticos melómanos desde que se alimentaban de la placenta de sus benditas madres. Que aúnan vocación y profesión. Que derrochan sabiduría musical por los cuatro costados. Y que han sabido adaptarse a la evolución tecnológica sin perder un ápice de buen hacer. Con Sync, sin Sync, con vinilo, con cd y si hace falta con una mano a la espalda.

En especial a la Escuela de Megamixes y sus componentes, amateurs y profesionales.


jueves, 7 de junio de 2012

Bailando. (3ª Parte)


(viene de "Bailando". 2ª Parte)

Porque, si el poligonero hortera ese hijo de su madre cantora (la de la receta del pollo) puede, por el amor de dios, no me jodas, que yo también, y encima con un ojo con conjuntivitis y una mano atada a la espalda. Vamos, hombre. Un tío como yo que ha sido acid man. Que ha bailado el caranbirubí en Trocadero. Que ha llorado escuchando a Sinitta y se le han puesto los pelos de punta con el Bolero. Por favor.

Lo primero que hice para ponerme al día: leer mucho. Leer a todas horas. Informarme. Información es igual a conocimiento. Hay que leer mucho. Hay que culturizarse. Primera parada, por tanto, Paco El Kioskero.

- Paco, ¿tú tienes por ahí alguna revista que hable de diyeis?
- ¿De qué?
- De diyeis, coño. De música. De pim, que pam, que me vengo, que me voy. Ya sabes. ¿Tú no te acuerdas de las ruedas de mi coche y de las pastillas rojas, verdes y amarillas?
- ¿Estás bien, Chumoski?
- Prefetamente, Paco.
- Tengo dos de esas. Además regalan DVD.
- ¿A cuánto el kilo?
- 6 euros.
- Su puta madre. Venga, dame también el Cuore. Que le estoy viendo desde aquí el bullati a la Malena y me estoy poniendo tierno.

Me las leí de arriba a abajo. Empezando por el editorial y acabando por el registro en la propiedad de no sé qué. A todas horas. Desayunando, comiendo, cenando, cagando (por supuesto) y bajo la ducha metidas en una bolsa de plástico. De tanto en tanto descansaba, ojeaba el Cuore, me relajaba sexualmente, y a seguir. Cuando acabé la lectura ya tenía claros varios puntos. Uno: qué es lo que necesitaba para hacerme, de nuevo, y como dios manda, un Diyei de bien. Profesional. Y dos: ahora entiendo porque al Puyi le fallaron las rodillas esta Liga pasada. Lo dejó sin líquido de frenos. La Malena.

Complementé la instrucción con un par de sesiones de Youtube donde encontré documentos visuales muy interesantes que me ayudaron mucho. El primer documento era de un ecuatoriano que explicaba cómo acompasar dos canciones dándole a un botón. Pero se escuchaba muy mal (al ecuatoriano). Parecía que hablara con un vaso en la boca y encima de corrillo. No me enteré un carajo, pero me fijé mucho, como los mochuelos, en los cacharros y el ordenador y su equipación. Y el otro documento era un vídeo nuevo de una tremenda negra que se liaba con...., bueno, esto creo que no importa ahora.

Y por último me dediqué, cada Sábado noche, a patearme las mejores salas y los mejores clubes de Santa Coloma de Gramanet, para empaparme un poco, básicamente, de cómo se trabaja ahora y qué es lo que se cuece en el panorama musical actual. Para mi sorpresa, nada de Chichos, ni de Chunguitos, ni del Fary. Ni siquiera los Amigos de Gines. Nada. Pero lo más increíble de todo: nada de trance, de progresivo, ni de makineo. Las pastillas de colores, eso si, aún están. Que no falten. Ahora, por lo visto, se pone mucho una que se llama tacatá dale mamasita. Una mierda descomumal, claro. Pero a la gente parece gustarle. Y en todos lados suena el tío ese calvo de las gafas de sol. Debe ser el Rick Asly actual. Me sentía un poco como Torrente. Pero como esto lo llevo en la sangre, y hay que ser profesional, tampoco me supuso un drama.

Luego las cabinas de los diyeis... todas llenas de cacharros llenos de lucecitas... con dos o tres portatiles enchufaos... un foyón de tres pares, entiéndeme lo que te digo, no sé para qué si luego el diyei en realidad solo usa dos botones (uno para cada canción, supongo).  No sé, me quedé muy pillao.

- Ponme una de Jason Donovan, tionen, que hoy estoy romántico - le digo al colega aprovechando que hacía un descanso y bebía de una botellita de agua.
- ¿Eingg? ¿De quién?
- De aquel que mataba lagartos con Michael Ironside. Oye, ¿por qué tienes tantos cacharros con tantas lucecitas si al final resulta que solo usas dos botones y un ratón de esos de portátil?
- ¿Einng? Pues no sé.
- ¿Págate un cubata, no?
- Claro. Ves y pídeselo a la rubia de aquella barra.
- Gracias, chato. Oye, ¿no me harás como el Dj Postigo, eh?
- ¿El Dj quién?
- Que como la rubia se haga la sueca con el cubata y luego tú te hagas el longui, vengo y te crujo. Tú mentiendes lo que te digo.
- No, no, ves tranquilo. Me caes bien.
- Oye, nen, muchas gracias - le estreché la mano y tal. Él con el otro dedo seguía pinchando - Y qué te iba a decir... ¿de Mike Platinas se sabe algo?
- ¿De quién?.
- (maldito perro ignorante...) - mascullé entre dientes mientras le hacía la señal de la victoria y con la otra me palmeaba el pecho como Andy y Lucas.

Está la cosa muy mal. No me convence la música actual. Me resultan extrañas las plataformas de los diyeis. Son como las del Capitán Pickard. Y la rubia tenía novio de esos de Mujeres, Pablitos y Viceversa. Pero me hinqué tres cubatas por la patilla y, tras mi proceso de investigación, finalmente, logré tener claro el asunto hace un par de semanas. Faltaba el material.

- José Luís, ¿me acompañas?
- ¿Dónde vas?
- Al Media Mark.
- Vale. ¿Llamo al Tirilla?
- No, no, no. Ni hablar.
- Pero si es muy buena gente, Chumoski. Tiene un corazón de oro.
- Ya lo sé, pero es que en el Media Mark tienen su foto pegada al lado de las Cajas, nen.

TO BE CONTINUED.

miércoles, 6 de junio de 2012

Bailando. (2ª Parte)



(continúa de "Bailando". 1ª Parte)

O sea, para que nos entendamos, el disyokei pinchaba discos. No cintas de cassette. Discos. Tócate los huevos. Y los discos se ponían en otros aparatos que los hacían rodar y sonar al mismo tiempo.

- Chumi, no te preocupes que yo te arreglo esto de los discos - me dijo un día el Tirilla.
- Tirilla, por favor, compórtate que ya tienes una edad.
- Te debo muchos favores, Chumi. Tú me recogiste de la calle.
- Sí, te recogí el Sábado pasado. De la puerta de la mercería de la Reme a las 06:00h. de la mañana con una peste a vinagrera que tiraba para atrás. Deja el Marie Brizard, Tirilla, que ya tienes una edad. ¿Es que no puedes beber Cacaolat con Licor 43 como todo el mundo? Pareces tonto, tronco.

A los dos días, estaba yo una tarde tan tranquilico viendo a Mariana y Luís Alberto en la tele, y se presenta con una caja de cartón en la puerta de mi casa. Dentro había un tocadiscos al que le faltaba el bracito ese que se pone encima de los discos y los hace sonar y tres discos. Uno de José Luís Perales, otro del negro ese que bailaba y se movía como si estuviera poseído, con su pelazo de negro de por entonces, que iba siempre acompañado de tres panteras negras (la de veces que me habré tocado yo con las negras esas), no me preguntes ahora el nombre del grupo, creo que se llamaban Bimbo o algo así. Y el tercero, me acordaré siempre, de Raphael. Este último, además, estaba mellado. El disco, digo, no Raphael. Le faltaba un trocito.

- Eso se pone un poco de cinta aislante con un trocito de cartón y arreglado, Chumoski.
- ¿Quieres decir?
- Sí, hombre, sí.

Conclusión: mi promoción como diyei de barrio popular terminó en el tiempo que tardan las angelitos esas de Victoria Secret en recomponer la figura después de parir gemelos de 5 kilos cada uno.

Le devolví el radiocassette Philips al José Luís. El Blaupunk lo puse en la cocina de casa. Y tras mi despedida del mundo de la noche como parte actora, entiéndeme lo que te digo, como el que parte el bacalao, me interesé por la radio. Nunca entendí porqué no hacían las cintas de cassette, las de grabar, más grandes. Yo con 90 minutos no tenía ni para empezar. Por eso, tenía la casa llena de cintas de grabar. Bueno, la casa y el coche. Me acuerdo el Forfi (el Ford Fiesta), al cerrar las puertas, con todas las cintas de cassette sueltas en el reservado de las puertas, en la guantera, en los asientos, en el suelo... Cuando cerraba la puerta del coche aquello parecía que se desmontaba entero. Por piezas. Horroroso.

Me sentía muy triste. No tenía cuartos para un tocahuevos de esos ni espacio para los discos. Entonces un tío extranjero sacó un cassette que dio un nuevo sentido a mi vida. El tio extranjero era Mike Platinas y el musicón se llamaba Max Mix. Y por lo visto consistía en cortar las canciones y volverlas a pegar como te saliera los huevos. Yo tenía un radiocassette. Y tenía miles de cassettes. Tenía tijeras, cinta aislante y un montón de bolígrafos BIC escribe fino BIC escribe normal. Y si el tío ese se llama PLATINAS, es porque lo hace con un radiocassette. ¿Qué más da si es Blaupunk que Toshiba?. Yo tenía el poder en mis manos. DA POWA!!! (que se dice de buen rollo en inglés, entiéndeme lo que te digo).

- Chumoski, vente a los Billares.
- No. Que estoy ocupado.

- Chumoski, vente a la casa del José Luís, que vamos a poner una de Susana Estrada.
- No. Que estoy liado.

- Chumoski, ya no te picamos más, nen.
- Irsus a tomar por culo ya, hacedme el favor.

Así me pasé unos pocos años. Por culpa del tío ese extranjero que te he dicho antes. A saber si estará vivo. La gente de por entonces se endrogaba bastante, y luego no meaban lo suficiente, tú mentiendes.

Los italianos cantaban en inglés. Curioso. Aquí también, vale, pero muy mal. No es que yo sepa mucho de inglés, pero vamos, que los que cantaban lo habían aprendido por correspondencia, nen. Luego, encima, salían en las portadas con fajín, esmoquín, y rosas en la mano. Hostiaputa nen, pero esto qué es. Y es que por entonces la hemosesualidad ya era un hecho. Si hasta los jevis eran gayers por el amor de dios. Pero curiosamente nadie daba tanto por culo, en un sentido estratosferico de la palabra, entiéndeme, como ahora. Cada uno a su bola. Y cómo bailaban. Había aceite para freir patatas para media Africa. Italianos, alemanes, ingleses, españoles, franceses... Y qué musicón. Y mucho de eso salía en los max mix, aunque yo escuchaba de todo. De los Depecho de Moda hasta los Amigos de Gines. De los Eraseguro hasta unos que se llamaban Confeti (tú fíjate el nombre). La Paula Abdul que guapa éra, por ejemplo. Creo que era mora. Llamándose Abdul tú verás. Y cuando llegó la época del Acid me llené de chapitas amarillas con una cara sonriente, me rompí con las tijeras del pollo unos tejanos que me había comprado mi madre de la Mercería de la Reme (menuda hostia me soltó, por cierto), me ponía mi pañuelo acid y me metía en todas las raves esas. Y venga acid y venga acid y unos colocones que eso no era normal.

- Chumoski que nos hemos enterado que te vas por ahí de fiesta, cabrón.
- ¿Tú sabes quienes son Inner City?
- ¿Como los bujarras esos de ibiza, no?
- Si. Más o menos. Qué anormal eres, nen.
- Joder, Chumo, tampoco es para ponerse así.

Y así hasta los Tecnotronic, los negros aquellos que bailaban pegando botes con aquellos pantalones tan anchos, que yo no sé porqué hacían los pantalones tan anchos, debía ser para llevar la pipa en los bolsillos sin que se note, o el cartón de tabaco, a saber, y luego algo llamado trance, tecno, y el Bacardi con coca-cola, claro está. Y luego el makineo, y el paco pil, y la musica cantadita y mas trance (yo es que soy muy de trance; sobre todo cuando me hinco un litro de Gandesa desayunando), y progresivo, y hasta hoy con esto que llaman house, como el doctor ese.

Hasta que me eché novia formal, hará ya dos o tres años. Entonces estuve muy desconectado. Volví a conectarme a la realidad cuando me dejó.  El sexo, que te corroe el celebro, entiéndeme. Me tenía aducido rollo expediente x. Incluso tuvimos un niña. Bueno, la tuvo ella, porque resultó que no era mía. Era de uno de Mozandike. Un compañero del Carreful. Está superao, no hay problema.

Hace un par de semanas decidí ponerme al día. No es que dejara de escuchar música en todo este tiempo, no. Eso nunca. Sino que decidí retomar la afición aquella del pinchar y eso. Pero profesional, cuidao.


TO BE CONTINUED.

Bailando. (1ª Parte)



A mí de siempre me ha gustado mucho la música y siempre me he considerado un melónmano para estas cosas, entiéndeme lo que te digo. Yo recuerdo que empecé pinchando en los radiocassettes de los amigos, vale, y que ya de por entonces se me daba bien. Concretamente con un Philips. Luego amplié el equipo a dos radiocassettes con un Blaupunk. El primero (el Philips) era del padre del José Luís y le faltaba la tapa de la platina y media antena. Como veía que yo tenía ya esa devoción, pues el chaval, que tiene un corazón que le cabe de sobras en el pecho, me lo dejaba. José Luís, dónde has puesto la arradio!!!! , se escuchaba a su padre por el patio de luces.Y el segundo me lo trajeron los Reyes Magos a casa del Tirilla. Prefiero no dar muchas explicaciones al respecto. Yo solo sé que esos Reyes Magos cayeron un 12 de Agosto. Justo al volver de la Barceloneta.

- Paco, mira lo que te han traído los Reyes!!! Para que puedas pinchar como dios manda.
- Tirilla, estamos a 12 de Agosto. No entiendo muy bien eso de los "Reyes".
- Bueno, es que este año con la crisis solo venían en un camello, Paco. - se reía el muy maricón. Eran los años 80 y todos queríamos matricularnos en la Escuela de Calor.

Así que, a dos manos, y con un boli BIC en la boca, como los de Azul y Negro (entiéndeme lo que te digo), yo iba poniendo ahí los grandes hits de la época y los colegas se lo pasaban pipa. Dame veneno que quiero morir, la blanca paloma, esta es la historia de Juan Castillo, las Baccara, el Bobbi O, Los Pistones, Obus, Barón Rojo, la Fotonovela aquella, los Cadillac, el Rufino de la Luz Casal, el maneja mi barca, Duncan Dhul, el voy camino Soria, los Pegamoides, la de con los dedos de una mano, luego más tarde la de Tú eres el Vaquilla, el calvo aquel que tenía voz de pito, los dair estraits... madre mía de mi vida, siempre lo mejor de lo mejor. Y qué locura con el bolígrafo, a dos manos, rebobinando las cintas de casette hasta el punto justo como si fueran carracas. Ya por entonces me decían que era DISYOKEI. Que disyokei, para el que no lo sepa, vale, es lo que quieren decir las letras DJ.

Había que tener una gracia especial para subir y bajar el volúmen y yo la tenía.

- Paco, tienes que ponerte un nombre.
- Un nombre de qué.
- Un nombre de disyokei.
- ¿Y no puede ser Paco?

Así que pronto me llamaron para amenizar bodas, bautizos y comuniones. Dj Chumoski. Y para allá que me iba con mis dos radiocassettes bajo el brazo y una bolsa del HIPERCOR llena de cintas de cassette colgando el hombro. Las más baratas, en las gasolineras. No tenía cintas yo de cassetes, sabes. Madremía. De las mejores. Y allí que llegaba siempre de punta en blanco, tú mentiendes lo que te digo. Siempre alicatado de arriba a abajo. Más guapo que el novio y el padrino juntos. Los malentendidos con las novias estaban a la órden del día. Coño!! ¿Qué culpa tenía yo que fueran tan guarrillas?

- Oiga, ¿usted es el pinchadiscos?
- ¿El qué?
- El disyokei. El Chumoski ese.
- Sí, señor.
- ¿Y los discos dónde están?
- ¿Qué discos?

TO BE CONTINUED.

martes, 14 de febrero de 2012

Carta para la chica cadáver.



Hola, Chica Cadáver, ¿cómo estás?, espero que al recibo de la presente bien, yo regulín regulán, gracias a Dios, aunque un poco nervioso; me sudan las manos. Mira qué te iba a decir, que soy el tipo bajito y tirando a feo-interesante con el que estuviste hablando el Sábado pasado en esta misma barra en la que estás leyendo estas humildes letras. Si, ese que se te acercó a decirte que hacías "mu mala cara" con un cubata de Absolut-Lemon en la mano y los ojillos brillantes; vamos, el mismo al que acto seguido le dijiste que ibas maquillada para la ocasión y que la herida en la cabeza era falsa. Y cuidao, que yo algo imaginé, eh, que tan mongo no soy, sobre todo teniendo en cuenta que la fiesta era de disfraces, entiéndeme lo que te digo, pero claro, pasa que he tenido muchos disgustos en mi vida, mucho dolor en el corazoncito, verdad, y la verdad es que no me apetece ahora mismo una relación con una muerta o similar, por eso tenía que asegurarme, que luego son todo problemas, no por el qué dirán, eso me trae sin cuidado, más que nada por los olores.

La cuestión es que llevo toda la semana pensando en tí, Chica Cadáver. En tus ojos azulones. En tus pronunciadas ojeras. En tu boca pintada de negro. En tus pechos también, y perdóname el atrevimiento (no te enfades, por favor). Y en esas piernas embutidas en esas medias de rejilla negra tan... tan hermosas y llenas de vida. Hacía tiempo que una chica no me dedicaba más de unos minutos, exceptuando alguna extranjera borracha en Lloret de Mar, claro está, pero esas no cuentan, solo son remedios humanos para la soledad, y tú fuiste tan amable, tan interesada en mis inquietudes personales (reiste lo justo cuando te conté lo que me pasó con mi vecina Rosario hace un tiempo), tan formalica al no echarme mano al paquete a las primeras de cambio, tú mentiendes lo que te digo, Chica Cadáver (perdona, pero es que no me acuerdo del nombre, te soy sincero; no te enfades). Que oye, que claro que si, que también me gusta que me metan mano, no nos confundamos, eh, por favor, que yo soy heteromacho por los cuatro puntos cardinales, pero cuando tengo los sentimientos a flor de piel, sabes, cuando el estómago se pone a bailar hardcore al ritmo machacón del corazón (esta frase es mía que se me ha ocurrido ahora mismo), pues como que lo encuentro así un poco brusco.

Te cuento todo esto por escrito porque en persona soy incapaz. Me dan retortijones de los nervios y no quisiera romper la magia del momento, algo tan bonito como es una declaración de amor y de principios, con unos aires a destiempo, por ponerte un ejemplo práctico y real para que veas que esto no es Jólibud. Sabe dios que hoy me he arreglado a conciencia para volver a verte, que incluso la portera, la Sra. Antonia, en el rellano me ha dicho "Pero Chumoski!!! ¿Dónde vas tan guapo?", y oye, que a mí me da igual que vengas de nuevo recién salida del cementerio o de una secta de esas demoníacas, pero de veras, es que me es imposible, soy muy tímido sin media docena de cubatas, y si me los tomo apesto a aguardiente y te daría muy mala impresión (como el otro día, supongo). Por eso, si el camarero ha hecho bien su trabajo, y ahora mismo estás leyendo esto, que sepas que estoy en la planta de arriba, sentado en un sillón de esos que tienen de cuero negro. Mira, justo el que está junto al macetón grande de la esquina.

Si no subes lo entenderé. Si subes... si subes, aparte de procurar que los aires se queden en su sitio (aunque luego me duela la barriga), te convertiré en la reina de mi vida y no te va a faltar de nada. Pero de nada de nada.

Tuyo, afectuoso pero sin pasarse, Paco Chumoski.

PD.: ¿Te gustan los Dair Estreits? ¿Y los Pep Chop Bois? (los del Barça no, que también, los otros, los de la música)

martes, 3 de enero de 2012

Diario de... Regalos de Reyes.



- Buenos días.
- Buenos días, dígame.
- Estoy buscando un perro que respira.
- ¿Sabe cómo se llama?.
- Adolfo.
- ¿De qué color es?
- Marrón. Lleva un pañuelo rojo en el cuello y unas Ray-Ban Classic Aviator con montura plateada sobre la cabeza.
- Un momentito, ahora vengo.

Le dice algo al oído a su compañera, que se coloca en caja, y sale del dispensario. La cola para pagar es de, aproximadamente, a ojo, unas 244 personas. Hago amago de encencerme un cigarro; olvido que no se puede fumar. Merde.

A una señorona restaurada, a mi vera, le ha dicho un muchacho que se llama "Marcial", al que los hombros de la americana le quedaban por los codos, que el PÁRKING POLIGONERO de LEGO estaba justo delante suyo, pero que no sabía si aún quedaba alguno pues se habían vendido mucho, acto seguido ha vuelto a atender un cliente. La señorona, que venía con las tablas memorizadas, se ha girado ipso-facto y ha divisado desde su posición que si, que quedaba una caja. Una chica jóven que se encontraba observando indecisa las estanterías, ha hecho ademán de ir a cogerla. La señorona ha dado dos largas zancadas, bolsón de piel en volandas, se ha dado impulso, y le ha hecho un placaje profesional contra una viga maestra adornada con guirnaldas. La chica, sangrando por la nariz, ha sido atendida por el Samur (también de LEGO, ojo). La señorona, enseñando los puentes de la dentadura, ha vuelto triunfal a la Caja con el botín y la VISA PLATINUM FUCK en la mano. Una gota gorda de sudor perlaba su frente.

- ¿Está usted bien, señora? - le he dicho.
- Si, muchas gracias, jóven.

En el pasillo de los Cliks de Playmobil un señor muy mayor con gabardina y tembleque estaba abriendo una descomunal caja que rezaba CENTRO DE DESINTOXICACIÓN PLAYMOBIL. Sujetaba a duras penas un Cd que le resbalaba.

- Oiga, señor, esto no se puede hacer - le recrimina una dependienta madurita con una plaquita en el pecho derecho que pone "Aurora".
- Ya lo sé, reina, es que a mi nieto también le gusta mucho este grupo, sabe usted, de siempre, tiene pasión por ellos, sobre todo por el del medio, y había pensado en meterle el Cd dentro de la caja porque ya no me llega para papel de regalo.
- No se preocupe, caballero, que en aquel mostrador se lo envolvemos todo gratis.
- Gracias, reina. Se pondrá muy contento.
- ¿Qué edad tiene?.
- Este año cumple 49.

Un niño de 10 o 11 años, no más, corretea por los pasillos con un monopatín, azotanto tobillos a propios y extraños. Su padre está coqueteando con una atractiva dependienta mucho más jóven. Lo localizo porque de vez en cuando se gira hacia él y lo llama por su nombre. Le da un aire a Francisco Correa . El Niño del Monopatín no le hace ni puto caso y sigue martirizando a la clientela presente. Por otro lado, el Jefe de Sección no quita ojo a la dependienta. Está anotando algo con avidez en una libretilla. La dependienta lleva un escote de infarto. Los sostenes son de color rojo. Sus labios también.

Dos niñas de unos 9 años se están estirando de los pelos en medio del pasillo justo delante mío. Una a dos manos y la otra solo con una mientras con la otra sujeta una caja de la BARBIE ESTEBAN. Intervienen las madres. Se increpan. Se acusan. Llama a Seguridad dice un dependiente detrás de mí. Tras las acusaciones llegan las tortas. Se cogen también de los pelos. Vuelan los bolsos. Vuelan las chaquetas. Madres e hijas agarradas por los pelos. Llegan los maridos. Un diente perdido me golpea una ceja. Me sale un poco de sangre. La enjuago con un pañuelo. Llega una unidad antidisturbios de los Mossos de Quadra. Con sus boinas, sus botas, sus sprays, sus escudos de metacrilato, sus brillantes lentejuelas, y sus porras en la mano. Cargan. Los reducen a todos menos a la niña que aún sostiene la BARBIE ESTEBAN. Agarra fuerte la caja con sus brazos sobre el pecho, se atrinchera tras una figura gigante de Artur Mas hecha con LEGO y le saca amenazadora una lengua bífida de palmo y medio (sin exagerar) a uno de los Mossos. SSSSSSHHHHHH!!!!! Sus ojos... maldita sea, ¿qué les pasa a sus ojos?. Logran acorralarla unos metros más allá contra la estantería de los libros de Jerónimo Stilton. Finalmente uno de los Mossos le pone una Cruz de Caravaca en la frente, la niña aulla, se arrodilla y pueden reducirla. Se los llevan a todos.

Una pareja de novios se acerca al mostrador cogiditos de la mano. Preguntan por el MONOPOLY CHUECA. El dependiente les dice que tienen el de Los Simpsons, el de Valdebebas (que además incluye un DVD con Florentino Pérez haciendo de Banca Electrónica), el Monopoly del Carmel (con billetes falsificados), todos ellos novedades de este año, pero que el de Chueca no. Se van cogiditos de la mano. El del Carmel parece interesante.

Un señor bien vestido pregunta por los Action Man. En concreto por el ACTION MAN YURI URDANGARIN.

- Se ha agotado, señor. Si quiere puedo llamar a la sucursal de Belice.
- ¿Y si me acerco a la de Mallorca?
- Ahí tampoco quedan, caballero.
- Caramba... qué contratiempo...
- Es que ha estado muy buscado. Mire, tenemos también el ACTION MAN GURTEL SUCKS.
- ¿Y este qué hace?
- Es muy, muy similar al YURI URDANGARIN, pero con muchos más accesorios. No es tan alto, pero lleva todos estos trajes adicionales. Mire qué bonitos. Si parecen de sastrería y todo.
- ¿También hay que pagar por ellos?
- No, señor, estos vienen gratis.

Un grupo de padres han acaparado la XBOX 360 de muestra. Campeonato improvisado de FIFA en la Planta 7ª. Los hijos, a su alrededor, lloran y patalean. Quieren jugar también. Uno de los papás marca gol, se levanta y hace el aeroplano por el pasillo, celebrando. "Toooooooma!!!!. JÓDETE MOURINHO!!!!". Detrás mío el dependiente vuelve a solicitar que venga Seguridad.

- Antoñito, hoy has venido muy susceptible me parece a mí.
- Llámalos, te digo.
- Estais lobotomizados por el portugués ese.
-  Es lo que hay. Llámalos y que me echen al del aeroplano.

El Niño del Monopatín sigue a lo suyo. Dando por culo de aquí para allá ante la desidia de su padre, que sigue entretenido con la dependienta del escote, ora preguntando por el pack de RUEDA DE PRENSA BAKUGAN, ora por el juego APRENDE A MAQUILLARTE CON CRISTIANO. Socavando, en definitiva. Tuerce a la derecha y, entre sobresaltos de la gente se acerca a mi posición junto al mostrador. Cuando llega a mi altura le arreo un collejón. PLAS!!!. Se trata de un movimiento imperceptible al ojo humano no entrenado y solo se escucha el PLAS!!!, por tanto. El niño cae. Al mismo tiempo recojo el monopatín en el aire con la mano libre tras otro hábil e imperceptible movimiento de pie haciendo palanca.

- Ha sido usted.
- Me gusta tu monopatín.
- Ha sido usted, joputa. Se lo diré a mi padre.

Me inclino un poco y le susurro al oído:

- Os sacaré solo un ojo, a tí y al anormal de tu padre, para que con el otro podais ver cómo me lo como crudo. Luego cogeré vuestra dirección y allí iré para violar a tu madre, tus hermanas y tus mascotas con un condón de lana. Y por último le meteré fuego a tu casa.

Se va corriendo por donde vino. Criatura.

Por fín vuelve la dependienta que ha ido a buscar a mi perro. Ahora que me fijo bien veo que es guapa. Quizá la raya de los ojos demasiado exagerada, pero guapa. Viene con una caja bajo el sobaco. En la caja pone "EL GATO ARAÑA" de Bizak. La pone encima de la mesa.

- ¿Y esto qué es?
- Lo siento caballero, pero no hemos encontrado su perro. Esto es lo más parecido que tenemos en el almacén.
- Es un gato de plástico y pelo artificial.
- Efectivamente. Maulla, ronrronea, reacciona ocularmente a movimientos de cercanía, hace pipí él solo y tira de la cadena (siempre que sea de botón), sabe hacer raices cuadradas y luego también dice algunas palabras.
- ¿Habla?.
- Si, señor. Mire, aquí en la caja pone algunos ejemplos: "Guardiola No Te Vayas", "Meeeessi, Meeeeessi, Meeeeessi", "Corro Como Un Negro", "Mira Que Es Buena Persona", "Quién Te Quiere Quién Te Cuida Como Yo...".
- Y respira.
- Por supuesto.
- ¿Cuánto cuesta?.
- 345 euros.- Pilas incluidas.
- ¿Y de Adolfo, entonces, dice que no se sabe nada?.
- Lo siento, caballero, pero no.
- Más lo siento yo. Era mi única compañía - le digo, apesadumbrado, con un hilo de voz.
- ¿Le envuelvo el monopatín?
- Sí, gracias. El transporte público se ha puesto insoportable.¿Qué haces este Sábado por la tarde? Te invito al cine y a un bocadillo del Pans & Company.
- Ay, qué picarón es usted.
- Puedes tutearme, reina.
- Soy Manoli.
- Lo sé, lo pone en esa tarjetita. Llámame Paco.